La nueva normativa de emisiones va a suponer un revulsivo más para el mercado de ocasión, un segmento que ya llevaba un crecimiento de doble dígito en la primera mitad del año. ¿Sabes por qué?
El mercado de coches de ocasión no para de consolidarse como una alternativa de compra con una fuerte tendencia al crecimiento, y no es solo por lo rentables que salen los coches usados o seminuevos, sino porque la llegada de la nueva regulación anti emisiones que entra en vigor el 1 de septiembre va a ser un espaldarazo definitivo.
El Procedimiento Mundial Armonizado para Ensayos de Vehículos Ligeros (WLTP), que sustituirá al Nuevo Ciclo de Conducción Europeo (NEDC), supondrá que desde el mes que viene todos los vehículos nuevos deberán pasar pruebas de control más estrictas, por lo que los concesionarios están procediendo a un fuerte aumento de las matriculaciones tácticas de cara a «evitar» el aumento de gravamen al que la mayoría de modelos se va a ver sometido. En realidad, son «automatriculaciones», y esas unidades se venderán luego como coches de segunda mano seminuevos.
Estos coches se matriculan pues a nombre del concesionario, de manera que quedan exentos de la nueva regulación y por tanto del incremento de la tasa de matriculación, que se prevé elevado. Estas unidades van a ser un gran reclamo para los clientes a la vuelta del verano gracias a los descuentos que ofrecerán, uniéndose además a las ventas de los rent a car, que este año intentarán compensar la mala temporada con saldos de sus flotas.
Es cierto que la normativa permite la venta de hasta el 10% de los coches en stock hasta el 31 de diciembre, pero al sector le han entrado las prisas y ha acelerado este proceso ya desde julio, razón por la que se han visto incrementos de las matriculaciones de doble dígito. Las propias marcas animan a los concesionarios a hacerlo con las unidades en depósito porque si se esperan a septiembre tendrían que emitir una nueva ficha técnica para venderlos.