Colapsa el Movimiento al Socialismo de Evo Morales que solo obtuvo un 3,14% de los votos escrutados

Elecciones en Bolivia: La izquierda ‘bolivariana’ se desploma y el país se prepara para un giro histórico

La segunda vuelta presidencial de octubre será la primera desde 2009 que no se define en primera vuelta y simboliza la fractura y renovación política del país tras la debacle del MAS

Elecciones en Bolivia: La izquierda 'bolivariana' se desploma y el país se prepara para un giro histórico
Jorge Quiroga y Rodrigo Paz PD.

La política boliviana se encuentra ante un momento que pocos podían anticipar hace solo unos meses: la profunda crisis económica y las divisiones políticas han provocado la caída histórica del Movimiento al Socialismo (MAS) tras 20 años de dominio ininterrumpido.

Lo que era un escenario casi impensable se materializó en las elecciones presidenciales de este 17 de agosto, donde el MAS sufrió una derrota estrepitosa, relegando a su candidato a un sexto lugar con tan solo un 3,14% del voto.

Ahora, los bolivianos deben elegir entre dos figuras que representan proyecto y estilos muy distintos, pero que coinciden en el rechazo al MAS. Rodrigo Paz Pereira, un centrista de imagen renovadora y aire fresco, logró captar el 32,08% de los votos; mientras que Jorge «Tuto» Quiroga, exmandatario y rostro de la derecha conservadora, alcanzó el 26,94%.

La segunda vuelta del 19 de octubre será la oportunidad para definir quién conducirá al país a un futuro con muchas incógnitas y desafíos.

Este desenlace es muestra clara de la fragmentación que vive la oposición y de la crisis profunda que se ha generado en la izquierda. La división interna del MAS y el llamado de Evo Morales a impulsar el voto nulo —que alcanzó el 18,9% del total, cinco veces el promedio de elecciones previas— reflejan el desencanto y la desconfianza que atraviesan amplios sectores del electorado. La izquierda no sólo perdió terreno, sino que terminó prácticamente marginada de la contienda presidencial.

Por otro lado, el fracaso de figuras como Samuel Doria Medina y Andrónico Rodríguez, llamados a unificar el voto opositor, expone la complejidad de superar una crisis económica que golpea con fuerza: inflación del 25%, escasez de combustibles, depreciación de la moneda y dificultades cambiarias. En este contexto, la búsqueda de liderazgo efectivo y propuestas concretas será crucial para un país que reclama urgencia y soluciones.

Rodrigo Paz, con su discurso moderado y su imagen de recambio generacional, ha capitalizado las ganas de renovación, mientras que Quiroga representa un abordaje más ideológico y confrontativo, que apela a sectores conservadores y descontentos con las políticas del MAS.

La elección no solo decidirá un nombre, sino qué rumbo adoptará Bolivia: ¿un centro moderado que intente estabilizar la economía con pragmatismo o un gobierno conservador con un discurso firme contra la antigua hegemonía?

Las expectativas están puestas en que gane quien gane, Bolivia deberá superar una crisis que exige unidad, diálogo y propuestas realistas. Lo que queda claro es que la era del MAS se cierra definitivamente, y con ello, inicia una etapa incierta pero potencialmente transformadora, en la que la ciudadanía tiene en sus manos la posibilidad histórica de redefinir el destino político y económico del país. La responsabilidad ahora recae en los candidatos y en la sociedad desnudar las diferencias y construir un país más estable y próspero.

Evo Morales votó a pesar de tener orden de busca y captura

Decenas de seguidores de Evo Morales desplegaron un operativo de seguridad para proteger al exmandatario durante la jornada electoral.

A pesar de tener una orden de captura vigente por un caso de trata de personas relacionado con una supuesta relación con una menor en 2016, Morales acudió a votar en la escuela Villa 14 de Septiembre, en el Trópico de Cochabamba, su bastión político.

Un grupo de aproximadamente 150 personas vestidas con camisetas blancas organizó su seguridad para evitar que se ejecutara la orden de captura. Morales, que desde octubre de 2024 reside en Lauca Ñ, recorrió ese trayecto protegido por su guardia sindical.

El expresidente no apoyó a ningún candidato y promovió el voto nulo, subrayando que esta era la decisión de las organizaciones que lo respaldaban. Durante la votación, Morales portaba un marcador rojo para explicar a los presentes por qué debían anular su voto.

Su presencia en el centro de votación causó sorpresa entre los jurados electorales y aplausos de los votantes. Morales cuestionó el despliegue de militares y policías en los recintos electorales y afirmó que, aunque confiaba en el proceso, consideraba que carecía de legitimidad.

Tras votar, regresó a Lauca Ñ, a la espera de los resultados acompañado por sus seguidores, que además organizaron una vigilia y una reunión política para evaluar los comicios.

En estas elecciones, los bolivianos eligieron presidente, vicepresidente y parlamentarios para el periodo 2025-2030.

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Autor

Paul Monzón

Redactor de viajes de Periodista Digital desde sus orígenes. Actual editor del suplemento Travellers.

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