Hoy vamos a comprobar el grado de madurez de los españoles. Este 20D expresará el valor que damos los ciudadanos al nivel de vida alcanzado.
España ha pasado, con los gobiernos del PSOE y del PP, de un país aislado y subdesarrollado (1980: 4.000 dólares per cápita) a uno de los más ricos del mundo (2014: 23.000) a pesar de la crisis de los últimos ocho años. Hemos mejorado nuestra nivel de vida por cinco, lo que ningún otro país, en los últimos 30 años.
Cualquiera de nosotros podemos vivir gracias a un trasplante de corazón que ha costado cinco años de tratamiento y más de 500.000 euros de gasto a la sanidad pública.
Por eso pagamos los impuestos. Desde hace 25 años viajábamos de Sevilla a Madrid en AVE en 150 minutos. Nadie en el mundo ha logrado estos resultados y entonces… un joven con brotes esquizoides le pega un puñetazo a su paisano, Mariano Rajoy, a los pies de la iglesia de la Virgen Peregrina, el lugar más céntrico de Pontevedra.
¿Qué es lo que pasa para sucedan hechos tan surrealistas? Parece que hemos perdido el norte. Somos un país en el que vivimos con un confort que no valoramos. Nos quejamos por todo. Nadie coincide en valorar lo que, entre todos, hemos conseguido.
La crisis económica nos ha golpeado con virulencia. Como a los nuevos ricos nos prestaron ingentes cantidades de crédito para financiar nuestro desarrollo (infraestructuras, burbuja inmobiliaria, dimensión multinacional de las empresas) a muy bajo interés. Era más barato pedir dinero prestado que cobrar impuestos.
En 2008 colapsó el sistema financiero mundial y el crédito del 1,5% pasó al 10% lo que impide mantener la maquina del Estado de Bienestar en marcha.
¡Qué mal funciona todo: la educación, la sanidad, los servicios públicos! Aunque todo funciona.
¿Por qué somos nuestros peores enemigos?
Romanos, visigodos, árabes, judíos, cristianos y, además, en su condición de catalanes, vascos, andaluces, gallegos, castellanos, canarios y sus derivados, nos garantizan la supervivencia como Nación. Yo diría que España es bastante.
Todo podría funcionar mejor pero funciona. La corrupción obscena que hemos sufrido se llevará por delante a los políticos y funcionarios corruptos que han perjudicado casi hasta su implosión al sistema político español.
Hoy, 20N es un día importantísimo porque es presente y condiciona nuestro futuro inmediato. Hay que votar y votar en conciencia.
Lo más importante es que siempre podamos votar en libertad y con responsabilidad.