Después de más de 40 años de enfrentamientos, atentados y represión, la noticia ha sacudido este lunes la política y la sociedad turca: el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) anuncia oficialmente su disolución y el fin de su lucha armada contra el Estado turco. Se cierra así uno de los capítulos más sangrientos y complejos del último medio siglo en Oriente Medio, con más de 45.000 muertos desde 1984.
La decisión llega tras el llamamiento público lanzado a finales de febrero por Abdullah Öcalan, fundador y líder histórico del PKK, preso desde hace 25 años. En su mensaje desde la prisión de Imrali, Öcalan pidió que la organización depusiera las armas y se integrara en la vida política turca por vías democráticas. El congreso extraordinario celebrado entre el 5 y el 7 de mayo por la dirección del PKK ha culminado aceptando esa petición: “La lucha del PKK ha cumplido su misión histórica. La vía debe ser ahora la política democrática”, reza el comunicado.
Cuatro décadas de conflicto: causas, desarrollo y consecuencias
El PKK nació en 1978 en un contexto marcado por la negación sistemática de la identidad kurda en Turquía. Su objetivo inicial era crear un Estado independiente kurdo en el sureste turco. Inspirados por ideas marxistas-leninistas, sus fundadores apostaron pronto por la vía armada. El estallido del conflicto en 1984 sumió a buena parte del país en una espiral violenta que implicó atentados, represión estatal y desplazamientos masivos.
A lo largo de los años noventa, las operaciones militares turcas dentro y fuera de sus fronteras —especialmente en el norte de Irak— fueron constantes. En paralelo, el PKK fue evolucionando: tras la detención de Öcalan en 1999, su discurso giró hacia una mayor integración política dentro del Estado turco y el abandono progresivo del sueño independentista.
Hubo intentos fallidos de paz —como los procesos iniciados en 2013— pero estos colapsaron rápidamente ante la desconfianza mutua, atentados como el de Suruç (2015) y presiones políticas internas. El conflicto se recrudeció hasta tiempos recientes.
¿Por qué ahora? Las claves del giro estratégico
La propia declaración del PKK apunta a varios factores:
- Pérdida de sentido histórico: El comunicado reconoce que “la lucha armada ha cumplido su misión”, al haber visibilizado internacionalmente la cuestión kurda y abierto espacios para los derechos culturales y políticos.
- Cambios sociales y políticos: El avance —aunque desigual— en libertades civiles para los kurdos dentro de Turquía ha restado argumentos a la lucha armada.
- Presión internacional: EE UU, la UE y Turquía consideran al PKK organización terrorista, lo que dificultaba cualquier apoyo externo.
- Cansancio social: Tras décadas de violencia sin una solución clara, buena parte del pueblo kurdo y turco exige alternativas pacíficas.
En palabras de Öcalan: “La disolución es necesaria porque las condiciones históricas han cambiado. El segundo siglo de la República turca debe basarse en democracia y consenso”.
El futuro inmediato: desafíos e incertidumbres
El anuncio ha sido recibido con cautela por parte del Gobierno turco. El presidente Erdoğan destacó este sábado que “nos encaminamos hacia una Turquía libre del terrorismo”. Sin embargo, persisten varias incógnitas:
- ¿Se garantizarán verdaderos espacios políticos para los partidos pro-kurdos?
- ¿Habrá reformas sustanciales para normalizar la situación lingüística y cultural kurda?
- ¿Cómo afectará este giro al equilibrio regional, especialmente en Siria e Irak donde existen fuerzas kurdas activas?
Diez curiosidades sobre los kurdos
En paralelo a este giro histórico, resulta útil acercarse a algunos datos poco conocidos sobre este pueblo milenario:
- La mayor nación sin Estado: Los kurdos suman entre 30 y 40 millones repartidos principalmente entre Turquía, Irán, Irak y Siria.
- Lengua propia: Hablan varias lenguas indoeuropeas agrupadas bajo el término “kurdo”, como el kurmanji o sorani.
- Historia milenaria: Sus raíces se remontan a la antigua Mesopotamia; fueron mencionados ya por Heródoto.
- República efímera: En 1946 fundaron la República de Mahabad (Irán), que duró menos de un año.
- Autonomía parcial: Solo en Irak existe hoy una región autónoma reconocida internacionalmente como “Región del Kurdistán”.
- Importancia femenina: El movimiento kurdo es pionero en igualdad; las guerrillas tienen destacada presencia femenina.
- Celebración especial: El Newroz (21 marzo) es su año nuevo tradicional.
- Confesiones diversas: La mayoría son musulmanes suníes, pero hay minorías chiíes, yezidíes y cristianas.
- Diáspora activa: Hay comunidades kurdas importantes en Europa occidental debido al exilio político.
- Identidad resistente: A pesar de prohibiciones históricas —como hablar su lengua o vestir trajes tradicionales— han mantenido vivas sus costumbres.
Una oportunidad para redefinir Oriente Medio
Este lunes marca un antes y un después no solo para Turquía sino también para todo Oriente Medio. Con el fin oficial del brazo armado del PKK se abre un nuevo espacio para abordar las legítimas aspiraciones nacionales kurdas desde canales políticos.
La incógnita principal reside ahora en si Ankara aprovechará esta ocasión para avanzar hacia una integración real o caerá nuevamente en viejas dinámicas represivas. Lo único seguro es que millones observan atentos cómo se escribe este nuevo capítulo.
