Diferencias clave: el endulzante, el envase y la percepción

¿Es más saludable la Coca-Cola mexicana que la de EEUU o todo es una cuestión de sabor?

El debate sobre si la Coca-Cola mexicana es más saludable que la de EE.UU. se reaviva mientras crecen las recetas caseras con el refresco como protagonista

¿Es más saludable la Coca-Cola mexicana que la de EEUU o todo es una cuestión de sabor?
El sabor de Coca-Cola. PD

Pocas bebidas despiertan tantas pasiones y debates como la Coca-Cola.

Para muchos, la Coca-Cola mexicana es insuperable; otros defienden la versión estadounidense.

Recientemente, la polémica ha resurgido tras el anuncio de la marca de lanzar en EE.UU. una versión endulzada con azúcar de caña, a petición incluso del expresidente Donald Trump.

Pero, ¿es realmente más saludable la fórmula mexicana o simplemente sabe distinto?

La diferencia más notoria entre ambas versiones está en el endulzante:

  • Coca-Cola mexicana: tradicionalmente utiliza azúcar de caña como edulcorante principal.
  • Coca-Cola estadounidense: emplea mayoritariamente jarabe de maíz de alta fructosa (JMAF), un producto más económico y fácil de manejar en la industria alimentaria local.

Además, la presentación suele variar: en México predomina la botella de vidrio, mientras que en EE.UU. son más frecuentes las latas y botellas plásticas.

El sabor, entre nostalgia y marketing

Quienes han probado ambas aseguran que el sabor de la mexicana es más auténtico y menos empalagoso. Hay quienes lo atribuyen no solo al azúcar de caña, sino al propio envase de vidrio, que evita interferencias en el gusto final. No obstante, esta preferencia tiene mucho de nostalgia y percepción cultural, como reconocen expertos consultados por medios como Bloomberg Línea y Luz Noticias.

¿Es realmente más saludable la Coca-Cola mexicana?

Aquí llega el quid de la cuestión. A pesar del entusiasmo popular por el cambio de fórmula en EE.UU., los nutricionistas advierten: desde un punto de vista nutricional, no hay diferencia significativa entre consumir jarabe de maíz o azúcar de caña. Ambos ingredientes aportan prácticamente las mismas calorías y tienen efectos similares sobre el organismo.

Según especialistas citados por medios mexicanos y estadounidenses:

  • El problema real está en el consumo excesivo de “calorías vacías”, no en el tipo concreto de azúcar.
  • La Organización Mundial de la Salud recomienda limitar al máximo los azúcares añadidos para reducir riesgos de obesidad, diabetes tipo 2 y otras enfermedades metabólicas.
  • El cambio responde más a presiones políticas y percepciones del consumidor que a una base científica sólida.

Como resume Parke Wilde, economista alimentario citado por La Silla Rota: «El debate no es si usar caña o maíz, sino reducir el consumo total de azúcares añadidos».

El contexto comercial y agrícola

Este cambio en las fórmulas tiene también un trasfondo económico:

  • EE.UU. depende del maíz local para su industria alimentaria; México es uno de los principales exportadores mundiales de azúcar.
  • Un cambio masivo hacia el azúcar mexicano podría tensar los tratados comerciales y aumentar los precios tanto en México como en EE.UU..

Receta fácil: pollo a la Coca-Cola estilo casero

Más allá del debate nutricional, cada vez más cocineros caseros incorporan este refresco icónico a sus recetas. Si buscas sorprender con un plato sencillo y original, prueba este pollo a la Coca-Cola. Es una receta típica en muchas casas españolas y latinoamericanas por su sencillez y sabor caramelizado.

Ingredientes (para 4 personas):

  • 8 muslos o contramuslos de pollo (puedes usar pechuga troceada)
  • 1 lata o botella (330 ml) de Coca-Cola mexicana (puedes usar light si prefieres)
  • 1 sobre de sopa o crema de cebolla deshidratada
  • 1 cebolla mediana
  • 2 dientes de ajo
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal y pimienta negra molida

Paso a paso:

  1. Dora el pollo: Salpimenta los muslos. En una sartén grande añade un chorro generoso de aceite y dora el pollo hasta que esté dorado por fuera.
  2. Añade cebolla y ajo: Incorpora la cebolla cortada en juliana fina y los ajos laminados. Sofríe hasta que estén tiernos.
  3. Vierte la Coca-Cola: Añade toda la Coca-Cola junto con el sobre de sopa o crema de cebolla deshidratada.
  4. Cuece a fuego lento: Mezcla bien para disolver la sopa. Cocina a fuego medio-bajo durante unos 30-35 minutos con la sartén tapada, removiendo ocasionalmente.
  5. Reduce salsa: Destapa los últimos 10 minutos para que la salsa espese ligeramente y adquiera ese tono caramelizado tan apetecible.

Consejos útiles:

  • Puedes sustituir parte del líquido por un poco de agua si prefieres un sabor menos intenso.
  • Si quieres una salsa aún más brillante, añade una cucharadita pequeña de mostaza antigua.
  • Sirve acompañado con arroz blanco o patatas asadas.

¿Por qué triunfa esta receta?

El éxito del pollo a la Coca-Cola reside en su facilidad, su precio asequible y ese toque dulce-salado tan original. La combinación del refresco con crema o sopa deshidratada aporta cuerpo, umami e incluso hace que los niños coman pollo sin protestar.

Es una receta viral en blogs como Webos Fritos, “Recetas de rechupete” o “La cocina de Frabisa”, donde cada cual le da su truco personal: algunos añaden zanahoria rallada para suavizar aún más el guiso; otros optan por cocinarlo al horno para conseguir una piel crujiente.

Moderación ante todo

En definitiva: ni la Coca-Cola mexicana ni la estadounidense deben considerarse bebidas saludables por sí solas; ambas deben disfrutarse con moderación dentro del contexto general de nuestra alimentación diaria. Usarla puntualmente como ingrediente puede aportar un guiño divertido a tus recetas sin caer en excesos.

Como siempre decimos desde las páginas gastronómicas: lo importante no es tanto qué versión eliges, sino cómo integras estos pequeños placeres en tu día a día.

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