En el epicentro de la tormenta que arrasó Valencia en octubre de 2024 no solo quedaron sumergidos barrios enteros, sino también la credibilidad política de Pilar Bernabé, delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana. Su reciente declaración ante la jueza del Juzgado de Instrucción número 3 de Catarroja ha destapado un reguero de contradicciones y lagunas que alimentan la polémica sobre su papel —y el del propio Ejecutivo central— durante la peor DANA que se recuerda en la región.
Bernabé, figura ascendente en el PSOE valenciano, se ha visto forzada a matizar y rectificar afirmaciones previas mientras crece el clamor por esclarecer qué falló realmente en aquellos días aciagos. No solo se le reprocha haber cambiado de versión varias veces sobre los hechos clave, sino también haber presentado un currículum académico inflado durante años, lo que añade más leña al fuego de la desconfianza política.
¿Dónde estaba el Gobierno central? El misterio de las llamadas perdidas
Uno de los puntos más controvertidos es la tardanza con la que, según su propio testimonio judicial, recibió instrucciones o siquiera contacto directo desde Moncloa. Bernabé relató ante la jueza que no fue hasta pasadas las ocho de la tarde cuando el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, le llamó al móvil, justo después de que sonara en su teléfono el mensaje masivo de alerta Es-Alert. Para entonces, los daños ya eran irreversibles: el barranco del Poyo desbordado, puentes colapsados y miles de valencianos atrapados o incomunicados entre Paiporta, Torrente, Algemesí o Carlet.
Durante horas cruciales, la coordinación dependió casi exclusivamente de responsables autonómicos y municipales, mientras Bernabé afirma haberse mantenido en su puesto contactando con alcaldes y organismos implicados. Sin embargo, los críticos aseguran que esa coordinación llegó tarde o fue insuficiente para evitar el caos logístico y humano que siguió al desastre.
Versiones cruzadas: ¿mentiras piadosas o desinformación interesada?

La comparecencia judicial de Bernabé ha servido para poner negro sobre blanco varias incongruencias. Mientras desde su entorno se insiste en que se mantuvo informada y activa durante toda la jornada, reconoció ante la jueza que ni ella ni el Cecopi —el órgano clave de coordinación— recibieron información directa sobre el desbordamiento del barranco del Poyo hasta bien entrada la tarde. Esta admisión desmonta parte del relato oficial sostenido por ella misma durante meses y deja al descubierto un vacío informativo fundamental para entender por qué se tardó tanto en activar recursos como la UME o cortar vías clave como la pista de Silla o la A3.
La oposición no ha tardado en calificar estas rectificaciones como “mentiras flagrantes” y ha señalado la “incapacidad” de Bernabé para ordenar medidas preventivas básicas: cortes viarios, seguimiento intensivo de cauces por parte de Guardia Civil o reforzamiento inmediato de efectivos policiales para proteger viviendas y negocios tras los primeros asaltos y saqueos posteriores a la catástrofe.
El papelón del currículum: licenciaturas evaporadas
Como si fuera poco con las polémicas sobre su gestión durante el temporal, Pilar Bernabé ha tenido que salir al paso del escándalo por su currículum académico. Durante años figuró oficialmente como licenciada en Filología Hispánica y Comunicación Audiovisual por la Universidad de Valencia. La realidad es mucho más prosaica: inició ambos estudios pero nunca los terminó. El PSOE valenciano acabó corrigiendo su perfil institucional tras destaparse el engaño —una situación que evoca otros célebres “retoques” curriculares en la política nacional—.
Este episodio ha reavivado el debate sobre la transparencia y honestidad exigibles a cargos públicos. La oposición lo utiliza como ejemplo recurrente para pedir su dimisión inmediata, mientras Bernabé asegura estar “en su mejor momento” político y se proclama secretaria general del PSOE en Valencia entre aplausos propios… y abucheos ajenos.
Las llamadas al 112: datos objetivos frente a relatos políticos
El análisis detallado de las llamadas recibidas por el 112 revela otra pieza esencial del rompecabezas. Entre las 0:00 y las 23:59 horas del fatídico 29 de octubre se gestionaron casi 20.000 llamadas y cerca de 5.000 incidentes diferentes; solo entre las cinco y seis de la tarde se recibieron más de 2.400 avisos urgentes. Sin embargo, la activación efectiva de recursos estatales clave no llegó hasta pasadas las ocho.
Bernabé acusa ahora al Consell autonómico —gobernado por PP y Vox— de haber tenido toda esa información delante sin actuar a tiempo: “Tenían las pantallas con los datos delante… ¿qué necesitaban, que entrara alguien y les zarandeara?”, llegó a espetar públicamente. La guerra política por reescribir quién tuvo acceso a qué información —y cuándo— está servida.
La gestión tras el temporal: saqueos e inseguridad
No solo se cuestiona lo ocurrido durante las horas críticas; también hay reproches amargos sobre la gestión posterior, especialmente ante los asaltos y robos registrados en viviendas y negocios afectados por la DANA. Críticos señalan que Bernabé fue incapaz de movilizar refuerzos policiales suficientes ni traer más guardias civiles para proteger a los damnificados. La portavoz popular no dudó en calificar esta actitud como “desidia” e “incapacidad”, acentuando aún más el desgaste reputacional ya acumulado.
Política ficción: ¿Quién tenía realmente las competencias?
En este escenario digno del mejor vodevil político español —con tiras y aflojas constantes entre administraciones central, autonómica y local— cabe preguntarse si alguien tenía realmente el timón durante aquellas horas críticas o si todos navegaban a ciegas esperando instrucciones ajenas.
- La delegada sostiene que hizo cuanto pudo con los medios disponibles.
- El Consell asegura que alertó cuando debía… aunque sus propios informes reconocen retrasos.
- La oposición exige dimisiones inmediatas.
- Y mientras tanto, miles de valencianos siguen esperando respuestas claras sobre cómo pudo fallar tan estrepitosamente una cadena teóricamente diseñada para salvar vidas.
Curiosidades políticas para quien resista hasta aquí
- El caso Bernabé ha sido comparado por algunos analistas con otros célebres escándalos curriculares en España; cada vez son más frecuentes los “ajustes” biográficos cuando salta una crisis.
- En redes sociales circulan memes donde aparece Bernabé recibiendo alertas meteorológicas… a ritmo caribeño.
- Durante los días posteriores al desastre hubo incluso quienes propusieron cambiarle el nombre al barranco del Poyo por “el WhatsApp del Pánico”, dada la falta absoluta de comunicación oficial.
- A pesar del desgaste mediático, Pilar Bernabé ha sido ratificada como líder local socialista; algunos dicen que en Valencia resistir es sinónimo directo de aspirar a alcaldesa… aunque sea nadando contracorriente.
