Antonio Casado

La abstención gana

La abstención gana
Antonio Casado. PD

Con el paso de las horas van ganando terreno las tesis favorables a la abstención, que defiende la comisión gestora del PSOE en vísperas del comité federal del domingo que viene y la posterior sesión de investidura del candidato del PP en el Congreso de los Diputados.

Al tiempo, va perdiendo fuerza la idea de la llamada abstención técnica, que se limitaría a las once que harían falta para confirmar a Rajoy en Moncloa con carácter efectivo. La idea, sugerida por el presidente de Castilla-La Mancha, García-Page, y repicada en ciertos medios de comunicación, consistía en dar la luz verde a por abstención o ausencia de esos once diputados. El resto se mantendría en el «no» al candidato del PP, evitando así la ruptura del PSOE y las terceras elecciones.

La sugerencia del dirigente socialista manchego era extravagante. Y suponía oficializar la división del grupo parlamentario por asignación previa de voto. O sea, una especie de fragmentación inducida que ni siquiera tendría de su parte el glamour del voto libre, mucho más democrático, aunque tampoco es esa la intención de la gestora.

Las cartas están echadas para que el comité federal del domingo fije la posición oficial, que obligará a los ochenta y cuatro diputados. En primera y segunda votación se atendrán a lo que decida por mayoría el órgano depositario de la voluntad de la militancia y máximo responsable de la política de pactos. Esa posición será la de neutralidad. No significa apoyo ni rechazo al candidato del PP, pero es la clave para terminar con el vacío de poder y normalizar la vida política española.

Eso no garantiza en absoluto la disciplina de voto. Puede haber fugas. De hecho los siete diputados catalanes ya han advertido de que se mantendrán en el «no es no», diga lo que diga el comité federal. También puede ocurrir que esos diputados, y algún otro que opte por desoír el mandato simplemente decidan ausentarse del hemiciclo a la hora de votar.

En esos casos la gestora se limitará a aplicar la normativa interna que está prevista en el reglamento de cargos públicos. La idea de Javier Fernández es asumir el coste de aplicar las sanciones previstas (desde multa de 600 euros hasta expulsión del grupo), que siempre será menor que escenificar la división del grupo parlamentario por dar libertad de voto (fragmentación voluntaria) o por voto pre-asignado (fragmentación táctica, hasta un mínimo de once abstenciones).

Aún así, en el entorno de la dirección interina del PSOE se confía en que finalmente se impondrá la cordura y se respetarán los principios de unidad de actuación y disciplina de voto, mientras que los sondeos encargadas por algunos medios de comunicación anticipan un sentir mayoritario e los votantes socialistas a favor de la abstención.

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