La delegada del Gobierno en Canarias, Carolina Darias, ya no tiene tan claro eso de ir como cabeza de lista al Cabildo de Gran Canaria por el PSOE. La cuestión de fondo es que las encuestas que se manejan internamente no le dan un buen resultado a los socialistas y Darias prefiere agarrarse a lo seguro, una poltrona garantizada hasta el primer trimestre de 2012.
La delegada gubernamental en las Islas insistía hace unos días en que «seguiré desempeñando el puesto actual hasta que la dirección del partido entienda que pueda desarrollar otras funciones. Estoy en condiciones de afirmar que sigo trabajando en la Delegación del Gobierno hasta que mi partido entienda que pueda trabajar en otro destino», aseveró Darias con la boca pequeña.
Asegura la delegada del Gobierno que «la designación y propuesta de candidaturas le corresponde a la Ejecutiva Insular y hay que esperar». Pero la realidad a la que espera Darias es que el PSOE le encasquete el marrón electoral a otra persona. El calorcito que proporciona el despacho de la Delegación del Gobierno es demasiado tentador como para renunciar a él a cambio de la incertidumbre de las urnas.
A día de hoy, los sondeos electorales anuncian un triunfo del PP en Canarias, que tendría mayor repercusión en Gran Canaria, sobre todo en el Cabildo y en el Ayuntamiento capitalino. Darias era la opción que manejaba el PSOE, pero la interesada ya muestra menos querencia por una candidatura envenenada, sobre todo desde que el actual inquilino, el socialista José Miguel Pérez, juega más a candidato para el Gobierno regional, al igual que la pata que lo apoya en la institución, el líder de Nueva Canarias, Román Rodríguez.
