Los rumores sobre la inminente expropiación de YPF por el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner se disparan. Este 12 de abril de 2012 la edición digital del diario bonaerense Clarin desvelaba que los diputados oficialistas argentinos ya tenían en sus manos el borrador del decreto de la presidenta argentina para que el Estado se apropie del 50,01% de la filial de Repsol —Diputados oficialistas ya tienen un borrador de ley para expropiar el 50,01 por ciento de YPF–. Periodista Digital ha consultado a dos analistas, uno español y otro argentino aunque residente en España, Salvador Sostres y Horacio Vázquez-Rial, sobre los motivos de la medida, sus consecuencias y la reacción del Gobierno.
MOTIVOS DE LA EXPROPIACIÓN
En cuanto a los motivos por los que Fernández de Kirchner parece dispuesta a cumplir sus amenazas de expropiación, Horacio Vázquez-Rial dice:
Evidentemente hay dos lados de la cosa, uno el lado español y otro el lado argentino. En el lado argentino hay elementos varios, entre ellos la necesidad de divisas, cierta, auténtica necesidad de divisas por un lado, por otro la necesidad de distraer la atención del público que está centrada en la inflación y en diferentes problemas muy visibles. En el lado español, a mí me parece tremendamente complicado porque esto viene a sumarse a todos los problemas que ya tenemos. ¿Qué quiero decir con esto?
A lo lago de mi vida, que es muy larga y que he dedicado buena parte a observar la política del mundo, he visto muchísimas formas de golpe de estado, muchísimas formas de hacer caer un gobierno y una de las que se están llevando a cabo en estos momentos es la presión infinita sobre el gobierno de Rajoy. Presión de todos lados. Un cosa realmente nunca vista al menos con esta virulencia, probablemente solo en el momento en que se le hizo, sin vueltas, un golpe de estado financiero a Alfonsín a finales de los años 80 y este es un asunto que habría que tener en cuenta en estos análisis. Al menos, en la posibilidad que tienen de perjudicar a España en estos momentos. Está por ahí la idea de golpe y de presión. Las informaciones negativas, con toda probabilidad, que han estado dándose sobre España, al menos miembros conspicuos de partidos de la oposición en Bruselas, forman parte de esto. Yo lo tendría en cuenta.
Salvador Sostres se muestra más contundente:
Es robar una empresa que funciona. Como escribía en mi artículo en El Mundo —Robar–, la constante de los gobiernos argentinos es, aparte de la corrupción, la ineptitud y robar. Mira que es difícil que una petrolera pierda dinero, pues esto lo consiguió un gobierno argentino. Ahora resulta que YPF, bien gestionada por Repsol y oportunamente liderada por una empresa española, que tampoco es que seamos unos genios los españoles en el petróleo, pero está bien, normal, correcto, resulta que no solo va bien, sino muy bien y gana mucho dinero, han descubierto yacimientos nuevos, pozos nuevos y, ¿que hace Argentina en un caso así? Pues lo roba.
Es uno de los países mas ricos del mundo en materias primas, en productos naturales. Que un país como Argentina, riquísimo, España no tiene ni el 1% o el 0,1% de los recursos naturales que tiene Argentina, pues que ese país haya acabado con el ‘corralito’. Esto te lo dice todo, quiere decir que la ineptitud de sus gobernantes y la caradura de sus gobernantes, es decir, no es suficiente robar. En España ha habido corrupción, con la corrupción de España, Argentina sería el país líder del mundo. ¿Qué pretensión real hay? Robar, como siempre.
Sobre la posibilidad de que haya un elemento nacionalista en la actuación de la presidenta Argentina, y dado que muchos analistas la relacionan con la escalada de agresividad verbal con respecto a las Malvinas, ambos coinciden en situarlo en un lugar secundario.
El escritor argentino explica:
En el peronismo siempre hay ese discurso peronista-nacionalista, nacionalizador además, estatalista. Eso forma parte de él, lo que no quiere decir, en absoluto, que sea determinante. Ella pertenece a esa tradición, no sé si decir de pensamiento o de no pensamiento, que entra en la lógica del peronismo. Pero eso no significa que sea el factor determinante.
Para el periodista catalán:
Si tú quieres buscar una excusa para una tropelía que hagas, pues tienes una y mil excusas. Es como los hijos, que tienen 100.000 excusas para justificar sus canalladas de pequeños. Este tipo de nacionalismo es cutre, barato y lleva a la ruina, para justificar cualquier cosa. En Alemania después de 1945 no quedó ni una piedra sobre otra. En Japón, hace dos días con el tsunami quedó la cosa muy afectada. Y Alemania en pocos años ya fue líder de Europa y en pocos años además pasó a mantenernos a todos. Y Japón, ya vemos imágenes y noticias de la recuperación brillante porque son pueblos disciplinados, porque el nacionalismo lo usan para cosas normales, que es para estar orgulloso de ser japonés o alemán. Ser lo que convenga, americano si conviene. Entonces para ayudar al bien común y para tirar adelante. Lo de Argentina no es nacionalismo es caradura envuelta en una bandera.
REACCIÓN DEL GOBIERNO ESPAÑOL
Desde Varsovia, donde se encuentra de viaje oficial junto con Rajoy, el ministro español de Industria, José Manuel Soria, ha dicho sobre esta cuestión que «El Gobierno de España defiende los intereses de todas las empresas españolas, dentro y fuera. Si en alguna parte del mundo hay gestos de hostilidad hacia esos intereses, el Gobierno los interpreta como gestos de hostilidad hacia España y hacia el Gobierno de España. El Gobierno lo que sí dice es que si hay gestos de hostilidad estos traerán consecuencias». Periodista Digital ha pedido a los analistas que valoren esta intervención.
Vázquez-Rial dice:
La reacción del gobierno español me parece bien, absolutamente normal, creo que es lo que había que decir.
Para Sostres es una declaración:
Bienintencionada pero inútil.
Se plantea la duda de cómo debería responder el Ejecutivo de Rajoy si al final la expropiación tiene lugar. Vázquez-Rial dice:
Depende del momento político. Depende de la fuerza que tenga el gobierno y de varios factores. La fuerza del gobierno no es el menor de los elementos.
En palabras de Sostres:
Voy a decir una cosa que puede sonar provocativa, pero es tajante y cierta. Antes hablábamos de la relación de esto con las Malvinas… Thatcher mostró el camino, si quieres tener negocios con los argentinos tienes que tener una flota suficiente como para mandarla cuando no cumplan.
CONSECUENCIAS PARA REPSOL
Para Vázquez-Rial:
Es muy fuerte el asunto. Hay gente que se va a quedar en la calle si esto es así. Me parece que ese es el problema menor, pero sí el más inmediato. No es necesariamente el problema.
Sostres opina que:
Esto es un agujero. Creo que Repsol y La Caixa son empresas lo suficientemente potentes e inteligentes como para superar cualquier adversidad. Lo podrán hacer con paciencia, con calma, como siempre se han hecho las cosas. Especialmente La Caixa, que no lo ha tenido fácil a lo largo de su vida y ha sabido tocar bien las teclas y gestionar bien sus crisis. Yo tengo confianza en ese sentido. También tengo confianza en mi equipo, que es el Barça, pero si te pitan siete penaltis en contra en un solo partido, también tengo confianza en que vamos a meter ocho goles, pero es mucho pedir. Es un mazazo durísimo. Lo que pasa es que yo confío en la inteligencia y, francamente, yo no soy un experto en esto, en organismos internacionales y todo esto, pero por la pinta que tiene esto, si realmente, como parece, Kirchner se atreve a hacer lo que va a hacer, creo que España y Repsol lo tiene muy peludo para reclamar. Si es verdad que más desde Estrasburgo que desde otra parte, pero vaya, lo tienen muy difícil.
UN RIESGO PARA EL RESTO DE EMPRESAS ESPAÑOLAS
Para ambos analistas no hay que descartar que si ahora se expropia YPF, en el futuro pueda ocurrirle algo similar a otras empresas españolas con intereses en argentina.
Vázquez-Rial dice:
Si ven que les da resultado y les funciona, supongo que tenderán a reiterarlas. No es difícil por otra parte. Es perfectamente posible.
Sostres explica:
La expropiación de YPF tiene dos problemas: Uno, lo que puede suponer para Repsol y para La Caixa, que es su accionista más significativo, y otra que es la falta de garantías total y la sensación de desprotección en que quedan las demás empresas. El hecho de que haya otras empresas españolas en Argentina, también limita la capacidad de presión del gobierno. Imagínate que el gobierno español se pone extraordinariamente duro, que no sé como podría hacerlo, porque no creo que tengamos flotas como las británicas para mandar allí, parece impensable en este momento de la historia. Si te pones extraordinariamente duro y los empresarios que tienes allí empiezan a ser perjudicados como represalia. Si alguien hace alguna astracanada, confiemos en que nadie la haga, pero si la hacen el orden mundial depende de tantos hilos que tocarlo es muy complicado.
Con la colaboración de Roberto Cid.