Estaba claro. Cantó la gallina. Este ser egocéntrico, vanidoso, altanero que habla con faltas de ortografía, miembros y miembras, y que responde por Pedro Sánchez, alias Pedrito, se ha retratado: con «Podemos» a donde sea y con quien sea y al precio que sea. Es el mismísimo ZP -nada por dentro o por fuera, indigente cultural-, clonado en la factoría zapateril, pero con el honor de obtener la graduación de cum laude.
Estaba loco por la música. O sea, tocar pelo, que es otra de las metáforas que se utilizan para alcanzar el oropel, o el oro que cagó el moro, también vale. No he visto, en mis casi 40 años como director de TVE en las Cortes, un personaje más ambicioso -en sentido peyorativo- que este tal Sánchez. Se presentó a la secretaría general del PSOE cagándose en Franco, y argumentando que el general impidió a sus padres que él, Pedrito tuviera una carrera y luego hizo dos. Y no sacó el mayo del 68 a pasear porque ya sería para nota y además no casaba con su edad. Loa a ti señor, cuán grandes mentiras propaláis y veremos… (podemos).
Mas me desvío. Condena el secretario general socialista a los populares al ostracismo. Se puede pactar -dicta el iluminado- con todas la fuerzas políticas menos con Bildu y el Partido Popular. Le sale el odio por todos los poros de su resentido cuerpo. Oiga, ¿y por qué pactó usted con Rajoy una alianza contra el terrorismo yihadista? Para, a renglón seguido, reprobar la ley de seguridad ciudadana, que no es otra cosa que blindar, como debe ser, las instituciones del Estado ante los ataques desmesurados de los radicales de izquierdas (lo de la patada en la puerta de Corcuera fue otra cosa).
Decía Noel Clarasó que odiar es un despilfarro del corazón. El pollo socialista, que es un visceral de tomo y lomo, no ve al adversario político, ve al enemigo. Ni agua. Y como buen agnóstico, sin alma y sin valores pero sí con cuerpo para lucir el palmito siguiendo la máxima de vanitas, vanitatis, Sánchez hacía ascos preelectorales a los «Podemos «/os Queremos, y no se habían recolectado los votos cuando ya se daba el pico con El Coleta y sus cuates. Y cuentan que por las noches tiene sueños republicanos viéndose ya en la Moncloa con Rajoy de mayordomo para que al palacio le dé brillo y esplendor.
Por mi experiencia profesional, un rato larga, el socialismo ha tenido -y tiene, sálvese el que pueda- como arma poderosa la mentira. Tamaña aseveración provenía de todo un gran «demócrata» llamado Lenin que proclamaba que «con la mentira materializaremos la revolución».
Pedro Sánchez, por pactar, pacta hasta con el diablo. O con otra expresión grosera, hasta con su… El país se va a pique. Atizado por la irresponsabilidad de unos y otros. Esperanza Aguirre a fuer de sincera está metiendo la pata hasta el cocejón. Y más y más barones peperos. Que ya parecen pollos descabellados que tiran por no se sabe dónde; o sea, la calle del medio.
