Una juventud habituada a no esforzarse ni privarse de nada, no está preparada para hacer el cambio generacional. Y esto no es pesimismo, sino simple cálculo matemático
(Carmen Bellver).-La fiesta de la vida está en la calle y la suerte de miles de niños por nacer se encuentra en las manos de unos cuantos hombres y mujeres de buena voluntad. Cada vez que se sale al asfalto contra el aborto hay que hacerlo en forma positiva, no contra nadie, sino a favor de la vida, a favor de la familia, a favor de los derechos de los más débiles, de quienes no tienen voz. Hoy España se manifiesta, una vez más, el único deseo es que no se mezclen los temas. Hay que olvidar lo que divide para que podamos sumar y no restar.
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