Los activistas de Rumbo a Gaza pasarán la noche en la Embajada de Atenas como medida de presión

Una veintena de activistas de Rumbo a Gaza pasará la noche en la Embajada de España en Atenas en un intento de presionar a la ministra de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Trinidad Jiménez, para que interceda ante las autoridades griegas que mantienen retenido el barco con el que los activistas pretendían llegar a la Franja.

Los activistas permanecen en la legación desde esta mañana, cuando decidieron llevar a cabo lo que denominan una «ocupación pacífica» de la representación diplomática para protestar por la decisión del Gobierno griego de impedir zarpar desde sus puertos a los barcos de la II Flotilla de la Libertad que quiere romper el bloqueo sobre Gaza.

El departamento que dirige Jiménez ha rechazado sus peticiones y en un comunicado emitido esta tarde les ha aconsejado que acepten la oferta que les ha hecho Grecia para que sea este país el que se encargue, en colaboración con la ONU, de trasladar la ayuda humanitaria que han reunido a la Franja, pero por vía terrestre, sin necesidad de romper el bloqueo marítimo impuesto por Israel como consecuencia del enfrentamiento que mantiene con Hamás.

El comunicado de Exteriores no ha satisfecho a los activistas españoles, que han decidido pasar la noche en la legación. Según ha explicado a Europa Press Alicia Alonso, uno de los miembros del grupo, el embajador Miguel Fuertes les ha autorizado a dormir en el vestíbulo de la Embajada y a usar un baño.

Compañeros de los activistas les iban a suministrar sacos de dormir y comida para pasar la noche en la legación, donde estarán acompañados por personal de seguridad de la Embajada, mientras que efectivos de la Policía griega permanecen en el exterior de la misión, añade Alonso.

La activista ha indicado que mantendrán la protesta hasta que Jiménez «tome alguna medida para que el ‘Gernika’ pueda zarpar».

Una portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación ha confirmado a Europa Press que los activistas permanecían esta tarde en la legación, donde podrán quedarse el tiempo que consideren ya que su protesta ha sido en todo momento pacífica.

Alrededor de 40 activistas españoles pretendían zarpar a principios de esta semana desde el puerto de Kolimpary, en la isla de Creta, con el objetivo de romper el bloqueo marítimo sobre Gaza junto al resto de barcos de la iniciativa internacional II Segunda Flotilla de la Libertad.

El viernes pasado el Ministerio griego de Protección Ciudadana emitió una orden que prohibía zarpar a los barcos de la Flotilla desde sus puertos. Para ello se basaba, entre otros puntos, en el artículo 128 del Código de Derecho Naval Público.

Este artículo, en vigor desde 1974, estipula que «en caso de guerra o de tensión de las relaciones internacionales, el capitán tiene que obedecer las órdenes que el ministro le diere en nombre de la protección de los intereses nacionales o de la seguridad de la navegación».

Las autoridades griegas también han hecho alusión al bloqueo marítimo de Israel sobre la Franja y a la petición del secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, a los Gobiernos mediterráneos de que desalentaran la iniciativa de la Flotilla.

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