LA VIDA FELIZ SEGÚN UN GENIO DE SILICON VALLEY

Steve Wozniak, cofundador de Apple, te revela aquí la fórmula de la felicidad

Así nació su segunda ecuación: H = F³, donde F son tres ingredientes esenciales en inglés: Food (comida), Fun (diversión) y Friends (amigos)

Steve Wozniak.
Steve Wozniak. PD

Ojo al parche.

Si alguien esperaba que Steve Wozniak, el brillante cofundador de Apple, tuviera una receta compleja y tecnológica para la felicidad, estaba muy equivocado.

Este genio de la informática, conocido por su creatividad desbordante y su carácter afable, ha compartido en una reciente charla su fórmula secreta para ser feliz.

Y, contra todo pronóstico, se trata de una ecuación tan simple como efectiva:
H = S – F. Es decir, Happiness (felicidad) es igual a Smiles (sonrisas) menos Frowns (ceños fruncidos).

Wozniak contó que lleva décadas aplicando esta pequeña gran ecuación.

“Desde que la descubrí, pasara lo que pasara, he tenido mi propia fórmula de la felicidad en la vida”, relató ante un público que no podía evitar esbozar una sonrisa, corroborando su teoría.

La clave para él es restar importancia a las preocupaciones y sumar momentos positivos, algo que ni siquiera el éxito arrollador de Apple ha logrado mejorar en su escala de valores.

Pero hay más. A medida que los años pasaban y las experiencias vitales se acumulaban (incluidas alguna que otra anécdota digna de película), Wozniak decidió actualizar su receta.

Así nació su segunda ecuación: H = F³, donde F son tres ingredientes esenciales en inglés: Food (comida), Fun (diversión) y Friends (amigos).

Según este enfoque, el secreto para una vida plena está en disfrutar de los pequeños placeres cotidianos, reírse con los amigos y no dejar nunca de jugar.

Ciencia y cerebro: el lado más curioso de la felicidad

¿Es posible cuantificar algo tan etéreo como la felicidad? La neurociencia dice que sí… o al menos lo intenta. En los últimos años, científicos han rastreado cómo el bienestar se refleja en nuestro cerebro. Por ejemplo:

  • Las endorfinas, conocidas como las moléculas de la felicidad, viajan literalmente por nuestro neocórtex transportadas por proteínas como la miosina. Cada vez que sonreímos o disfrutamos de un momento agradable, estas sustancias se disparan.
  • La corteza frontal izquierda del cerebro se activa no solo con emociones positivas como la alegría, sino —y aquí viene la sorpresa— también con ciertos estados de enojo moderado. Un enfado bien gestionado puede incluso aportar sensación de control y satisfacción.

El propio Wozniak es un ejemplo andante de cómo aplicar estos hallazgos sin perder el humor ni el sentido lúdico. Tras fundar Apple y revolucionar el mundo digital junto a Steve Jobs —con quien protagonizó travesuras legendarias, como intentar hablar con el Papa usando tecnología casera— Wozniak decidió convertirse en maestro voluntario y divulgador creativo. “Diseñé el Apple I porque quería tener un ordenador para mí… y para mi gente”, ha confesado alguna vez. Esa motivación personal y directa conecta con lo que hoy sabemos sobre los vínculos sociales: compartir logros refuerza los circuitos neuronales del placer.

¿Por qué funcionan las fórmulas sencillas?

Las grandes preguntas suelen tener respuestas simples pero profundas. La psicología positiva lleva décadas estudiando qué nos hace realmente felices. Sorprendentemente, los factores clave coinciden bastante con las “tres F” de Wozniak:

  • Comida: No solo es fuente de energía; comer bien —y mejor aún si es en buena compañía— activa neurotransmisores como la serotonina.
  • Diversión: El juego reduce el estrés y estimula áreas cerebrales relacionadas con la creatividad y el aprendizaje.
  • Amigos: Las relaciones sociales satisfactorias son uno de los predictores más sólidos del bienestar a largo plazo.

Por si fuera poco, estudios recientes han demostrado que aprender cosas nuevas o retomar hobbies olvidados puede rejuvenecer el cerebro e incrementar sensiblemente nuestra sensación subjetiva de felicidad.

Curiosidades científicas sobre la felicidad

Aquí van algunas anécdotas y datos científicos para alimentar tu curiosidad:

  • La “neurona Jennifer Aniston” existe: algunos científicos han identificado neuronas específicas que se activan solo ante ciertos rostros o recuerdos especialmente felices.
  • La ira —bien canalizada— puede hacernos sentir poderosos e incluso contentos durante unos minutos, aunque a largo plazo no conviene abusar del recurso… ni lanzar objetos por casa.
  • Los experimentos con endorfinas muestran que incluso simular una sonrisa puede elevar nuestro estado de ánimo gracias a un sencillo bucle entre músculos faciales y cerebro.
  • Steve Wozniak tiene una sala con su nombre en Berkeley y hasta un día fue profesor voluntario solo para compartir lo aprendido con adolescentes curiosos; asegura que aquellos años le dieron más alegría que cualquier éxito empresarial.
  • En Japón existe desde 2017 un “Museo Internacional de la Felicidad”, donde los visitantes pueden medir sus propias endorfinas tras reírse o comer chocolate.

En definitiva, si hay algo que nos enseña tanto la ciencia como el propio Wozniak es que la felicidad no está reservada a los genios ni requiere algoritmos imposibles. Basta con sumar sonrisas, compartir una buena comida o dejarse llevar por la diversión en compañía. Y si alguna vez olvidas la fórmula… solo tienes que mirar a tu alrededor (o pedirle consejo a tu mejor amigo geek).

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