LA TRIBUNA DEL COLUMNISTA

Dolores Delgado, ¿vas a dimitir ya o esperarás como Cristina Cifuentes a que salga un vídeo comprometido?

Isabel San Sebastián: "Dolores Delgado es una muerta viviente que aguanta aferrada al cargo por una sola razón: el gobierno del que forma parte caería irremediablemente lastrado por su dimisión"

Dolores Delgado, ¿vas a dimitir ya o esperarás como Cristina Cifuentes a que salga un vídeo comprometido?
Dolores Delgado y la pillada a Cifuentes. PD

Dolores Delgado sigue siendo la gran protagonista de este 27 de septiembre de 2018 en las tribunas y editoriales de la prensa de papel. La ministra de Justicia sigue erre que erre en no presentar su dimisión a pesar de la bochornosa grabación de Villarejo. Por eso hay algún columnista que hasta se plantea si va a marcarse un ‘Cifuentes‘ y al final tendrá que salir del cargo por alguna cinta vídeo.

Javier Redondo, en El Mundo, considera que la ministra Delgado aguanta más en el cargo por quien la sostiene por detrás:

Esta vez la ministra de Justicia aguanta más que sus ex colegas Huerta y Montón. No es paradoja que resista quien más inconvenientes tenía para ser nombrada. Su joint venture, Balta y Lola, parece vigorosa. Cayó Huerta, el ministro de pega y sin apoyos; dimitió después Montón, leal servidora del partido y devota de su presidente. Sin embargo, Delgado desafía a su propio destino porque no tiene detrás únicamente el share matinal o unas siglas centenarias sino un robusto lobby.

Gabriel Albiac, en ABC, dictamina que la señora Dolores Delgado, si en algo apreciaba su prestigio, debería de haber tenido más cautela y no haberse reunido con semejantes elementos como Garzón y Villarejo:

Nadie sabe ahora cuáles nuevas grabaciones aguardan a la incauta parlanchina: sí sabemos que nadie que precie en algo su reputación puede compadrear con gente así; y que, si lo hace, es un cadáver político. Gentes como Garzón y Villarejo son riesgos convencionales en las sociedades modernas: parásitos que habitan en las sórdidas cloacas del Estado. El verdadero problema sólo surge cuando un Estado se gangrena hasta perder sus controles y eficacias. Entonces sí, en ausencia de Estado, el poder se transfiere a las cloacas. En ausencia de Estado. Esto es: ahora.

Isabel San Sebastián asegura que el Ejecutivo aguanta a Delgado porque sabe que de caer la ministra arrastraría con ella a Pedro Sánchez:

Hay que ver en qué se nos ha quedado el «Gobierno bonito» de Sánchez… A su gabinete le ocurre exactamente lo mismo que a él: encoge, mengua, pierde lustre y muestra su auténtica naturaleza en cuanto traspasas la corteza exterior para escrutarle las tripas. Lo que esconde ese Ejecutivo parido a semejanza de su creador es en realidad tan feo como aparente llegó a ser su imagen. Falso, maloliente y fraudulento. Un gobierno Dorian Grey cuya verdadera esencia, oculta tras gruesas capas de maquillaje mediático, permanecía a buen recaudo en los sótanos del sanchismo hasta que ha empezado a vérsele el rostro. Acertó ayer Rafael Hernando calificando a Delgado de «ministra zombie». Es una muerta viviente que aguanta aferrada al cargo por una sola razón: el gobierno del que forma parte caería irremediablemente lastrado por su dimisión. Todo este Gobierno es un zombie.

Ignacio Camacho cree que al final la resistencia de Delgado puede verse quebrada si sale algún audio o algún vídeo al estilo del que padeció Cristina Cifuentes:

El presidente sabe que no podría encajar una tercera baja en su equipo y sostendrá a Delgado hasta que le hagan «un Cifuentes» sacándole otra cinta u otro vídeo. También en eso ha asumido el manual de resistencia que antes le parecía un hábito desaprensivo. Cuánto habría durado un ministro de derechas que pronunciase esos comentarios despectivos sobre la homosexualidad o el feminismo.

El País opta por la vía de ningunear al digital Moncloa.com, al que ni se toma la molestia de nombrar, y exigir responsabilizar a la oposición de darle importancia a las palabras de un delincuente:

El dilema ante el que las revelaciones del excomisario Villarejo en una publicación digital de reciente creación coloca a las fuerzas parlamentarias, además de a los medios de comunicación, es decidir qué sitúan en el primer plano de la agenda política e informativa que proponen a los ciudadanos. Bien el contenido de unos archivos sobre los que sigue teniendo el control el presunto delincuente que los obtuvo en abierta violación de derechos constitucionales, contribuyendo de este modo al despliegue de su estrategia de extorsión, bien la inequívoca denuncia de esta estrategia, colocando el acento sobre sus insidiosas maquinaciones para escapar a la justicia.

Martín Prieto, en La Razón, tritura a la ministra de Justicia por boba y dejarse grabar por un personaje tan siniestro como Villarejo:

Dolores Delgado, ministra de Justicia y Notaria Mayor del Reino, no puede alegar un miserable chantaje porque solo son chantajeables quienes tienen algo sórdido que ocultar y ‘La Lola’ no aparece como protagonista de ningún traspiés deleznable y está quedando como pánfila, pese a su carácter, por mentir innecesariamente sobre sus relaciones peligrosas. Hace diez años el comisario Villarejo ya era tabú y si le rozabas era para grabarle y no que te grabara y no te reunías privadamente con él hoy procesado y encarcelado ni para repartir una herencia. La ministra, que quería dejar a su albur al juez Llarena ante Puigdemont, ha quedado como Cagancho en Almagro por su subliminal homofobia y misoginia en un Gobierno tan revestido de progresía y en pleno hervor de la ideología de género. Villarejo y sus antenas solo quieren salir de la cárcel y le han subido la falda a la Notaria Mayor.

Juan Velarde es redactor de Periodista Digital. @juanvelarde72

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Autor

Juan Velarde

Delegado de la filial de Periodista Digital en el Archipiélago, Canarias8. Actualmente es redactor en Madrid en Periodista Digital.

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