Es muy triste escuchar ayer al representante de CCOO en León y uno de los convocantes de la manifestación, Xosepe Vega, en el programa de Carlos Alsina de Onda Cero, cuando afirmó que no se ha creado «ni un solo puesto de trabajo» después de todas las supuestas inversiones que se iban a llevar a cabo por parte, sobre todo del Gobierno central, debido al finiquito de la industria térmica y minera en la provincia.
Hace justo dos años, se llevó a cabo la manifestación más importante, cuantiantivamente al menos, en la provincia de León. 80.000 personas unieron sus voces para clamar contra las desinversiones, la falta de interés y la dejadez de la administración hacia la provincia de León. Ayer, dos años después, se volvieron a juntar, esta vez menos de la mitad, para exigir soluciones inmediatas para la provincia.
De aquella manifestación, lo único que sacaron en claro es la puesta en marcha de una «mesa por León», sacramentada por Teresa Rivera, vicepresidenta del Gobierno y en la que se iban a poner en cuestión todo tipo de inversiones, de proyectos y soluciones para la provincia, pero que al encontrarse de frente con el confinamiento y el desbarajuste de la pandemia del COVID 19, quedó en agua de borrajas.
Una vez pasados los rigores, al menos por ahora, y los efectos graves de la pandemia, los organizadores de la manifestación, se han vuelto a lanzar a las calles de León, Ponferrada y Villablino a exigir inversiones en la provincia.
A lo largo de los últimos años, la política errática de las diferentes administraciones, han desmantelado toda la industria minera en la provincia, lo que ha supuesto un desastre sin palliativos para el tejido empresarial. Las diferentes administraciones se lanzaron a poner encima de la mesa propuestas diversas y variadas para compensar el desastre, pero a día de hoy, según el representante de CCOO, no se ha generado «ni un solo puesto de trabajo» en la provincia para paliar el desbarajuste.
Se han cerrado las térmicas, se han cerrado las minas, se han incumplido totalmente las promesas y nadie pone soluciones para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos de León y para más inri, uno de los grandes desastres, uno de los causantes de la situación, una de los grandes calamidades de la política patria, Jose Luis Rodríguez Zapatero, vallisoletano reconvertido a lenonés, se jacta de la situación y anima a los leoneses a lanzarse a la calle a protestar, siendo él, el gran responsable del «desaguisao».
El problema de León es el problema de cualquier municipio y cualquier provincia de Castilla y León, pero también de Castilla la Mancha, o de Extremadura, es un problema de desinversiones, de potenciación de otras comunidades, de olvido y pasotismo. Si alguien puede hacer algo para solucionar el problemón, es el Gobierno de España, que es el que tiene la sartén por el mango y fundamentalmente el BOE, la única herramienta válida para solucionar estos problemas, pero la intención de esa calamidad de presidente que padecemos, es la de priorizar otros territorios a costa de lo que sea, puesto que son los que le mantienen y le pueden llegar a mantener en el sillón de la Moncloa.
