Mayte Alcaraz

Un senador de España que sólo habla inglés e hindi

Su señoría Masih, de ERC, no entiende una palabra del idioma de los que le pagan

Un senador de España que sólo habla inglés e hindi
Mayte Alcaraz. PD

El único escaño en el Senado que sacó ERC no levanta cabeza. Para mí que lo ha gafado Joan Tardá, celosillo él de la campaña de imagen que se está haciendo en Madrid al joven Rufián, que ya luce como si fuera Emidio Tucci en alguna pasarela mediática.

Tardá ha debido de pensar que todavía hay compañeros que pueden hacer el ridículo mejor que él en las instituciones parlamentarias del Estado opresor, ese que le ingresa suculentos euros para pegarse comilonas como si no hubiera un mañana en los mejores restaurantes que rodean la carrera de San Jerónimo.

Pero estas cuartillas no iban dedicadas al diputado de los pelos y la lengua enfadada, sino a su nuevo compañero, este con asiento en la Cámara Alta.

Resulta que ese escaño estaba ocupado hasta hace una semana por un desnortado juez que, en lugar de evangelizar ante los jóvenes sobre el cumplimiento de las leyes, se ufanaba como un pavo real de que él y sus amigos del Gobierno catalán habían pirateado datos fiscales de los catalanes, para birlarle a Cristóbal Montoro la caja de caudales del Estado.

Escuchar a este senador pensionado por el Reino de España era como comprar un reloj robado a un inspector de Policía en su despacho de comisaría. El bueno de Oriol Junqueras le mandó dejar el acta, no fueran a enchufarle los cables del polideluxe a ese portento de Santi Vidal y diera que decía la verdad.

Para sustituirle, los Junqueras y Tardá han elegido a un catalán de pura cepa, de barretina y siete apellidos… hindúes. Nada que objetar contra Robert Masih y Nahar, químico de profesión cuyas aportaciones a la cultura y el acervo catalán hablan por sí solas: fundó el Catalunya Cricket Club, deporte que como todo el mundo sabe ahonda en las tradiciones más arraigadas del pueblo que le acogió en 2005.

Pero ahora viene lo mejor. Cuando el nuevo senador tuvo que tomar posesión de su cargo, prometiendo o jurando la Constitución, las dificultades que se le presentaron al presidente del Senado, Pío García-Escudero, fueron morrocotudas.

Por dos veces, el ya excelentísimo señor senador don Robert Masih tuvo que repetir su peculiar pronunciamiento («hasta la constitución de la República catalana, por imperativo legal») porque García-Escudero, y cualquier hijo de vecino, no entendía una palabra de lo que chapurreaba.

El nuevo senador no conoce el idioma oficial del país que le paga y, me malicio, algo parecido debe de pasarle con el catalán. Prepárense, pues, los catalanes que le han votado, y los que no, para ser representados en la tribuna de la Cámara Alta por este Demóstenes del críquet.

Y aquí tienen la última prueba de que ERC se toma a chifla a los contribuyentes y a los ciudadanos catalanes y del resto de España: su señoría Masih acudió ayer al comedor del Senado para comer y tuvo que pedir a los camareros la carta… en inglés. Of course.

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