Arranca la campaña para las elecciones del próximo 20 de diciembre y algunos de los programas aprovechan el tirón mediático de todo lo que rodea la incógnita sobre el futuro presidente. Toca hacer balance y repaso de los últimos años y así lo hizo ‘La Sexta Columna’ en su última edición. A falta de quince días para el gran momentó que decidirá el futor de España en los próximos cuatro años, el formato hizo un repaso de lo ocurrido en procesos electorales anteriores, con políticos y protagonistas en campañas pasadas. El programa desgranó los entresijos de este movimiento político previo a la cita con las urnas.
Durante el reportaje, el espacio de La Sexta recordó el pasado político de Paz Padilla como animadora en un mitin del PSOE. Corría el año 2000 y el candidato socialista a las elecciones generales era Joaquín Almunia, que quedaría como líder de la oposición tras la mayoría absoluta obtenida por José María Aznar con 183 escaños.
La presentadora de Sálvame fue la encargada de amenizar la cita contando chistes y entreteniendo al público minutos antes de abrir la candidatura de Almunia. No obstante, no es único el caso de Paz Padilla, pues La Sexta Columna también recogió la actuación musical de Julio Iglesias durante un mitin del PP para apoyar la candidatura de Aznar en 1996, lo que ocurre, es que a diferencia de la humorista, nuestro cantante más internacional siempre ha hecho gala de sus ideales políticos.
Recordamos además que la pareja de Paz, Antonio Juan Vidal Agarrado, es militante del PSOE andaluz, y aunque ella ha prohibido hablar del tema en su programa ‘Sálvame’, el diario ABC se hizo eco el pasado 3 de junio de 2015, de que la juez Mercedes Alaya «le imputó junto a diez jefes de servicio de la Junta de Andalucía por las graves deficiencias en el seguimiento de los cursos de formación y en la justificación de las subvenciones, estando bajo su competencia tanto el departamento de planificación, como el de seguimiento y el de gestión económica».
La juez consideba que los acusados «omitieron iniciar y continuar los correspondientes expedientes de reintegro, no recuperando así los caudales públicos comprometidos» y que confeccionaron las resoluciones de exoneración que permitieron que «multitud de empresas, sin justa causa, continuaron recibiendo el pago de subvenciones a pesar de tener múltiples subvenciones anteriores pendientes de justificar».