Carlos Herrera ha estallado este 7 de marzo de 2019 con la decisión conocida de que la secretaria judicial Montserrat del Toro no solo se vio impedida para salir por la puerta de la Consejería de Economía de la Generalitat de Cataluña, sino que también el empresario del teatro contiguo intentó impedir por todos los medios que la funcionaria también pudiera evitar a la turba golpista y acosadora.
Denunciaba Herrera que de esta funcionaria se han conocido todos los datos posibles, pese a la petición de ella de preservar el anonimato:
Montserrat del Toro a la que no conocía la inmensa mayor parte de los catalanes involucrados en el ‘procés’, simplemente sabían que era una secretaria judicial que había ido a la Consejería de Economía a buscar unos papeles que quería el juez para… Bueno, saber exactamente hasta qué punto con fondos públicos habían patrocinado bla bla bla.
De Montserrat del Toro no tenía ningún conocimiento toda esta gente, ahora ya lo tienen porque ya se ha encargado TV3 de, a pesar de que en el juicio se ha ocultado su rostro, de divulgar quién es, dónde vive, cuál es su carnet de identidad, etcétera, etcétera y en qué colegio van sus niños, si los tiene, que no lo sé.
Detalla que:
Bueno, pues esa Montserrat del Toro era la señora que entra en la Consejería de Economía y que ayer relató en el juicio que no podía salir porque tenía miedo. Porque, efectivamente, había una colección de borrachuzos fanáticos en la puerta de la Consejería de Economía vandalizando coches de la Guardia Civil, gritando, amenazado… Y tiene que escapar por una azotea. Salta el muro de una azoteita, entra por el Teatro Coliseum, que está al lado, baja y se espera allí porque dicen los policías: «Espérate que salga la gente, que está viendo una obra, y tú te mezclas con la gente y te vas. Y me alegro de saludarte».
Y cargó contra ese dueño y responsable del teatro:
Pero va el encargado del teatro y dice que no, que no la deja salir de allí. De este tío sí que habría que saber quién es, el nombre, dónde va, cómo se llama, qué DNI tiene, dónde vive. De este hay que saber todos los datos posibles. No de la señora del Toro, cuya confesión ayer, cuyo testimonio ayer fue… Bueno, tan importante como el testimonio, por ejemplo, del práctico del puerto de Barcelona, que desmiente aquello que dijo Josep Rull de que no podía entrar el barco de Piolín en Palamós porque no cabía. Claro,¿cómo que no cabía? Claro que cabía. Es porque no le daba la gana a él. O los responsables de los hoteles que fueran acosados por acoger a guardias civiles y a policías.
Juan Velarde es redactor de Periodista Digital @juanvelarde72