TRAICIÓN EN EL GUADALQUIVIR

Este es ‘Cobe Brayan’, el agente a sueldo del narco que saboteaba patrulleras de la Guardia Civil y cobraba 30.000 euros por lancha de cocaína

El debate político: la responsabilidad de Marlaska

El agente Verdugo, alias Cobe Brayan
El agente Verdugo, alias Cobe Brayan, según la IA. PD

El agente de la Guardia Civil José María Verdugo Domínguez (conocido en el caso como «Cobe Brayan»fue detenido en 2025 por su implicación en una red de narcotráfico.

Trabajaba como mecánico en el Servicio Marítimo de la Guardia Civil desde 1994.

Según las investigaciones policiales, saboteaba intencionadamente las patrulleras del cuerpo para facilitar el paso de lanchas cargadas de cocaína por el río Guadalquivir, cobrando unos 30.000 euros por cada operación exitosa.

Proporcionaba información privilegiada a los narcos sobre las embarcaciones de la Guardia Civil, sus averías inducidas y los patrones de vigilancia (incluyendo colaboración con un compañero del SIVE).

En conversaciones intervenidas (vía apps como Signal), se le escucha coordinando con capos como «el Hijo del Marqués» para asegurar alijos millonarios (por ejemplo, uno de más de una tonelada de cocaína valorada en 15 millones de euros).

Al registrar su domicilio, se le encontraron más de 214.000 euros en efectivo escondidos.

El 28 de noviembre de 2025, ingresó en prisión preventiva (provisional, sin fianza) por orden judicial, mientras continúa la instrucción del caso por delitos graves como pertenencia a organización criminal, cohecho, revelación de secretos y colaboración con el narcotráfico.

‘Cobe Brayan’ representa de manera contundente el desgaste del Estado frente al narcotráfico en el Campo de Gibraltar y el Guadalquivir.

En un contexto preocupante: un aumento de la violencia entre los narcotraficantes, una sensación de inferioridad material entre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y un historial reciente de agentes corruptos que han sido procesados por colaborar con esos clanes.

Todo esto envuelto en la sombra política del manejo del dispositivo antidroga por parte de Fernando Grande-Marlaska, especialmente respecto a la desprotección que denuncian los agentes destacados en el Campo de Gibraltar y el Guadalquivir.

El agente que jugaba en los dos bandos

De acuerdo con lo que se ha revelado en el sumario y las filtraciones posteriores, ‘Cobe Brayan’ —un apodo que recuerda al fallecido jugador de la NBA— ocupaba una posición crítica dentro de la lucha contra el narcotráfico: formaba parte del Servicio Marítimo de la Guardia Civil en una zona caliente como es el Estrecho y la desembocadura del Guadalquivir.

Su modus operandi, según los investigadores, seguía siempre un patrón similar:

  • Tenía acceso a información privilegiada sobre turnos, rutas y capacidades operativas de las patrulleras.
  • Negociaba con organizaciones narcotraficantes para sabotear motores o sistemas clave en ciertas embarcaciones.
  • Por este servicio, percibía 30.000 euros por cada narcolancha cargada de cocaína que lograba pasar gracias a ese “apagón” interno.
  • Sus contactos en el narcotráfico conocían previamente qué patrullera no iba a poder salir, qué tripulación estaba debilitada y cuándo tanto el río como la costa estaban “limpios”.

No se trataba simplemente de dar chivatazos: el núcleo del caso involucra un sabotaje directo al material del Instituto Armado, lo cual representa una traición doblemente grave. En primer lugar, permitía la entrada incontrolada de grandes cargamentos. En segundo lugar, dejaba desprotegidos a compañeros suyos que arriesgaban sus vidas ante las mismas embarcaciones que él facilitaba.

En los documentos manejados por el juzgado se especifican movimientos financieros, conversaciones interceptadas y patrones recurrentes de fallos “misteriosos” en ciertas lanchas durante días clave para la entrada de alijos. Es un caso que la Guardia Civil reconoce como un duro golpe a su prestigio interno; no obstante, también lo utilizan mandos y sindicatos para exigir más control interno y mejores recursos materiales.

Una exclusiva periodística con nombre y apellidos

El caso de ‘Cobe Brayan’ ha cobrado notoriedad gracias a una exclusiva publicada por Andros Lozano en El Mundo, donde se ha ido desvelando la identidad operativa del agente, su papel dentro del Servicio Marítimo y cómo se desarrollaba su sistema de pago por cada lancha cargada con cocaína. El reportaje ha puesto bajo la lupa diversas cuestiones:

  • La corrupción interna en la Guardia Civil mientras se libra una guerra contra el narcotráfico.
  • La relevancia del Guadalquivir y del Campo de Gibraltar como corredores estratégicos para las drogas.
  • La notable brecha material entre narcolanchas potentes y las patrulleras oficiales.

El impacto mediático no proviene solo del personaje central, sino también del mensaje subyacente: si un único agente decide cobrar para “apagar” una patrullera desde una posición estratégica, la balanza se inclina aún más hacia los clanes.

Una lista que crece: agentes corruptos en la lucha contra el narco

La historia de ‘Cobe Brayan’ no es un caso aislado. En años recientes, se ha acumulado una serie alarmante de detenciones entre policías y guardias civiles vinculados directa o indirectamente al narcotráfico en el sur español. El patrón es reiterativo: muchos operaban donde la presión del narcotráfico es más intensa; allí donde salarios bajos, horarios exigentes y riesgos elevados chocan con ofertas económicas tentadoras.

Algunos ejemplos recientes son esclarecedores:

  • Guardia Civil en el Campo de Gibraltar
    • Agentes procesados por filtrar información sobre registros y operaciones a clanes dedicados al tráfico de hachís y cocaína a través del Estrecho.
    • Casos documentados donde guardias vigilaban descargas o hacían la vista gorda a cambio de pagos o favores materiales.
  • Policías nacionales en Andalucía occidental
    • Investigaciones internas sobre posibles chivatazos durante operaciones contra narcolanchas que navegaban por el Guadalquivir.
    • Recientes detenciones han involucrado agentes acusados de facilitar almacenamiento seguro o incluso involucrarse en “pérdidas” sospechosas relacionadas con droga intervenida.
  • Otros cuerpos locales y mandos regionales
    • Policías locales en áreas costeras como Cádiz y Huelva están siendo investigados por avisar sobre controles o refuerzos policiales.
    • Se han dado casos donde los narcotraficantes han utilizado a familiares de agentes como intermediarios para blanquear dinero o intercambiar información.

Todo esto encaja dentro lo que tanto la Fiscalía como algunos sindicatos describen como un ecosistema constante de presión sobre los agentes desplegados en Cádiz, Sevilla y Huelva; donde cada vez que aumenta la violencia también emergen nuevas tentativas para corromper a quienes deben contenerla.

Pistolas contra fusiles: la desigualdad estructural en el Guadalquivir y Barbate

El escándalo protagonizado por ‘Cobe Brayan’ cobra mayor sentido cuando se analiza junto al clima generalizado de inferioridad material denunciado repetidamente por los agentes durante años. En el río Guadalquivir y en toda la región del Campo de Gibraltar, los operativos contra el narcotráfico enfrentan una realidad clara:

  • Los clanes cuentan con narcolanchas dotadas de alta potencia, motores fuera borda sofisticados, chalecos antibalas, armamento pesado como fusiles tipo AK-47 y logística profesional.
  • Muchos dispositivos policiales están equipados con patrulleras más lentas, recursos limitados e incluso carecen del equipamiento adecuado para todo su personal.
  • La tragedia ocurrida en Barbate, donde dos guardias civiles perdieron la vida arrollados por una narcolancha, hizo evidente esta notable desigualdad entre narcos y Guardia Civil, algo que también han observado representantes del Parlamento Europeo.

Un reciente tiroteo ocurrido en Isla Mayor (Sevilla), mientras se llevaba a cabo una operación contra un punto crítico relacionado con rutas narcotraficantes del Guadalquivir, dejó a un agente nacional gravemente herido tras recibir disparos mientras los criminales respondían con fuego automático.
Los investigadores junto con los sindicatos resumen esta disparidad con una frase común entre los agentes: pistolas contra fusiles. Y añaden:

  • Ellos disponen ya no solo de fusiles automáticos sino también chalecos reforzados, lanchas más rápidas e iniciativa táctica superior.
  • Los efectivos policiales muchas veces solo cuentan con armas cortas reglamentarias así como protección limitada; enfrentándose así a escenarios abiertos donde los narcos no dudan en disparar para abrirse paso.

En este panorama tan complejo, resulta alarmante que un guardia civil adscrito al Servicio Marítimo como es ‘Cobe Brayan’ decida aceptar sobornos por 30.000 euros por lancha; esto no solo representa corrupción sino también amplifica el riesgo para sus compañeros quienes posteriormente deben salir a patrullar sabiendo que sus adversarios están mejor armados e informados.

El debate político: la responsabilidad de Marlaska

La faceta política del caso no puede pasarse por alto. Cada nuevo episodio violento o corrupto registrado en el sur reabre continuamente el debate sobre cómo está gestionando todo esto el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska:

  • La reciente disolución del OCON Sur —unidad especializada dentro de la Guardia Civil enfocada específicamente al narcotráfico— sigue generando críticas intensas. Un informe elaborado por eurodiputados tras visitar esta área señala dicha decisión como un claro retroceso operativo e insta a recuperar fuerzas estables dedicadas exclusivamente al combate contra estos grupos criminales.
  • Tanto asociaciones como sindicatos vinculados a Guardia Civil y Policía Nacional enfatizan constantemente sobre las existencias evidentes respecto a recursos comparativos entre lo manejado por clanes versus las capacidades policiales: menos embarcaciones rápidas disponibles, menos personal capacitado e incluso menor protección; además hay zonas donde su conocimiento territorial es claramente inferior al que poseen estas organizaciones criminales.
  • La Fiscalía andaluza advierte acerca duna creciente escalada violenta entre narcotraficantes; incluyendo uso habitual armas militares así como ataques directos hacia agentes policiales.

En este tablero tan complejo, tanto penalmente como políticamente hablando lo reprochado hacia Marlaska no radica únicamente sobre casos concretos sino abarca aspectos mucho más profundos: mantener e incluso reducir capacidades especializadas mientras los clanes aumentan sus recursos e infiltran estructuras estatales —como bien ejemplifica lo ocurrido con ‘Cobe Brayan’.

Los críticos basan su argumentación sobre varios puntos clave:

  • Si las organizaciones criminales elevan sus niveles tanto violencia como corrupción interna; entonces claramente no puede haber respuestas fragmentarias mediante desmantelamiento efectivo unidades competentes tales como era antes OCON Sur.
  • Cada individuo corrupto —como ‘Cobe Brayan’— no representa solo traición individual sino también evidencia clara acerca falta controles adecuados junto incentivos necesarios así protección eficaz zonas más vulnerables.
  • Las tragedias sucedidas Barbate junto tiroteos registrados Guadalquivir demuestran rotundamente insuficiencia planes puntuales: requieren estructuras permanentes eficaces así medios comparables acompañando línea mando clara hacia objetivos definidos.

Perfil y anécdotas de ‘Cobe Brayan’

Lo poco que se conoce acerca persona detrás apodo ‘Cobe Brayan’ permite trazar perfil incómodo institución:

  • Su trayectoria incluye amplios años servicio marítimo dentro Guardia Civil; mostrando conocimiento detallado rutas frecuentadas horarios patrullajes capacidades reales lanchas pertenecientes cuerpo.
  • Reputación previa destacando gran conocedor mar zona específica; otorgándole margen suficiente manipular averías justificar fallos técnicos sin levantar sospechas inmediatas.
  • Uso apodo ‘Cobe Brayan’ entre círculos cercanos; deformación castellana nombre jugador baloncesto transformándose casi caricatura observándose vida doble llevada acabo.

Entre anécdotas elementos llamativos trascendidos destacan:

  • Método cobro atribuido era contar “tarifario” fijo establecido previamente alcanzando hasta cifras absurdas alcanzando hasta 30 mil euros lancha cargada cocaína; cifra completamente desbordante cualquier complemento salarial habitual pactándose anticipadamente dependiendo riesgo operation concreta.
  • En episodios específicos coincidían fallos técnicos justo durante momentos críticos entradas importantes cargamentos resultando patrulleras quedando amarradas permitiendo cruces exitosos sin oposición significativa alguna.
  • Sensación instalada dentro cuerpo indica presencia alguien muy consciente exactamente qué tocar cuándo actuar provocando fallos parecieran fortuitos habilidad únicamente puede poseer quien ha pasado largos años dentro mismo sistema decide traicionar eventualmente.

El escándalo protagonizado por ‘Cobe Brayan’ reafirma narrativa acerca creciente fortaleza violencia ejercida narcotráfico; obliga igualmente mirar internamente estructura estatal misma donde único engranaje corrompido podría dejar amarrada patrullera mientras otra narcolancha escapa horizonte sin persecución efectiva alguna presente momento actual tan crítico sur español donde fusiles apuntan hacia agentes esa diferencia puede costar vidas humanas.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído