Los dogmas de fe en la izquierda

Los dogmas de fe en la izquierda

La Iglesia católica exige a sus fieles creencia absoluta en sus dogmas. Hay cosas que no se discuten sino que simplemente se aceptan: son verdades absolutas sobre las que no cabe la menor duda ni discrepancia. Aceptas y eres católico o no. No hay discusión posible, estamos en el terreno de la fe, en el terreno de las relaciones con Dios, no estamos en una institución democrática, ni nadie lo pretende. Eso sí, puedes salirte si no la situación te gusta o no te convence.

Pero los partidos  políticos han trasladado esto al campo humano con profundo éxito, el mesianismo que practican los líderes políticos es incuestionable, raramente un líder es cuestionado por sus bases, cometa las desfachateces que cometa. Es el líder y se le acepta. Sí, es una institución democrática, con órganos internos de control… que suelen estar controlados  por el líder y sus adeptos.

Ya puede el líder y sus prelados cometer la fechoría de destituir injusta e ilegalmente a un guardia civil de renombre, que finalmente es apoyado por los más altos tribunales de justicia, que al líder inmarcesible nadie le pasa al cobro el error cometido.

Ya puede el líder supremo y sus apóstoles desdecirse en horas veinticuatro de promesas electorales anteriores, juramentándose con aquellos de  los que antes apostató, que nadie le va a reclamar nada; ya puede el líder aliarse con aquellos que tienen como fin declarado acabar con las instituciones que preside el propio líder, que nadie le va a cuestionar sus decisiones. Por algo es el pontífice electo de nuestra iglesia electoral a quien seguimos con fe ciega, pase lo que pase y diga el disparate que diga. Es el mesías.

Los disciplinados feligreses jamás tendrán nada que objetar, aceptan y callan, aceptan y votan lo que el papa laico les diga. Su moralidad permite cualquier decisión y la contraria, aceptan la doctrina emanada de los concilios que temporalmente convoca el comité central y que les es transmitida a través de la prensa adicta, de la prensa adepta. No se trata de religión ni de relaciones con dios. ¿O sí? Pongan ustedes nombres de profetas actuales, de mesías actuales, de papas laicos y comparen la reacción de sus disciplinados discípulos. La reacción de los feligreses es la misma, adoración y latría por el sumo pontífice, asentimiento absoluto, aceptación total de sus acciones y de sus decisiones.

Tomar la política humana con la misma fe dogmática de quienes aceptan decisiones divinas o cuestiones religiosas ajenas al intelecto, a la razón y al pensamiento solo nos lleva a la dictadura porque estamos hablando de cuestiones humanas y terrenales de las que no puedes salirte, porque estamos hablando de pan y libertad. Aunque a lo peor estamos encantados.

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Pedro de Hoyos

Escribir me permite disfrutar más y mejor de la vida, conocerme mejor y esforzarme en entender el mundo y a sus habitantes... porque ya os digo que de eso me gusta escribir: de la vida y de los que la viven.

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