Somos millones los españoles que no estamos dispuestos a acostumbrarnos al aborto, afirma Benigno Blanco
El Consejo de Ministros aprobó este sábado el proyecto de la nueva ley del aborto, que estipula, entre otras medidas, que las jóvenes de 16 y 17 años puedan abortar sin el consentimiento de sus padres.
El borrador se enviará ahora al Parlamento para su debate. «Queremos ofrecer a las menores la más alta protección, el más estricto respeto a sus derechos fundamentales«, declaró la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, en la rueda de prensa posterior a la reunión semanal del Gobierno.
El Consejo de Estado recomendó al Ejecutivo que los padres de las muchachas de 16 y 17 años que decidan abortar fueran al menos informados de ello. De la Vega señaló que el proyecto legal contiene también una serie de medidas sanitarias y educativas cuyo propósito es «prevenir los embarazos no deseados para que ninguna mujer tenga que enfrentarse a la durísima decisión de abortar».
El Gobierno del PSOE propone que el aborto sea libre en las primeras 14 semanas de embarazo y que se permita hasta la semana 22 en caso de «riesgo para la vida y la salud» de la madre o de «graves anomalías del feto». En caso de «enfermedad extremadamente grave e incurable del feto», comités médicos creados al efecto podrán autorizar el aborto sin límite de tiempo.
La actual ley, que data de 1985, permite interrumpir el embarazo en caso de violación (hasta la semana 12), de malformación del feto (hasta la 22) o de «peligro para la salud física o psíquica de la madre» (sin límite de tiempo). Sectores católicos se han movilizado contra el proyecto de nueva ley del aborto y han convocado una gran manifestación en Madrid el próximo 17 de octubre, a la que el PP, sin sumarse oficialmente a ella, ha animado a los ciudadanos a ir.
En este sentido, el Foro Español de la Familia (FEF) manifestó que el proyecto de Ley de Salud Sexual y Reproductiva e Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) aprobado hoy por el Consejo de Ministros «degrada moralmente» al país y lo hace «más injusto e insolidario«.Asimismo, acusó al Gobierno de «atender y proteger los intereses de las clínicas que han convertido el aborto en un negocio» en detrimento del derecho a la vida «del ser humano más indefenso que es el aún no nacido». También lamentó «la absoluta indiferencia del Gobierno ante el drama por el que pasan las mujeres que se ven abocadas al aborto por falta de apoyos».
En este sentido, el presidente del FEF, Benigno Blanco, afirmó que el debate sobre el aborto «no sólo no está cerrado, sino que no lo estará ni siquiera si llega a aprobarse la ley». «Somos millones los españoles que no estamos dispuestos a acostumbrarnos al aborto, ni a legitimar a que su práctica sea legal; pues está en juego el derecho a la vida que es el sustrato de todos los derechos humanos», agregó.
Para Blanco, «mientras la sociedad no se comprometa activamente a través de las leyes, las políticas publicas, la defensa de la vida del niño desde el momento de la concepción y de la maternidad no viviremos en una sociedad justa y humanista».