No más Mentiras

Antonio García Fuentes

Si los techos están podridos: El edificio se derrumba

Si los techos están podridos: El edificio se derrumba

Si los ejemplos que nos vienen de “las alturas”, están tan corrompidos y marchan “con toda normalidad”; el pueblo, la masa, las plebes; reciben esos efluvios; ¿y qué les queda salvo corromperse y de paso guardar todo cuanto puede de lo que posee y de forma que no se lo arrebaten? ¿Dónde está el progreso de que se nos habla? Si ya nos cobran impuestos cuasi hasta por “el aire que respiramos”.
Me viene a la memoria, aquellos indeseables “poderosos” de lo que se denomina medievo o medioevo y que la historia recoge, como, “los señores de horca y cuchillo”; que como tiranos de sus feudos, en realidad eran dueños de vidas y haciendas; y los que estaban bajo su yugo, eran como animales o pobres bestias, cuyos derechos se reducían, “al ruego o la súplica a su señor” (1) ¿Cómo estamos hoy, dónde están los derechos del mal denominado ciudadano, puesto que estamos llegando al grado de siervo; o de cualquier forma de la indefensión total del tirano Estado, que dice gobernar con esa gran mentira que es lo que se nos dice es DEMOCRACIA, que no son otra cosa que cientos de dictaduras camufladas?
Hoy los “modernos señores de horca y cuchillo, si bien no lo hacen a lo bestia, como aquellos bestias del medievo, pero de igual forma, tratan de dominar a sus ya “casi siervos”, con cadenas invisibles, pero en realidad, tan mortíferas como aquellos, puesto que nos exprimen de tan brutal forma, que nos van llevando poco a poca, a algo similar a aquellos antiguos “siervos de la gleba”. Y nos mantienen en una especie de “libertad vigilada, pero con la espada de Damocles encima siempre”. Veamos el porqué de ello.


Hoy los nuevos “señores intocables”; (¿recuerdan aquella serie en TV (2) y… “los mercenarios que los sostienen; como aquellas guardias pretorianas, sostenían los abusos de los emperadores romanos u otros similares de su tiempo”; y que muchas veces, eran no sólo la fuerza que sostenía al tirano, sino peor aún, eran los que imponían al tirano, puesto que en connivencia con “el títere”; explotarían todos los recursos del territorio y en beneficios propios y compartidos con la pantalla que gobernaba o parecía gobernar. Imponiendo lo que hoy llamamos “ley del embudo”.


Hoy, los bienes que figuran en los registros oficiales de la propiedad no son del que allí aparece como titular; son del que se dice, gobierno estatal o del Estado; al que por ellos, paga ya unos alquileres impuestos, que van llegando, “al expolio que aquellos señores feudales, imponían a sus siervos”. Puesto que si los vendes, gran parte del valor de los mismos, se los lleva el Estado o sus delegaciones.
También nos imponen todo tipo de obligaciones; incluso la de someternos a unos servicios administrativos como empleados estatales, pero sin sueldo o salario alguno; puesto que nos obligan mediante leyes injustas; a “llevarle a sus arcas gran parte de lo que ganamos, sin que muevan “una pestaña” para correspondernos a esa nueva esclavitud al tirano”. Tirano que te cobra un veinte por ciento, si te retrasas un solo día en pagar lo que por ley te han impuesto; cuando ese tirano y caso de que te deba dinero o justicia; si te lo paga o entrega, lo hace cuando a él le sale de “su tiranía”; y no pasa nada; al igual que no pasa nada en cuanto a esas sentencias de juicios, que culpables o inocentes; te pueden llegar cuando ya hallas muerto; cosa que a los grandes delincuentes, les viene de perlas; puesto que en el intervalo, o han prescrito o cuando les llegan, ya están en el cementerio.


La delincuencia; “de alto y bajo grado”, es tan abundantísima, que en realidad, su mantenimiento y en muchos casos enriquecimiento; sólo corre, a cuenta del cada vez mayor proporción, de, “siervos que trabajan y producen el producto interior bruto que sostiene al Estado”; y “¿Cuántas cosas más?”; pegúnteselas usted mismo, si es que ha sabido entender este mi artículo de hoy; escrito con la máxima desesperanza de quién y desde niño, le hicieron trabajar, sólo por… “la comida y la cama”; y del Estado sólo ha recibido, cargas y obligaciones; y ninguna ayuda.


Nos dicen cada día; y cada minuto de cada hora, que vivimos en libertad, en democracia, en progreso; pero la realidad es la que ya hace muchas décadas, en que un inteligente inglés, escribiera dos libros proféticos; “Rebelión en la Granja y 1984” (3); cuyos contenidos eran una sentencia que luego se ha ido cumpliendo; o sea y en concreto, que tenemos, “la libertad de los animales de granja o rebaño”, no más.


No tenemos estadistas; o sea, “hombres y mujeres de Estado”; estamos manejados por simples mercenarios, cuyo interés es sólo, el botín en que pensaron como tales, y el que explotan como mercenarios, tan pronto llegan a él.

NOTAS:
(1) Señor de horca y cuchillo: HISTORIA 1. El que tenía jurisdicción para castigar hasta con la pena de muerte. 2. Persona que manda como dueño y con mucha autoridad.
(2) Los Intocables fue una serie de televisión . Basada en el libro escrito por Eliot Ness y Oscar Fraley, recopila las memorias del primero, quien fue agente federal durante la Prohibición o ley Seca en Estados Unidos y de cómo luchó contra el crimen en Chicago en la década de 1930; al final una fantasía, puesto que “las mafias siguen”.
(3) 1984 (en su versión original en inglés: es una novela política de ficción distópica, escrita por George Orwell entre 1947 y 1948 y publicada el 8 de junio de 1949. La novela popularizó los conceptos del omnipresente y vigilante Gran Hermano. Rebelión en la granja, también titulada en español como La granja de los animales, es una novela corta satírica del escritor británico George Orwell. Publicada en 1945, la obra es una fábula mordaz sobre cómo el régimen soviético de Iósif Stalin corrompe el socialismo. En la ficción de la novela un grupo de animales de una granja expulsa a los humanos tiranos y crean un sistema de gobierno propio que acaba convirtiéndose en otra tiranía brutal.

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen-ciudad.es (aquí mucho más) y
http://www.bubok.es/autores/GarciaFuentes

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Antonio García Fuentes

Empezó a escribir en prensa y revistas en 1975 en el “Diario Jaén”. Tiene en su haber miles de artículos publicados y, actualmente, publica incluso en Estados Unidos. Tiene también una docena de libros publicados, el primero escrito en 1.965, otros tantos sin publicar y mucho material escrito y archivado. Ha pronunciado conferencias, charlas y coloquios y otras actividades similares.

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