Pamplona amaneció este domingo con las calles aún vibrando tras el penúltimo encierro de San Fermín 2025, una cita que pasará a la historia como una de las más peligrosas y veloces de los últimos años.
Los seis toros de La Palmosilla, procedentes de la provincia de Cádiz, protagonizaron una carrera marcada por el vértigo y la tensión, dejando tras de sí un reguero de heridos y momentos que ya circulan en bucle por las redes sociales.
El encierro, que apenas duró 2 minutos y 24 segundos, se cobró cuatro corneados (según el primer parte médico), además de otras asistencias por contusiones y golpes.
La velocidad brutal imprimida por los astados, especialmente en la primera mitad del recorrido —la emblemática Cuesta de Santo Domingo—, sorprendió incluso a los corredores más veteranos, que se vieron obligados a tomar decisiones rápidas entre el riesgo y la supervivencia.
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El ambientazo de la plaza hace que el encierro se viva a otro nivel ¡Es un planazo ver el espectáculo desde allí!#SanFermin #FeriaDelToro pic.twitter.com/wou2K986eG
— feriadeltoro (@feriadeltoro) July 13, 2025
Una manada desatada desde el primer segundo
Desde el lanzamiento del cohete, los toros gaditanos salieron disparados junto a los cabestros. Uno de ellos —un imponente toro negro— tomó la delantera en Santo Domingo, embistiendo sin titubear y lanzando por los aires a un mozo que intentó ponerse delante. El resultado: una cornada limpia en la pierna izquierda para el corredor y una caída estrepitosa tanto para animal como para humano, según relataron varios testigos presenciales.
La manada llegó compacta hasta Mercaderes, donde la clásica curva volvió a ser escenario de caídas múltiples. En ese punto crítico, otro mozo sufrió una herida penetrante en el cuello, mientras que en Telefónica se registraron lesiones en la zona lumbar y perineal. La llegada al callejón y la entrada a plaza mantuvieron el ritmo frenético: los seis toros entraron juntos, exhaustos pero todavía con energía para sembrar respeto entre los presentes.
Balance médico: heridas graves y mucha tensión
El parte médico provisional habla claro:
- Cuatro corneados: uno en pierna izquierda (Santo Domingo), otro en región lumbar, un tercero con herida penetrante en el cuello y un cuarto atendido en la enfermería de la plaza.
- Ocho asistencias: entre ellas contusiones torácicas, golpes perineales y heridas abiertas en brazos.
- Seis traslados al Hospital Universitario de Navarra, con tres heridos graves por asta y otros tres por traumatismos diversos.
Especialistas sanitarios destacaron la rapidez con la que se produjeron las atenciones, subrayando que “la masificación fue determinante” para este balance tan elevado. El propio despliegue sanitario debió redoblar esfuerzos ante la magnitud del suceso.
Los protagonistas: seis bestias con nombre propio
No hay encierro sin protagonistas animales. Los seis toros de La Palmosilla respondían a estos nombres y características:
| Nombre | Número | Peso (kg) | Capa | Nacimiento |
|---|---|---|---|---|
| Ardoso | 27 | 595 | Negro | Oct 2019 |
| Tinajón | 44 | 515 | Negro | Nov 2020 |
| Opíparo | 51 | 530 | Negro, algo mulato | Oct 2019 |
| Sucesor | 61 | 590 | Colorado chorreado verdugo | Nov 2019 |
| Mirloblanco | 66 | 575 | Negro listón | Oct 2019 |
| Timonel | 97 | 595 | Negro mulato chorreado | Feb 2020 |
Estos seis animales serán lidiados esta tarde por los diestros Fortes, Fernando Adrián y Ginés Marín, lo que añade aún más expectación a una jornada marcada ya por la épica.
Curiosidades y datos locos del séptimo encierro
- Velocidad punta: algunos expertos calculan que los toros alcanzaron hasta 40 km/h en Santo Domingo, haciendo prácticamente imposible para cualquier corredor aguantarles delante más de unos pocos metros.
- Cambio radical: hasta hoy, La Palmosilla tenía fama de nobleza; solo había causado un corneado en sus cuatro participaciones anteriores. Este año han roto sus propias estadísticas.
- Duración récord: lejos quedan los cuatro minutos largos del año pasado. La diferencia es abismal: entonces dos toros se quedaron rezagados; hoy toda la manada entró unida.
- Masificación extrema: se calcula que hubo aún más corredores que el sábado anterior. Las imágenes aéreas muestran auténticos ríos humanos apretujados contra las vallas.
Tradición, peligro y adrenalina
Como cada mañana sanferminera, las calles se llenaron desde temprano con cánticos al santo patrón —A San Fermín pedimos…— mientras miles se preparaban para desafiar al destino armado solo con un periódico enrollado. En esta ocasión, muchos tuvieron que lanzarse literalmente contra las vallas o al suelo para esquivar unas reses desbocadas.
El ambiente fue eléctrico: entre aplausos al paso de los animales, gritos de ánimo desde balcones repletos y silencios tensos cuando alguna cogida paralizaba por segundos toda la fiesta.
Pamplona vuelve a demostrar por qué San Fermín es mucho más que folklore: es riesgo real, emoción pura y una tradición viva que pone cada año a prueba tanto a corredores como a toros.
¿Qué queda tras la polvareda?
El séptimo encierro deja imágenes impactantes —mozos volando literalmente sobre el adoquinado— pero también preguntas sobre cómo gestionar mejor la seguridad ante carreras tan masificadas y rápidas. Y mientras tanto, La Palmosilla ya escribe su nombre en la leyenda sanferminera… aunque sea esta vez por motivos mucho menos tranquilos que otras ediciones.
