La Marea de Pérez Henares

Don José vuelve otra vez a Pepiño

Cuando su amigo Zapatero hizo a Pepe Blanco ministro de Fomento, el personaje inició una campaña de cambio de imagen que obtuvo un indudable éxito. El feroz Pepiño se dedicó a peregrinar por las comunidades autónomas, mayormente las enemigas del PP, y allí donde su antecesora Maleni Álvarez había dejado a su paso un rastro de hieles el desparramó miel y promesas a quintales. Iba a proyectar más obras que don Indalecio Prieto y dejar en pañales con su sabiduría y mejor hacer a todos los ministros de Obras Públicas que en España han sido desde los tiempos de la Restauración. Muchos quedaron subyugados, particularmente la “dura” Esperanza Aguirre que proclamó y aún proclama en reiteradas ocasiones su admiración por el talante del ministro.

Parecido itinerario emprendió el señor Blanco entre las tribus periodísticas apareciendo ante sus foros como un mesurado hombre de Estado, azote de los pérfidos controladores aéreos, que torcía el gesto con aire de compungido desagrado cuando se le preguntaba por su creciente poder y hasta por posibilidades sucesorias. Con ensayado ademán humilde negaba tales extremos y había que observar como los aparentemente más duros opinadores y tertulianos caían rendidos a sus encantos. Algunos que nos negamos a profesar tan repentina fe fuimos en ocasiones tachados por nuestros compañeros de propensos al prejuicio y a la inquina. Curiosamente el personal de a pie se dejo seducir menos y en las encuestas del CIS las notas le seguían situando en la parte baja de la tabla de los mal valorados ministros del Gobierno.

Y ahora, cuando de lo dicho y prometido no hay nada, porque a Pepe Blanco le han quitado la chequera, resulta que ya estamos de nuevo en las que estábamos. En vez de las obras prometidas lo que va a hacer es cerrar estaciones y parar locomotoras. El Ave llegará un año de estos pero por ahora lo que les van a quitar a muchas capitales es el tren. Y Pepe Blanco se ha vuelto a lo suyo, a las tareas de agitación, prensa y propaganda con el slogan siempre útil, por más sobado que esté, de que el malo, malísimo, intrínsecamente perverso y crónicamente malvado es el PP, sus pompas y sus obras. Que lo será , no lo dudo pero lo que también resulta evidente es que el recurso es la pieza esencial y casi única del argumentario de un Gobierno que ya que no parece capaz de defender sus acciones se escurre de la responsabilidad cargándole sus muertos a la oposición.

Los del partido popular parece que se han dado cuenta y dicen que van a ponerse a criticar, seguro que la Aguirre suelta un verso por su cuenta, a quien no ha dejado de ser nunca por mucho que se travistiera momentáneamente de estadista un aparatik puro y duro. Dicen que controla, lo de la Pajín es una broma, el partido con mano de hierro. Eso no suele ser difícil en los días de vino, rosas y reparto de pastel. Pero me malicio que en el PSOE tocan otras y a Pepe Blanco le empiezan a salir granos por provincias y comunidades. Porque el es , nada más pero tampoco nada menos, el primer mochilero de ZP y su suerte está absoluta e íntimamente unida a la del jefe. Si sobreviven, lo harán juntos pero ahora están los dos en caída libre.

P.D. El sábado estaré en Santiago de Compostela participando en el encuentro de escritores y literatura viajera organizado por el Xacobeo. Se dedica este día a mis libros de esa temática, especialmentea «Un sombrero para siete viajes», «El último explorador» (Biografia de Miguel de la Quadra Salcedo) y «El Pájaro de la aventura». A las 11,30 tendrá lugar el encuentro con los medios de comunicación, a partir de las 18,30 estaré firmando ejemplares en Caseta de LITVI en La Alameda y a las 20,30 tendrá lugar la conferencia «El Aventurero . Su autor» en la Fundación Caixa Galicia de la Rua do Vila, 19.
Si alguno anda por Santiago será un placer saludaros.


Por cierto, habrá luna llena

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Autor

Antonio Pérez Henares

Ejerce el periodismo desde los 18 años, cuando se incorporó al diario Pueblo. Ha trabajado después en publicaciones como Mundo Obrero, Tiempo, El Globo o medios radiofónicos como la cadena SER. En 1989 entró al equipo directivo del semanario Tribuna, del que fue director entre 1996 y 1999. De 2000 a 2007 coordinó las ediciones especiales del diario La Razón, de donde pasó al grupo Negocio, que dirigió hasta enero de 2012. Tras ello pasó a ocupar el puesto de director de publicaciones de PROMECAL, editora de más de una docena de periódicos autonómicos de Castilla y León y Castilla-La Mancha.

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