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Denuncian que la tecnología de nuestros hospitales está «muy anticuada»

Denuncian que la tecnología de nuestros hospitales está "muy anticuada"
Mujeres en la ciencia y tecnología

La Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin) ha advertido de que el parque tecnológico de los hospitales españoles está «muy anticuado», por lo que, de acuerdo con sus cálculos, serían necesarias inversiones de 1.400 millones de euros en cuatro años para paliar esta situación.

Así se desprende del segundo estudio ‘Perfil tecnológico hospitalario y propuestas para la renovación de tecnologías sanitarias’, elaborado por Fenin en colaboración con las empresas del sector de Tecnología y Sistemas de Información Clínica, y que cuenta con información actualizada a lo largo del 2017 del nivel de obsolescencia de 11 familias tecnológicas sanitarias del conjunto de hospitales públicos y privados de España.

Las cifras de tecnología sanitaria instalada en las comunidades autónomas muestran que el parque global es «el más antiguo de las últimas décadas, en un entorno de creciente demanda y justo cuando la inversión y la innovación en sanidad deberían ser un elemento de la prestación sanitaria, además de un incentivo para la recuperación económica», critica Fenin.

Ante esta situación, la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria entiende que «Gobierno y comunidades autónomas deben afrontar conjuntamente el elevado nivel de obsolescencia de España facilitando la innovación y la incorporación de las nuevas tecnologías de forma más urgente antes de que sea muy difícil de recuperar».

Además, estiman que «debe considerarse el mantenimiento y la renovación de los sistemas digitales de perfusión de medicamentos, por el riesgo que representan para la seguridad del paciente y su correcto diagnóstico». «Se trata de un proyecto que está previsto se mantenga a lo largo de los años como observatorio del estado de conservación y antigüedad de estos equipos», ha indicado Margarita Alfonsel, secretaria general de Fenin.

La obsolescencia, detallan desde Fenin, es relevante porque incide directamente en la seguridad del profesional y el paciente. «En la actualidad hay equipos que están emitiendo radiaciones más elevadas de lo que sería necesario. Además, un equipo obsoleto aporta mucha menos información de la que puede proporcionar uno de última generación, algo que puede verse claramente en el terreno del diagnóstico por imagen», explican.

Para realizar este informe, la Federación ha solicitado a las empresas información sobre el parque instalado en hospitales públicos y privados para poder elaborar un estudio en el que se constatan algunos datos importantes sobre 11 equipos de alta tecnología: TAC (Tomografía Axial Computarizada), RM (Resonancia Magnética), HEM (Sala de Hemodinámica), ASD (Angiografía vascular intervencionista), ALI (Acelerador Lineal de Partículas), PET (Tomografía por emisión de positrones), MAMO (Mamógrafo), ECO (Ecógrafos), RCO (radiología Convencional), MON (Monitorización de pacientes críticos), SVI (Soporte Vital) y TEC (Terapias de Calor).

Algunos de los datos que se reflejan en el estudio apuntan que el 70 por ciento de los TACs, el 69 por ciento de los ecógrafos y el 81 por ciento de los equipos de soporte vital superan los 5 años de antigüedad. Estos datos, recuerdan desde Fenin, «no cumplen con las reglas de oro marcadas por COCIR (Comité de Coordinación Europea de la industria Radiológica, Electromédica y Sanitaria) en cuanto a obsolescencia». Esas reglas señalan, entre otros aspectos, que el 60 por ciento de los equipos debería tener menos de 5 años.

RECOMENDACIONES

Por último, el estudio sugiere una serie de recomendaciones, como abordar un plan de actualización tecnológica del equipamiento existente; establecer criterios de valor en los procesos de adquisición y renovación; establecer criterios de valoración de las inversiones en tecnología que tengan en cuenta el ciclo de la vida, la calidad y el servicio; evaluar el impacto de las nuevas tecnologías en la eficiencia de los procesos asistenciales; e inventariar los recursos tecnológicos disponibles.

Del mismo modo, propone asegurar un proceso de mantenimiento adecuado y cualificado que se ajuste a los protocolos del fabricante; designar y reforzar las funciones del responsable de vigilancia en los centros sanitarios; disponibilidad en cada centro superior a 200 camas de un técnico especialista en electromedicina; promover en colaboración con la industria la formación continua de los profesionales; e implicar a los diferentes profesionales sanitarios en el proceso de decisión.

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