CRISIS EN LA GUARDIA CIVIL POR PRESIONES POLÍTICAS

Antonio Balas Dávila: El jefe de la UCO en el punto de mira del PSOE y de Pedro Sánchez

La Unidad Central Operativa enfrenta cuestionamientos mientras asociaciones profesionales denuncian injerencias contra uno de sus mandos más destacados

Antonio Balas Dávila, UCO

La tensión entre el poder político y las instituciones de seguridad del Estado ha alcanzado un nuevo episodio crítico. El teniente coronel Antonio Balas Dávila, máximo responsable del departamento de Delincuencia Económica de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, se encuentra en el centro de una polémica que amenaza con socavar la independencia de una de las unidades más prestigiosas de las fuerzas de seguridad españolas.

Las últimas informaciones revelan un aparente intento por parte del PSOE de «acabar» con este alto mando, según denuncian diversas asociaciones profesionales del cuerpo. Esta situación ha generado una ola de indignación entre los miembros de la Benemérita, quienes ven en estas presuntas injerencias un ataque directo a la autonomía operativa de la institución.

La UCO: Una unidad de élite bajo presión

La Unidad Central Operativa, creada en 1987, representa la élite investigadora de la Guardia Civil. Esta división especializada se encarga de la investigación de los delitos más graves, incluyendo corrupción, narcotráfico, blanqueo de capitales y crimen organizado. Su prestigio se ha forjado a lo largo de décadas de trabajo riguroso, convirtiéndose en una pieza fundamental del sistema judicial español.

El departamento dirigido por Antonio Balas Dávila es precisamente el encargado de investigar los delitos económicos, que incluyen fraudes, falsificación de moneda y delitos graves de contrabando. Un área especialmente sensible cuando se trata de casos que pueden afectar a altas esferas políticas.

Daniel Fernández, vicepresidente y portavoz nacional de la asociación profesional Independientes de la Guardia Civil (IGC), ha sido contundente en su defensa de la UCO: «La UCO representa una de las unidades más prestigiosas y eficaces en la lucha contra la corrupción y el crimen organizado. Su independencia debe ser defendida sin ambigüedades. Cualquier intento de condicionar o desmontar su labor es un ataque directo al corazón del Estado de Derecho».

La reacción de los profesionales

La respuesta de las asociaciones profesionales no se ha hecho esperar. Desde IGC insisten en que «en una democracia consolidada, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado deberían poder desarrollar su trabajo con rigor, neutralidad y sin injerencias políticas de ningún tipo«. Una declaración que refleja la preocupación por lo que consideran un intento de interferir en la labor independiente de la UCO.

«Lamentamos profundamente que por parte de determinadas personas se pretenda interferir en las labores que realiza la UCO, una unidad que ha demostrado su excelencia profesional de forma independiente, imparcial y al margen de cualquier interferencia externa», ha manifestado Daniel Fernández, recordando además que la Guardia Civil sigue siendo «una de las instituciones más valoradas en España«.

El líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, también ha entrado en la polémica al señalar que percibe «olor a podrido» en la política con el gobierno de Pedro Sánchez, pidiendo apoyo para un cambio político. Estas declaraciones añaden más tensión a un escenario ya de por sí complicado.

La importancia de la independencia judicial

En un momento en que la Guardia Civil celebra sus 181 años de historia, este tipo de controversias ponen en entredicho uno de los valores fundamentales de la institución: su independencia operativa. Los guardias civiles defienden con firmeza la necesidad de mantener su autonomía profesional, especialmente en unidades como la UCO, que combaten delitos complejos con dedicación al servicio público.

La UCO, como órgano central del servicio de Policía Judicial de la Guardia Civil, tiene entre sus funciones establecer y mantener enlaces con otros servicios policiales nacionales e internacionales, realizar investigaciones a solicitud de jueces, tribunales o fiscales, y prestar apoyo a las Unidades Orgánicas territoriales de la Policía Judicial. Funciones que requieren absoluta independencia para ser efectivas.

Estructura y funcionamiento de la UCO

Para entender la relevancia de esta unidad y el impacto que podría tener cualquier injerencia política en su funcionamiento, es importante conocer su estructura. La UCO está dirigida por un Coronel de la Guardia Civil en servicio activo y se organiza en varios departamentos especializados:

  • Plana Mayor
  • Departamento de Apoyo Técnico y Operativo
  • Departamento de Investigación Criminal I (Delincuencia General)
  • Departamento de Investigación Criminal II (Delincuencia Económico-Tecnológica)
  • Departamento de Investigación Criminal III (Tráfico de Drogas y Contrabando)
  • Unidad Adscrita a la Fiscalía Especial Antidroga
  • Unidad Adscrita a la Fiscalía Especial Anticorrupción
  • Equipos Contra el Crimen Organizado (ECO)

Es precisamente en el Departamento de Investigación Criminal II donde ejerce su responsabilidad Antonio Balas Dávila, ahora cuestionado por presuntas presiones políticas.

Un cuerpo con 181 años de historia

La polémica surge en un momento simbólico para la Guardia Civil, que en 2025 cumple 181 años desde su fundación. Como recuerda Daniel Fernández, «la Guardia Civil sigue siendo una de las instituciones mejor valoradas por los españoles a lo largo de sus 181 años de historia, y así seguirá siendo, tal y como acredita su compromiso profesional y rigurosidad en todas sus actuaciones de forma completamente ajustada a la legalidad vigente».

Este aniversario, que debería ser motivo de celebración y reconocimiento a la labor de los agentes, queda empañado por controversias que afectan a la imagen y el funcionamiento de una de sus unidades más prestigiosas.

El futuro de la UCO

La resolución de esta crisis determinará no solo el futuro profesional de Antonio Balas Dávila, sino también el grado de independencia con el que podrá seguir operando la UCO. Las asociaciones profesionales han dejado clara su postura: defienden «con firmeza la autonomía operativa, la integridad profesional y el respeto institucional que merecen todos los agentes de la Guardia Civil».

El desenlace de esta situación será fundamental para entender el futuro de las relaciones entre el poder político y las instituciones de seguridad del Estado. Un equilibrio delicado que, según muchos expertos, resulta esencial para el correcto funcionamiento del Estado de Derecho en España.

Entre tanto, la UCO continúa con su labor diaria, investigando delitos complejos y contribuyendo a la seguridad ciudadana, mientras sus profesionales esperan que prevalezca el respeto a su independencia y profesionalidad, valores que han caracterizado a la Guardia Civil durante sus casi dos siglos de existencia.

La UCO fue creada específicamente para centralizar los casos de mayor investigación criminal en profesionales mejor preparados para atenderlos, convirtiéndose con el tiempo en una de las unidades más respetadas de la Guardia Civil. Cualquier intento de socavar su independencia podría tener graves consecuencias para la eficacia de la lucha contra el crimen organizado y la corrupción en España.

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