La situación se repite en el Bernabéu, como un eco del pasado: resultados decepcionantes, incertidumbre en las gradas, tensión en los despachos y un nombre que resuena en el aire.
Zinedine Zidane vuelve a estar en el punto de mira de Florentino Pérez, justo cuando Xabi Alonso se encuentra ante su primera gran crisis como técnico del Real Madrid. Y, como es habitual en esta institución, todo se concentra en un único encuentro: el inminente choque de Champions contra el Manchester City de Guardiola.
Hoy, 9 de diciembre de 2025, el Madrid navega entre la melancolía y la angustia deportiva. En la cúpula se discuten cuestiones tácticas, dinámicas de vestuario y preparación física, pero sobre todo, se cuestiona el futuro inmediato: ¿qué decisiones tomar si el equipo sucumbe ante el City y se desmorona el proyecto Alonso antes de las fiestas navideñas?
En las oficinas del club existe una convicción clara: el enfrentamiento contra el City es, al menos, un “match ball” emocional y político para Xabi Alonso.
En las últimas horas han emergido varios puntos comunes en distintos análisis: solo una “hecatombe” –una derrota abultada ante el City o dos tropiezos consecutivos frente al City y al Alavés– harían casi inevitable la salida del vasco.
Tras caer 0-2 ante el Celta, se llevó a cabo una reunión nocturna en Chamartín para evaluar seriamente su posible destitución. Una frase inquietante ha comenzado a circular entre los directivos: “Tal vez haya que despedir al entrenador”.
El contexto deportivo respalda este murmullo:
- El Madrid solo ha logrado una victoria en los últimos cinco encuentros de Liga, un registro que muy pocos entrenadores han podido superar recientemente.
- El equipo carece de una identidad clara en su juego y no muestra continuidad competitiva.
- La afición está distante.
Si el Madrid fracasa ante el City, lo más probable es que sea complicado detener la presión interna que exige la destitución de Xabi, sin importar cuánto valore la entidad su figura y su proyecto inicial de tres años.
Zidane, un plan sentimental… pero complicado
En la mente colectiva blanca, Zidane aparece como la solución más sencilla: conoce bien la casa, al vestuario, al presidente y sabe gestionar la presión como pocos. Con tres Champions seguidas y dos Ligas en su haber, su palmarés habla por sí mismo. Además, su relación con Florentino sigue siendo “muy estrecha”, casi personal.
Sin embargo, las circunstancias han cambiado desde 2025: Zidane tiene claro desde hace tiempo que su objetivo es ser seleccionador de Francia después del Mundial 2026.
Su entorno subraya que ese es su sueño y prioriza ese puesto sobre cualquier regreso inmediato al Madrid. Algunas versiones indican incluso que ya tiene un compromiso verbal para asumir ese cargo tras finalizar el torneo.
Dentro del club y entre analistas próximos al Real Madrid ha surgido una idea casi emocional: si Florentino logra convencer a Zidane para dejar atrás sus aspiraciones con Francia y aceptar volver al Madrid, se convertiría en el “candidato número uno”, superando a cualquier otra opción.
No obstante, desde los círculos mediáticos reconocen que sería “muy complicado, aunque no imposible”. Traducido al lenguaje del Bernabéu: Florentino lo intentará pero sabe que no está todo bajo su control.
Klopp, Arbeloa, Raúl… y esa sensación de tener pocas cartas
Por otro lado, hay que mencionar que Zidane no es la única opción sobre la mesa del club; aunque sí representa la alternativa más simbólica.
Recientemente han resonado otros nombres:
- Jürgen Klopp:
- Es uno de los grandes deseos del presidente desde hace años; algunos lo ven incluso por delante de Zidane en sus preferencias.
- Aunque oficialmente está “retirado” de los banquillos, hay quienes creen que podría considerar una llamada del Madrid.
- Sin embargo, no está claro si desea regresar inmediatamente o si encajaría bien en un aterrizaje repentino a mitad de temporada.
- Álvaro Arbeloa:
- Actualmente dirige al Castilla; es bien valorado internamente y cuenta con buena conexión con las estructuras del club.
- Se le considera más como una solución temporal que como una apuesta sostenible para varios años.
- Raúl González:
- Algunos miembros importantes lo ven como un candidato idóneo por su carácter y conocimiento del vestuario.
- Sin embargo, no logra convencer completamente a Florentino; esto explica parcialmente su salida del Castilla.
En múltiples análisis surge una idea común: el Madrid no ve a Arbeloa, Solari o Raúl como respuestas viables a largo plazo para esta plantilla. En otras palabras, si Xabi es destituido tras el partido contra el City, podrían verse obligados a improvisar un relevo temporal mientras esperan respuestas afirmativas para Zidane o Klopp durante el verano.
El malestar con la preparación física: del mito Pintus al método Xabi
Paralelamente al debate sobre quién estará al mando del banquillo también ha crecido un descontento interno hacia la preparación física del equipo. No solo por las lesiones sufridas sino también porque parece que el Madrid no llega con la competitividad necesaria para afrontar grandes partidos.
Con Xabi Alonso llegó también un cambio significativo: decidieron prescindir de Antonio Pintus, quien había sido fundamental durante más de diez años; ahora apuestan por un modelo más moderno liderado por su propio equipo.
Se habla cada vez más sobre tener “menos músculo” y centrarse más en métodos diferenciados según las cargas físicas requeridas; además se da mayor protagonismo a tecnología preventiva. Con pretemporadas breves y partidos cada tres días han surgido dudas entre varios preparadores físicos consultados por medios nacionales; consideran “imposible” llegar bien preparado para afrontar los primeros grandes desafíos con tan poco tiempo disponible para trabajar.
En este contexto han empezado a circular críticas internas hacia cómo responde físicamente el equipo: falta de chispa durante las presiones altas o problemas musculares más frecuentes de lo esperado han generado preocupación respecto al desgaste prematuro mostrado por algunos jugadores clave.
No solo se trata de señalar responsables; también se pone bajo examen la coherencia entre lo planteado por Xabi –muy exigente sin balón– y cómo está realmente conformada la plantilla. Si exige presionar continuamente pero sus jugadores no están listos para mantener ese ritmo exigente durante todo un partido resulta evidente cómo puede derivar eso hacia un Madrid frágil e incapaz dependiendo demasiado solo de sus individualidades.
Vestuario, pizarra y afición: tres frentes debilitantes para Xabi
Más allá de las cifras frías está claro que los problemas para Xabi Alonso provienen principalmente desde tres frentes preocupantes actualmente tanto dentro como fuera Valdebebas:
- Vestuario
- Se habla ya incluso acerca de una ruptura casi total dentro parte importante grupo.
- Se estima que después siete meses todavía no ha logrado dominar “de puertas adentro”.
- Fútbol
- El equipo carece completamente aún hoy día alguna forma reconocible jugando juntos mientras sus planes estratégicos parecen fracasar con los pesos pesados plantilla.
- En medio campo luchan cuando les toca defender; así rompen presiones continuamente generando más concesiones defensivas frente ataques rivales.
- Afición
- La relación con los seguidores permanece fría e incluso distante.
- Entre directivos preocupa mucho cómo perciben hinchas actual técnico siendo considerado uno menos apoyados últimos años.
En este panorama resurge nuevamente figura Zidane también buscando servir antídoto emocional necesario; para muchos jugadores aficionados representa entrenador ideal capaz proteger vestuario rebajar tensiones mediáticas momentos máxima presión.
