Gabilondo dice que ser pesimista es «un lujo burgués» e insta de nuevo a cerrar un Pacto por la Educación

El ministro de Educación, Angel Gabilondo, ha asegurado este domingo que ser pesimista es «un lujo burgués» y ha instado a cerrar un Pacto por la Educación dada la coincidencia existente en los principios fundamentales del esfuerzo, el respeto y la excelencia.

Gabilondo, quien ha participado este domingo en un acto de campaña en Zamora en el que ha arropado a los candidatos del PSOE a la Presidencia de la Junta y el Ayuntamiento, Oscar López y Manuel Fuentes, así como a la número uno a las Cortes, Ana Sánchez, ha aseverado que ser pesimista es un «lujo burgués». «El desánimo y la resignación son un lujo burgués».

«La de tiempo libre que hace falta para ser pesimista», manifestó antes de hacer un llamamiento a «trabajar» por el país, «luchar» por la educación y los vecinos y «dejarse de quejas, lamentos y lloriqueos». «Otra cosa es que tengamos espíritu critico», matizó antes de rechazar la conversión del país en «un concurso de discursos de lamento».

Por otro lado, el ministro se refirió al fallido pacto por la Educación, por el que de nuevo abogó debido a la coincidencia existente en torno a los principios fundamentales. «Esfuerzo, respeto, excelencia… estoy de acuerdo pero podríamos hacer un pacto por la educación dado que estamos de acuerdo en los tres principios fundamentales», aseveró.

«Creo en el acuerdo y el consenso. Sólo podemos trabajar a través del acuerdo y del consenso por una razón fundamental: nuestro objetivo no son sólo los nuestros sino toda la sociedad», recalcó antes de apuntar al problema del «cómo» se entienden esos principios y en el modo en que se «hacen valer».

Tras criticar el «uso partidista» que se hace de «asuntos de Estado» como el terrorismo, la educación o la energía, Gabilondo señaló que el Estado de las autonomías implica «más solidaridad y cooperación» contra el «individualismo». «El enemigo de una propuestas de convicciones es la indiferencia (*); el enemigo de las convicciones es el individualismo y el egoísmo», resaltó antes de reconocer que le «asusta mucho» la gente «que no cree en cosas» y la que le da «todo igual».

«Les puedo asegurar que no todos somos iguales en política», aclaró antes de referirse al «concepto erróneo» de quien cree que a ese mundo se accede para «medrar». «No merece la pena y no es verdad», recalcó antes de matizar que en política se está «por tener convicciones y valores» así como por » creer en cosas» y «luchar» por ellas.

«PERTRECHOS» Y CON «LASTRES»

A la campaña electoral hay que ir «pertrechos» como los romanos, con «convicciones, ideologías y legítimos intereses» y, pese a que es «bastante pesado» y a veces se puede tener la «tentación» de «soltar lastres» –la «impedimenta romana»–, Gabilondo apostó por conservarlos por ser en aquel tiempo «el agua, la comida, el mapa y la munición con la que defenderse».

«Como la suelten van a ir ligeritos directamente entonando himnos hacia el fracaso total», advirtió antes de recalcar que los socialistas no «renunciarán» a lo que «creen y piensan». «Ni los ciudadanos son una molestia ni nuestras convicciones un problema».

Gabilondo pidió disculpas por pedir el voto. «No basta con pedir, hay que merecerlo y tener humildad para reconocer que les necesitamos, que nos necesitamos. Sin apoyo ni participación no hay nada que hacer», explicó antes de aclarar que pedir el voto «no es pedir la adhesión personal» –» esto no es una secta»–.

Respecto a la educación –«por lo visto en algún tiempo debió de ser extraordinaria, mucho mejor que ahora»–, el ministro del ramo destacó que se trata de un «bien público» y que por tanto es «tarea de todos» –«aquí educamos todos»–, a lo que añadió que a la «libertad» de la que se habla al respecto de la enseñanza hay que sumar la justicia.

En el Día Nacional del Becario, el ministro tuvo un recuerdo para este colectivo y recorrió algunas de las cifras vinculadas a políticas sociales del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero: aumento de las becas en un 40 por ciento, 1.500 millones y el crecimiento del 12% del gasto en políticas sociales «y descontando el paro».

«Que viva la economía como ley de la casa pero hay que poner la educación en el corazón de la economía», subrayó. «Pertrechados con nuestros impedimentos les propongo que votemos y que votemos al PSOE; es mucho mejor por razones éticas de excelencia social ganar que perder, de verdad», concluyó.

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