Si alguna vez se realizara un casting para la reedición de ‘Mentiroso compulsivo’, cinta protagonizada por el oligofrénico Jim Carrey, la delegada del Gobierno en Canarias tendría muchas papeletas para obtener el papel. Mintió y sigue mintiendo en relación a la denuncia que en su momento hicieron pública miembros de la Asociación Unificada de la Guardia Civil sobre la prohibición de comer y beber durante las horas de servicio delante de las pantallas del SIVE (Sistema Integrado de Vigilancia Exterior).
Lo peor de todo es que Carolina Darias pretende aspirar ahora al cargo de presidenta del Cabildo de Gran Canaria bajo las siglas del PSOE y lo hace enarbolando la bandera de la falsedad y de la mentira porque, tirando de hemeroteca, cuando los guardias civiles se quejaron de esa prohibición de beber y comer, la delegada dijo el 25 de agosto, textualmente, lo siguiente:
«Eso no es cierto y no es así y, por tanto, niego la mayor. Los guardias civiles que hacen una fantástico trabajo y son unos excelentes profesionales los que están al frente del servicio integral, mirando las pantallas, cada dos horas de trabajo tienen 10 minutos de descanso porque se requiere por ese tipo de trabajo y no hay inconveniente en poder beber agua y para comer algo, insisto, cuentan con diez minutos de descanso cada dos horas».
Pues bien, Periodista Digital ha tenido acceso a un documento esclarecedor y que echa por tierra los argumentos de la delegada del Gobierno. Los agentes destinados en el SIVE recibieron un correo el pasado 19 de agosto donde se les especificaba una serie de normas de obligado cumplimiento a partir de la recepción de la comunicación.
Entre esas reglas está la prohibición de tener en la sala cualquier tipo de alimento o de bebida, así como que tampoco puede haber periódicos, revistas, libros, aparatos tecnológicos que no sean los propios para la vigilancia costera, así como que tampoco puede haber en el sistema archivos que sean distintos a los de la labor que se desarrolla en ese espacio. El parte, adjunto en la foto, es sumamente clarificador y deja bien a las claras quién miente en esta historia.