Jose Andrés Mayo: «Pon una Fundación en tu vida»

Jose Andrés Mayo: "Pon una Fundación en tu vida"

El tercer sector

En las circunstancias actuales, uno se da cuenta de la labor imprescindible que desarrollan en la sociedad las fundaciones (forman parte del llamado “Tercer Sector“), así que todas las empresas que tengan una, deberían potenciar sus líneas de actuación. Y las que no la tengan, es el momento de “fundarlas”.

En España hay algo menos de diez mil, dando empleo a un cuarto de millón de personas. Y aunque el origen de su creación es el altruismo e interés general, aporta un enorme beneficio a la imagen corporativa del grupo. Las empresas aportan capital a esas fundaciones para determinados bienes comunes, como puede ser aliviar la precariedad de un colectivo, contribuir con becas de investigación o luchar contra una enfermedad rara.

Recuerdo cuando trabajaba en banca que se hacían bastantes acciones sociales involucrando a los empleados. Empezaba a despuntar la RSC, y me dio para escribir un artículo. En mi caso recuerdo especialmente dos actuaciones: actuar como arbitro en competiciones deportivas de niños con minusvalías psíquicas y una marcha ciclista benéfica por el puerto de Canencia que terminó con mi mayor “pájara deportiva”. Las camisetas de aquellas actividades todavía las utilizo para bajar a la piscina o salir en bicicleta. Existía algo de orgullo de pertenencia.

La Fundación da mucha visibilidad a la marca porque permite a las empresas relacionarse con la Administración pública, con los clientes, reales y potenciales, con proveedores, y con la sociedad en general transmitiendo una imagen de cercanía y solidaridad. Pero no hay que confundirse, las fundaciones no son ONGs, por lo que nunca debe de perderse de vista sus objetivos empresariales, y su objetivo final de maximizar el beneficio en el desempeño de su actividad. Siempre debe tenerse presente, y no son conceptos antagónicos: debe favorecer el rendimiento comercial apoyándoselos en ese impulso reputacional.

Ventajas fiscales

Aunque no sea el fin principal, no hay que dejar de lado las ventajas fiscales de las fundaciones (Ley 49/2002 de régimen fiscal de las entidades sin fines lucrativos y de los incentivos fiscales al mecenazgo). Los incentivos fiscales comienzan desde el momento inicial, estando exentas del impuesto sobre transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados. Igualmente, en el impuesto de sociedades, hay beneficios. Y también gozan de ventajas todos aquellos que hagan aportaciones económicas, sean donantes o patrocinadores.

Departamentos de RSC vs Fundación

En muchas empresas, conviven ambos entes y alguien tiene que decidir cómo repartir sus competencias y la coordinación con el resto de departamentos. Cada uno tendrá su opinión, pero yo creo que es algo ineficiente mantener estos dos vehículos dando lugar a bastantes duplicidades y generando cierta confusión interna. Creo que la fundación debe aglutinar todo, estando a disposición de la empresa (y de la sociedad), y creando valor en la dirección que se marque como estrategia del grupo.

Comunicar bien

Hoy en día es imprescindible para cualquier organización comunicar bien, así que para las fundaciones, más todavía. Debe desarrollar un buen sistema que les permita informar y comunicar de forma continuada a todos sus públicos (que suele ser mayor del que nos pensamos) acerca de las actividades y los beneficios que puede revertirles.

Hay que aprovechar que las fundaciones, al ser entidades sin finalidad de lucro, son bien percibidas por los medios de comunicación, por lo que es más sencillo conseguir que se hagan eco de sus actividades, dado el interés general de estas.

La comunicación central debe de hacerse en la página web, exponiendo con claridad y sencillez toda la información. Es el medio más transparente, y el que debe de servir de punto de partida para planificar el resto de acciones. Debemos centrarnos en mostrar una potente identidad corporativa, usando el logo de la fundación para ser fácilmente identificados. Y ser percibidos como queremos. Las relaciones institucionales deben estar bien definidas, sin dar bandazos y que respondan a criterios homogéneos.

Redes sociales

En la actualidad son imprescindibles para conectar a la sociedad con las empresas. Sin ellas el mensaje se quedaría corto, perdiendo poder e influencia. Hay que aprovecharse de ellas para dar a conocer nuestros proyectos e iniciativas. Pueden ayudar a generar conciencia sobre la causa que nos ocupe. Y lo mejor de todo, de manera inmediata, con una alta capacidad de interacción y a un coste muy deducido.

Como conclusión decir que creo que es el momento de potenciar las fundaciones, que sean más proactivas porque la sociedad las necesita (muchas ya lo están haciendo), se lo está demandando.

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