ALCARAZ SORPRENDE EN EL US OPEN CON SU NUEVA IMAGEN

El misterio de la rapada de Carlos Alcaraz: entre el error, la moda y la funcionalidad en pista

Carlos Alcaraz debuta en el US Open luciendo cabeza rapada, un gesto que desata especulaciones y recuerda otras historias capilares del tenis

Tiafoe se ríe el corte de pelo de Alcaraz
Tiafoe se ríe el corte de pelo de Alcaraz. PD

En otros tiempos, habrían dicho las madres que el chaval no tiene espejo en casa, pero la cosa no va de bellaza.

El corte de pelo de Carlos Alcaraz, una rapada digna del cuerpo de marines, va de otra cosa.

La pista central del Arthur Ashe Stadium se detuvo por un instante cuando Alcaraz saltó a jugar su partido inaugural del US Open 2025.

No fue por su derecha prodigiosa ni por el revés a dos manos que tanto ha perfeccionado, sino por su aspecto: el joven murciano apareció con la cabeza completamente rapada, generando un revuelo inmediato entre aficionados, rivales y hasta los comentaristas más veteranos.

El mundo del tenis se preguntaba al unísono: ¿qué ha pasado con la melena de Alcaraz?

A día de hoy, 26 de agosto de 2025, la explicación oficial tiene poco de épica y mucho de cotidiana.

Según contó el propio tenista en rueda de prensa, todo empezó con una simple intención de recortar un pelo que ya consideraba demasiado largo.

El problema surgió cuando, confiando en las dotes de su hermano y una máquina cortapelos, el resultado fue tan accidentado que no quedó otra salida que afeitarse por completo.

“La única manera que había de arreglarlo era afeitarlo por completo”, confesó entre risas. Eso sí, admitió que no le gusta nada verse así, aunque al menos el sentido del humor no le falla:

“Me estoy riendo mucho con la reacción de la gente; era muy extraño verme tan blanco y sin pelo”.

Cuando el pelo es parte del juego (o del personaje)

Los comentarios entre compañeros no se hicieron esperar. Frances Tiafoe bromeó calificando el look como “horrible”, aunque reconocía que era gracioso ver a su colega tan cambiado. El asunto trascendió lo meramente estético para recordar una larga tradición tenística en la que el pelo (o su ausencia) ha jugado un papel casi tan importante como la raqueta.

Y es que el sudor y el cabello son viejos enemigos sobre la pista. Un tenista profesional puede perder hasta tres litros de agua en un partido intenso; mantener la visión despejada es fundamental cuando cada punto puede ser decisivo. Por eso, no es casualidad que muchos opten por cortes prácticos o directamente recurran a cintas o gorras técnicas. Las bandas para la cabeza y las gorras no solo son accesorios estéticos: permiten evitar que el sudor y los mechones rebeldes bloqueen la visión, además de ofrecer protección solar en partidos al aire libre. La tecnología textil ha evolucionado para crear materiales absorbentes y transpirables, como las gorras Nike Dri-FIT ADV Club, diseñadas específicamente para mantener seca la frente incluso bajo el sol neoyorquino.

Pelucas, cintas y gorras: historia capilar del tenis

La anécdota de Andre Agassi es ya parte inseparable del folclore tenístico. El estadounidense, icono rebelde y referente pop durante los años noventa, confesó décadas después que jugó parte de su carrera con peluca para disimular una incipiente calvicie que le preocupaba más que cualquier rival. En 1994 dejó atrás definitivamente el postizo y apostó por la cabeza rapada, ganando así su primer Abierto de Australia con ese look renovado y una actitud liberadora. El hecho fue tan comentado como celebrado: nunca antes una peluca había tenido tanto peso en una final de Grand Slam.

Las cintas para la cabeza también han sido protagonistas silenciosas del circuito. Basta recordar los estilismos ochenteros o las imágenes icónicas de Björn Borg con su cinta blanca sujetando su melena rubia. Para muchos jugadores —y especialmente para quienes sudan abundantemente— estos complementos marcan la diferencia entre mantener los ojos en la bola o acabar cegados en pleno peloteo.

Por supuesto, las gorras tienen sus propias reglas en función del tipo de pista y las condiciones meteorológicas. En partidos al aire libre o bajo altas temperaturas como las neoyorquinas en agosto, una gorra técnica puede ser tan determinante como una buena preparación física: protege del sol directo, reduce el riesgo de golpes de calor y ayuda a mantener la concentración cuando el marcador aprieta. Eso sí, no todos los modelos valen: una gorra mal ajustada puede convertirse en un engorro peor que cualquier peinado fallido.

El factor psicológico y social detrás del cambio

Aunque Alcaraz haya restado importancia al episodio —“simplemente sentía que mi pelo estaba ya muy largo”— lo cierto es que cualquier modificación radical en la imagen pública de un deportista se convierte hoy en material viral instantáneo. Las redes sociales han amplificado cada gesto y cada corte; lo anecdótico se convierte en tendencia o meme globalizado en cuestión de minutos.

No faltan quienes ven detrás del rapado una forma sutil (o accidental) de rebajar presión mediática justo antes del torneo más exigente del calendario estival. Otros recuerdan casos como los de Demi Moore o Cara Delevingne, celebridades que apostaron por afeitarse la cabeza como declaración estética o reivindicación personal. En el fondo, todos acaban preguntándose lo mismo: ¿hasta qué punto influye realmente el peinado —o su ausencia— en el rendimiento deportivo?

Curiosidades capilares del tenis profesional

  • Andre Agassi jugó varios años con peluca antes de asumir públicamente su calvicie.
  • Las bandas para la cabeza fueron popularizadas por leyendas como Björn Borg o John McEnroe.
  • Muchos jugadores optan por cortarse el pelo muy corto antes del inicio del verano o grandes torneos para combatir el calor.
  • Las gorras técnicas actuales incluyen tejidos inteligentes capaces de evacuar sudor y proteger contra rayos UV.
  • En 1996, Demi Moore impactó al mundo al raparse para su papel en “G.I. Jane”; desde entonces varias celebrities han normalizado este gesto.
  • El sudor puede provocar hasta cinco litros de pérdida hídrica durante partidos largos a cinco sets bajo altas temperaturas.
  • La reacción viral al cambio radical de Alcaraz demuestra cómo lo anecdótico sigue conquistando titulares incluso en pleno siglo XXI.

Nunca un mal uso de la maquinilla capilar había generado tanto debate táctico ni arrancado tantas sonrisas a pie de pista —y quién sabe si también algún punto extra bajo el sofocante sol neoyorquino.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído