«El lenguaje político está diseñado para que las mentiras parezcan verdades, el robo una acción respetable y para dar al viento sensación de solidez» George Orwell, escritor y periodista británico autor de la novela distópica «1984»
La exposición estaba siendo un éxito. El pintor era ya famoso y reconocido, no solo por su arte, también por los temas que reflejaba en sus pinturas. Sus cuadros eran muy buenos artísticamente y muy comprometidos socialmente. Los cuadros de esta exposición son alegorías de la ciencia, la filosofía y la política. Recorremos la exposición extasiándonos ante la belleza de la obra y lo acertado de sus alegorías. Al llegar al cuadro que representa alegóricamente a la política, quedamos, al tiempo que, sorprendidos por su arte, más sorprendidos aún por lo acertado de su alegoría. El cuadro, de dos metros de longitud por un metro y quince centímetros de ancho, nos presenta a una enorme marrana echada sobre el lodoso y pestilente suelo de la cochiquera amamantando a una multitud de crías que, furiosamente se abalanzan sobre ella para succionarle las ubres. El pintor, en un ejercicio de técnica impresionante, ha conseguido que los rostros de las crías expresen el ansia desenfrenada por alcanzar antes que los demás la teta donde alimentarse. La posición de los pequeños cuerpos y sus escorzos dan a entender la tremenda lucha por llegar antes que los demás y obtener más alimento que los demás, para lo cual no dudan en arremeterse y atacarse.
El vergonzoso, repugnante, bochornoso y esperpéntico espectáculo que los políticos están dando desde que Pedro Sánchez anunció su moción de censura, me ha recordado ese cuadro alegórico sobre la política. Todos han visto – el primero Pedro Sánchez – la oportunidad de sacar partido, de mamar aún más de la teta del Estado a través de la marrana política y han convertido el Congreso y sus despachos en un patio de Monipodio. Se les ve, como a las crías del cuadro, ansiosos por llegar antes a la teta y por chupar más que el otro y para ello ofrecen sus bastardos favores a quien, mediante la moción de censura, les ha dado la oportunidad de aumentar su ración de beneficios y privilegios políticos que, naturalmente, emanan de esa marrana política. A ninguno de los políticos que andan mercadeando sus favores se les ha oído la palabra España ni la palabra españoles. Tan solo han hablado de lo que recibirán al contado o a plazos para beneficiarse ellos mismos y su partido, aunque para ello España quede esquilmada y en barbecho. Para ellos – el primero de ellos el señor Sánchez – la política es tan solo la excusa que les va a permitir succionar todo lo que puedan al Estado hasta dejarlo exhausto, a través de esa enorme marrana en la que se ha convertido nuestra política.
Manuel del Rosal
