Todos estamos llamados a esta conversión personal que nos pide salir de nuestro mundo de sólida indiferencia ante los males del mundo y vivir la propuesta de la misericordia a todos los niveles
(Iglesia Viva).- Coincidiendo con el cuarto Aniversario de Francisco como obispo de Roma, Iglesia Viva acaba de publicar su número 269 La conversión pastoral que Francisco propone a la Iglesia.
Estamos en un momento extremadamente crítico en la Iglesia, donde la figura del nueva papa está siendo verdadera piedra de escándalo para muchos. Nunca en la época moderna se había visto una tal oposición al programa de un pontificado.
Oposición de fondo al cambio que propone Francisco a la Iglesia y a quienes en ella mandan. Para responder de manera más fiel al auténtico Evangelio de Jesús.
En el número que presentamos a los lectores hemos contado con tres articulistas de peso que nos dan una visión clara de esta conversión que propugna Francisco.
El primero de los ESTUDIOS lo realiza Luis Aranguren. El autor analiza la circunstancia en la que se debe dar esa conversión pastoral. Es necesario señalar los síntomas que hacen necesaria la conversión pastoral en la línea de la Iglesia en salida de Francisco.
Jesús Martínez Gordo hace un fino análisis en el segundo de los ESTUDIOS. Muestra cómo el Papa Francisco ha sido capaz de romper la inercia de los dos pontificados anteriores, pero desde sus mismos presupuestos, desmontando desde el comienzo las armas de los fundamentalistas que lo acusan de destruir la Iglesia.
El último de los ESTUDIOS del número corre a cargo de Ramón Prats i Pons. En él muestra la coherencia teológica, espiritual y pastoral del proyecto de renovación eclesial que está llevando a cabo el Papa Francisco desde hace muchos años antes de ser elegido Papa y, al mismo tiempo, la manera como los cristianos podemos cooperar a este objetivo de renovación evangélica de la Iglesia.
Como siempre, contamos en la este número con otras secciones que aportan elementos interesantes a la reflexión de fondo. En CONVERSACIONES CON… traemos dos conversaciones distintas, pero complementarias. Una con Javier Baeza, el cura de Entrevías, donde podemos vislumbrar un proceso de conversión pastoral de la Iglesia en construcción.
Y otra con Martin Scorsese, a propósito de su película Silencio, que también comentamos en la sección de SIGNOS, y que tanto ha impactado desde su estreno. En la sección ANÁLISIS SOCIORRELIGIOSO contamos con un preciso trabajo de explicación de lo que es y la viabilidad de la Renta Básica Universal.
Queremos con ello contribuir al debate que será de largo recorrido en un mundo donde el trabajo ya no es la forma de integrar a la población en la sociedad. Después, cinco SIGNOS DE LOS TIEMPOS nos hablan de realidades diversas que están emergiendo a nuestro alrededor y que son puntos de referencia para ir pensando el cambio epocal que vivimos.
En primer lugar el encuentro de Bostón de Teología Iberoamericana donde se han reunido durante una semana una treintena de teólogos de uno y otro lado del Atlántico para intentar conformar un espacio de diálogo, reflexión y difusión de la Teología para este siglo desde la perspectiva iberoamericana.
El segundo SIGNO es una metáfora de Ana María Schlütter, necesitamos antenas para captar la realidad, perdidos en la jungla de la sociedad posmoderna, consumista y destructora. El zen, esa es su propuesta, es una de estas antenas. El siguiente SIGNO es la reflexión de Villacañas después de Vistalegre II, una apuesta de Iviva por el debate necesario para conformar un espacio de transformación social que necesita este país. Este deseo de renovación conecta con la conversión pastoral de Francisco que tan bien ha plasmado Antonio López Baeza en su Carta a un presbítero de la Iglesia católica.
Antes de los tres libros recensionados, cerramos el número con una PÁGINA ABIERTA donde recogemos un extracto del discurso del Papa Francisco a la curia donde propone los criterios para la reforma de la Iglesia. Todos estamos llamados a esta conversión personal que nos pide salir de nuestro mundo de sólida indiferencia ante los males del mundo y vivir la propuesta de la misericordia a todos los niveles. Hombres y mujeres nuevos, transformados, harán una Iglesia radicada en el Evangelio y construirán un mundo como el Reino de Dios.