Acusó Abascal y acusamos todos a Sanchez de golpe de estado. En su particular procés el dictador ha dado un golpe a la Soberanía popular, a la Monarquía secuestrada, al resto de las instituciones y ahora al poder judicial.
Por eso, Vox solicitaba la medida cautelar de suspender la investidura, porque una vez aprobada la investidura será irreversible el autogolpe al Estado y a las instituciones y desde las instituciones”.
La pregunta es ¿para qué redacta el Tribunal Supremo, -timorato como siempre-, un comunicado si sus miembros «muchos puestos por Sanchez» raramente sacan a los ciudadanos las castañas del fuego?
¿Para qué advierte muy digno en un comunicado a decir frente al acuerdo de PSOE y Junts sobre la ley de amnistía que la política no puede fiscalizar la labor de los tribunales? ¿Para salvarse la cara? La Sala de Gobierno ha emitido un escueto comunicado en el que piden «absoluto respeto» a la división de poderes y recuerda que la actuación de los tribunales se ciñe siempre a la legalidad y al cumplimiento de la Constitución.
El comunicado, aprobado con el respaldo unánime de los miembros de la Sala, recuerda que el Estado de Derecho «exige el absoluto respeto de la división de poderes» y que la función jurisdiccional se ajusta siempre a la salvaguardia de los derechos y libertades de los ciudadanos.
Pues bien. Ese absoluto respeto no puede haber sido violentado más. La constitución ha saltado por los aires. ¿A qué esperan, como el Rey, a que cierren sus despachos y tengan que telesentenciar? ¿Por qué entonces dejan tirados a los ciudadanos españoles que no son de Vox, que son quienes se prestan a hacerlo en su nombre en su defensa constitucional, rechazando las medidas preventivas que impidan la persistencia en el abuso y las inconstitucionales consecuencias trágicas que se pueden derivar de todo ello?
El Supremo siempre timorato pide la división de poderes, pero parece actúar siempre al servicio de los poderes.
Cuales son los daños más importantes e irreparables que se pudieran derivar de admitir o no las medidas cautelares solicitadas por VOX. ¿El que los diputados tengan que volver otro día, o la consagración de la dictadura que evidentemente acaba con la división de poderes, la igualdad de los españoles, la tutela efectiva de sus derechos y demás?
Fundaméntelo eso en su Resolución quien haya conocido del caso y explíqueselo al pueblo, que lo entienda.
La salvaguarda de esos derechos exigía su intervención ante un ejecutivo que tiene al resto de instituciones, incluida la monarquía, secuestradas.
Según Vox, si no se suspende la investidura, como así va a ser, Pedro Sánchez “seguirá su curso el conjunto de iniciativas para aprobar la ley de amnistía, la convocatoria de un inconstitucional e ilegítimo referéndum de autodeterminación o el encargo al ridículo y ominoso para España relator internacional, quedando todo ello extramuros de la potestad jurisdiccional si se ejecuta mediante normas con rango de ley”.
Como miles de españoles ni soy militante de Vox ni jámas he sido extremista. Pero Sanchez, el Gran provocador, deliberadamente o no, y eso da igual cuando se tienen las ideas claras, con su provocación continua y su discurso incendiario e ignominioso incluso desde la tribuna del parlamento, nos está obligando a ello.
El pueblo no tiene que entender todas la oscurantista palabrería gremial y leguleya pero como de él emana la justicia, el pueblo debe entender los términos cuando se le juzga o cuando se violan y aplastan sus derechos constitucionales de manera tan flagrante como en ésta ocasión, cuando puede no haber otra, con los daños jurídicos, sociales y económicos que se derivan de ello para el futuro.
Por eso seguiremos en la Resistencia.
Porque cada vez es más cierta la frase de Ortega. En España lo que no ha hecho el pueblo se ha quedado sin hacer.
Victor Entrialgo