No más Mentiras

Antonio García Fuentes

¡NAVIDAD NACE EL NIÑO Y MUEREN MILLONES DE ÁRBOLES!

¡Navidad nace el niño: mueren millones de árboles!

Fue el once de noviembre, cuando viendo documentales, aparece uno en el que nos muestran una plantación de abetos cuidados con sumo esmero, pero tristemente dedicados “al sacrificio de la navidad”; donde todos o casi todos van a ir muriendo y terminarán en la basura, contaminando con “sus tiestos”, aún más de lo que ya lo está este planeta. Tanto los reporteros como los propietarios de la plantación, se muestran eufóricos y contentos, comentando, “las fiestas conmemorativas”; las que ni entiendo ni comprendo en absoluto; pues como creyente y admirador de aquel valiente “galileo”, que por serlo fue crucificado, y habiendo leído y meditado infinidad de veces, “su Sermón del Monte (Evangelio de San Mateo y considerado, como el mejor discurso de todos los tiempos)”; no entiendo la mayoría de las parafernalias, que montan los que dicen representarlo; y en las que destaca, la tan festejada navidad incluidos los árboles que se destruyen en ella.


Esos árboles que vi como los sacan y luego meten con un poco de tierra, en recipientes de negro plástico; “ya van heridos de muerte”; y como mucho aguantarán unos días, si es que los riegan, pero irremisiblemente morirán, por cuanto difícilmente, podrán volver a “la tierra madre”, y en ella, recuperar “la sangre vegetal”, que han perdido, en el maltrato, transporte, permanencia en lugares cerrados, y además; “martirizados”, con todas las chuminadas que “el mono humano los va a cargar”; para provocar la parafernalia navideña, cuyo dios adorado, es simplemente y se llama, EL DIOS CONSUMO.
Por todo ello y sonrío con tristeza; y no comprendo, desde “el gigantesco árbol que cada año colocan en el Vaticano, Nueva York, Washington y así, en infinidad de “ciudades civilizadas” (dicen); que por otra parte, en ellas, ya van predicando que, “hay que cuidar a la Madre Tierra y cuyo principal habitante, son; el árbol y las algas marinas, que son los que nos dan el oxígeno que respiramos”.


Ahora mismo y mientras escribo, los que “dicen gobernarnos”, se justifican en una de las “islas británicas”, cacareando no sé cuántas cosas para que tratemos (“y nos mensajean a nosotros los monillos humanos, que simplemente somos siempre mangoneados y manejados, hacia los intereses que ellos indefectiblemente defienden, que no son nunca los generales y que precisa La Humanidad) de cuidar por nuestra cuenta, lo que en realidad, es consecuencia, de una infinidad de malos gobiernos, que ni supieron gobernar y menos educar y formar a las masas de indefensos, “monillos o borregos”, de los que han abusado y siguen abusando tan irresponsablemente, como lo hicieron y siguen haciendo… ¿Me sigo riendo y usted que me lee, le provoca igual risión, o nos ponemos a llorar? No sé, mi impotencia e incapacidad como “un nada”, que en realidad somos el pobre individuo en este planeta; sólo nos queda eso, “reír o llorar”; y a mí, “hace tiempo que se me secaron las lágrimas y por cuanto llorar es de idiotas, la mayoría de veces; puesto que las verdaderas lágrimas, hay que derramarlas cuando el sentimiento las llora y quizá; hasta sería bueno hacer como hacían aquellos romanos, que las guardaban como algo valioso y a no olvidar”, mientras viviesen.


Puesto que pese a todo y a todos, “seguirán celebrando y festejando”; el nacimiento de un niño y matando a millones de árboles; todo lo cual se emplea como juguete para niños, o divertimiento para mayores, cuyos caletres, son invalorables, por lo absurdo de muchos de sus actos.


Y del “año nuevo”, mejor no hablar, puesto que de nuevo tiene lo que yo de “cultivador de ostras”; puesto que será un hecho o ciclo normal, el que y visto “el percal actual”; lo que nos traerá es más malo que bueno, puesto que todo lo demás es mentira y como siempre lo ha sido”. Amén.

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NOTA: Tengo la suerte de vivir en un territorio amplísimo y poco poblado, cuál es la provincia de Jaén; que si bien, hoy padece una de las rentas más bajas de España, pero en riqueza natural es riquísima, por “su mar de olivos” y bosques que la cubren, sus montañas y sus cielos limpios y azules, “de los más azules de la limpia Andalucía”; donde nace el histórico “río Guadalquivir”; el Segura (que riega “la huerta de Europa”) y otros menos importantes, pero numerosos… y donde se produce, el único aceite natural, cuál es el de aceituna (mal denominado de oliva: puesto que la oliva/olivo es el árbol, no el fruto) y como mayor productor mundial, de ese único aceite; cuyas bondades son numerosas y que cada vez que se profundizan investigando en ellas, aumentan más; y todo ello, es por lo que individualmente y como nativo de ella; nunca me han atraído, “las grandes urbes”; y menos aún; “las infernales megalópolis que ya infestan ciertas partes de este perro mundo”; por lo que no me atrae en mis comentarios, nunca; algo material de lo que poseo más que suficiente, para sentirme conforme y con amplitud.

Jaén es: Una provincia española; situada al noreste de la comunidad autónoma de Andalucía, y al sur de la península ibérica. Se trata de uno de los históricos, «Cuatro reinos de Andalucía». Limita por el oeste con Córdoba, por el norte, con Ciudad Real, por el este, con Albacete, y por el sur, con Granada. Su capital es la ciudad de Jaén. Quedó constituida como provincia en la división administrativa de 1833, conformándose con las villas y ciudades del Reino de Jaén más algunos municipios, hasta entonces pertenecientes al Campo de Montiel, como Beas, Chiclana y Montizón, y del Reino de Murcia, el resto de la comarca de Sierra de Segura. Administrativamente está dividida en 97 municipios, agrupados en 10 partidos judiciales. Su superficie es de 14 496 km, ocupando el 2,67 % del territorio nacional. Tiene una población de 638 099 habitantes a 1 de enero de 2018.


RAZONAMIENTO A LA DENOMINACIÓN: “Si cuando pedimos un zumo de naranja, limón, pera, granada, etc., no lo pedimos del árbol; “naranjo, limonero, peral o granado, ¡LÓGICO QUE EL ACEITE QUE DA EL OLIVO/OLIVA! y que su fruto es, la aceituna, se denominase pues: “aceite de aceituna”. Por todo ello, la palabra aceite; que arranca así, desde “los balbuceos de la civilización Occidental”; sólo debe denominarse así a ese producto, que naturalmente es más valioso que el oro; y de ahí el que sea calificado como “oro verde”…el resto no pueden ser otra cosa, puesto que en realidad… “SON GRASAS” y del tipo que sean; vegetales, animales, minerales o sintéticas.

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen-ciudad.es (aquí mucho más)

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Antonio García Fuentes

Empezó a escribir en prensa y revistas en 1975 en el “Diario Jaén”. Tiene en su haber miles de artículos publicados y, actualmente, publica incluso en Estados Unidos. Tiene también una docena de libros publicados, el primero escrito en 1.965, otros tantos sin publicar y mucho material escrito y archivado. Ha pronunciado conferencias, charlas y coloquios y otras actividades similares.

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