Sería fácil, si hablamos de manzanas y peras, saber cuántas había en España, antes de la llegada de Pedro Sánchez, y cuántas hay ahora.
¿A que sí? ¡Pues no!
Por la simple razón que, en aras a marear una verdad incómoda, se han mezclado en un mismo saco, manzanas con peras, como un todo indivisible, por lo que cualquier intento de hacer un comparativo entre 2017 y 2025, se convierte en lo que, en términos jurídicos, se denomina como ´probatio diabólica´.
Si en lugar de hablar de peras y manzanas, hablamos de impuestos, sin disfraces, de paro real, sin eufemismos, de delincuencia y criminalidad, sin ambigüedades ni tapujos, de volumen y coste de ´chiringuitos´, sin embozos, y un largo etc., el resultado sería más acorde con la realidad de la calle.
Esa misma calle que Sánchez no puede pisar, sin que le canten saetas.
puestos de confianza (asesores y altos cargos ´digitales´), siendo el número más alto en la historia de España. Como referencia vemos que Emmanuel Macron, por ejemplo, cuenta con 59 asesores personales, y un total, entre todos los ministerios, que oscila entre 350 y 570.
Esta factoría del engrudo semántico a gogó, presuntamente ha trabajado en la creación de un neolenguaje lo suficientemente kafkiano y retorcido, como para posibilitar disfrazar la realidad, de carnaval gaditano, dando al Gran Hermano, los mimbres necesarios como para poder justificar con ´números´ que España va como un cohete. Lo que no dice es hacía qué destino.
Y no miente; simplemente omite lo más importante. Porque si desnudamos el relato de ese neolenguaje que le ha permitido clasificar, subdividir y renombrar, a la carta, (con el apoyo del BOE), los epígrafes más incómodos, podemos comprobar que efectivamente España va como un cohete…, pero hacía a su destrucción.
Tal vez por eso, las presuntas prisas de algunos, algunas, y ´algunes´, por hacer ´hucha´. Como algunos cachondos decían en mi tierra, en 2012, “Folleu, folleu, que el món s’acaba”… Para ellos, claro.
Lo que no dice es hacía qué destino.

