Internet es flexible e infinito, por lo que, así como ofrece muchas oportunidades para aspectos productivos, también lo hace para amenazas cibernéticas. Pueden verse comprometidas la seguridad, la privacidad y la integridad de los bienes y servicios digitales.
En este escenario, la seguridad digital, más que una opción, se vuelve una necesidad para mantenernos a salvo. Esta es una guía para proteger nuestra navegación online y nuestra información:
El uso de VPN en redes públicas
El uso más conocido para las VPN es cambiar la dirección IP para conectarse a plataformas de streaming para acceder a contenido no disponible en nuestro país. Pero también tiene otra ventaja: ocultar la dirección IP original, con el fin de proteger los datos que enviamos de posibles intersecciones. Este riesgo aumenta considerablemente al conectar dispositivos a redes Wi-Fi públicas.
Si requieres conectarte a una en algún momento a una red pública, te recomendamos ocultar tu IP para proteger tus datos. Considera que el cambio de red podría ralentizar un poco la navegación, peor no debería ser un problema mayor.
Contraseñas seguras y autenticación de dos pasos
Las contraseñas funcionan como la primera capa de protección de las cuentas digitales. Y el error humano es la brecha de entrada. La mayor vulneración de esta viene de las informaciones personales que se emplean para formar las contraseñas. Fechas importantes, nombres de seres queridos, «123456» y parecidos son muy fáciles de adivinar. La mejor opción es crear contraseñas aleatorias, no guardarlas online y tener un respaldo en papel.
Otro consejo para las aplicaciones y páginas web que sean más importantes, es usar lo que se llama autenticación de dos pasos: se requerirá un segundo paso para dar permiso al acceso con un código temporal que llega por SMS o una app en el móvil, por ejemplo. Especialmente útil para la información más sensible y cuentas en las que se maneje dinero.
Dale especial cuidado a tus finanzas
Habiendo mecionado las cuentas en las que se maneja dinero, estas plataformas deberían tener una capa extra de seguridad: un correo electrónico dedicado exclusivamente para su registro y uso. El objetivo de esto es que nadie más sepa siquiera para qué usamos ese correo en específico: al no tener el correo para hackear, no hay por dónde empezar para vulnerar la contraseña. Por supuesto, no hay que compartir ese mail con nadie más.
No compartir información privada online
Continuando con la información que no se debería compartir, es demasiado importante saber que cada dato que compartimos se puede utilizar en nuestra contra, especialmente cuando se trata de desconocidos porque no solemos saber de sus intenciones. La dirección, el número de teléfono, una foto personal, número de identificación, cuál banco usas, etc., son datos que pueden ser utilizados para un ciberataque.
Un chat gratis es el lugar perfecto para conocer personas sin tener ningún tipo de conexión ni compromiso, lo cual es genial para hablar un rato con una identidad anónima, sobre todo para quienes gustan de la privacidad. Pero es precisamente en este tipo de webs en los que hay que extremar las precauciones para tener la mejor experiencia posible. Se debe a que, al no saber absolutamente nada del otro lado de la pantalla, tampoco conocemos sus intenciones.
Es preferible limitar las conversaciones al chat, mientras se va desarrollando la relación. Por supuesto, tomando las precauciones como cualquier persona fuera de la pantalla: si es alguien que muestra signos de agresión o una versión demasiado perfecta, la insistencia, el insinuar el compartir fotos de contenido inapropiado, etc. Si la amistad que hagas en el chat se llega a consolidar, puedes dar el paso a otra red social cada vez más personal. Puede ser, por ejemplo, el chat de un videojuego o de otra app que no incluya tu número de teléfono personal.
Ten las precauciones, pero también mantén la mente abierta a conocer personas con las que compartir de forma genuina. Que sea online no implica que no debas mantener el mismo nivel de precaución que cuando conoces cara a cara a una persona que te interesa, solo que con medidas adaptadas al medio digital.
Otro tipo de ataques cibernéticos: la descarga de software no oficial
La descarga de archivos es el medio por excelencia para infectar el ordenador o el móvil de virus que pueden acceder a nuestra información, o utilizar el dispositivo para minar criptomonedas o sincronizarse en ciberataques, lo que ralentizaría todo el sistema de forma significativa. Evita por completo descargar cualquier software o dar clic a un enlace si no provienen de una web oficial. Pueden ser medios para infectar con virus el dispositivo o robar datos a través de phishing. Cualquier confirmación extraña que te envíe el banco o plataformas online que manejen tus datos personales, verifica directamente en su web antes de hacer nada.
Como capa de seguridad extra: lo mejor es mantener nuestros dispositivos actualizados y hacer chequeos con un antivirus al menos una vez a la semana.

