Cuando las barbas de tu vecino veas afeitar, pon las tuyas a remojar».
El refrán, muy español, procede del latín.
Los barberos romanos acostumbraban a remojar la barba del cliente con agua caliente para facilitar el afeitado.
Entonces, mientras se estaba cortando la barba a otro cliente, se iba preparaba del siguiente.
En La Moncloa, donde se las prometían muy felices, Pedro Sánchez, Ivan Redondo y algúnoptro debe de haber puesto las barbas a remojar, viendo lo que acontece en la vecina Italia.
Por una razón muy simple: desde que comenzó la crisis del coronavirus, todo lo que ha ocurrido en el país transalpino, se ha producido un par de semanas después en España. Casi calcado.
Decenas de miles de italianos exigen justicia por sus familiares muertos durante la pandemia del coronavirus mientras en la Fiscalía de Bérgamo, la magistrada María Cristina Rota ha abierto una investigación por ‘epidemia culposa’.
Se trata de esclarecer si se han cometido algunas negligencias que hayan provocado muertes que pudieron evitarse de haber actuado de otra forma a tiempo respecto al COVID-19.
Somos el país que más test hace del mundo a su Ministra de Igualdad. El que diga lo contrario miente y esparce bulos.#COVID19
— Adolfo Villalba (@Adolfo_Villalba) April 26, 2020
Principalmente, en los casos de los ancianos de residencias en los que se produjeron contagios masivos y un número muy elevado de muertes.
El grupo ‘Noi denunceremo’ de Facebook aglutina a 50.000 personas que piden dirimir responsabilidades a las autoridades italianas tras más de 21 mil muertos. Un movimiento que no busca compensación económica, sólo justicia, y que sigue ganando adeptos y generando atención en los medios italianos.
En paralelo, muchos otros grupos de afectados tratan de organizarse para pedir responsabilidades penales a quien corresponda por la gestión de la crisis.
El precedente es preocupante para el Gobierno Sánchez, cuya gestión en la emergencia sanitaria ha estado plagada de equivocaciones, imprevisiones y no pocas negligencias, con 23.000 muertos ya.
La curva de la difusión de la pandemia en Italia va descendiendo, pero aumenta la rabia de los familiares de los muertos.
Las cifras oficiales indican que son más de 26.000 los fallecidos, pero habría que añadir otros 10.000, según un estudio alternativo de científicos conocido en esta semana. Los familiares quieren saber la verdad: Por qué ha habido tantos errores en la gestión de la Covid-19 y cuáles se podrían haber evitado.
Y aunque el país está pensando ya en cómo se produce la desescalada, va tomando forma la que, que según el periódico digital Linkiesta, podría ser «la fase de la criminalización del contagio», es decir, «la pandemia se convertirá en un gran juicio colectivo».
La campaña emprendida por el Gobierno para desacreditar a los Tribunales de Justicia está directamente relacionada con la certeza de Sánchez de que acabarán en el banquillo. Por eso apoya a Iglesias, porque es su línea de defensa: politizar la justicia. https://t.co/nJwqWwG9HA
— Rosa Díez (@rosadiezglez) April 26, 2020
Según informa el diario ABC, este proceso ya lo ha puesto en marcha la fiscalía de Bérgamo, en la región de Lombardía.
La magistrada María Cristina Rota ha abierto una investigación por «epidemia culposa», es decir, por considerar que pueden haberse realizado actos u omisiones por imprudencia o negligencia.
Otras fiscalías están investigando qué pudo suceder en algunas residencias de ancianos donde hubo muertes por coronavirus, en las que hubo errores y denuncias de familiares.
Hay ira, pero no buscan venganza ni compensación económica.
El grupo lo creó, junto a su hijo Stefano, Luca Fusco de Bergamo, 60 años, tras fallecer su padre y una tía por coronavirus.
De la iniciativa se han ocupado los periódicos y televisiones de Italia, incluidos telediarios y programas de los canales públicos de la RAI, así como los principales medios internacionales, desde el Guardian al New York Times.