Es de ser bien nacido, ser agradecido, así que quiero que conste mi eterno agradecimiento a AEMET, dependiente del “Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico”, del Gobierno de España, por haberme salvado la vida en más de una ocasión.
Cuántas veces, tras consultar el parte meteorológico y ver anunciado que iba a llover a mares, he tenido la precaución de salir de casa, paraguas en mano; y ello me ha salvado la vida. Y no por evitar que cogiese una pulmonía, sino por haberme permitido refugiarme bajo él, salvándome de morir de insolación.
Entonces he comprendido porqué dicen, cada vez que vuelven a subir los impuestos, que estos son para ´sanidad y educación´. Porque acaso hay algo más sanitario, que salvar a un pagano de morir de insolación.
Y es que los colocados en la AEMET, siempre tuvieron más de historiadores, que de augures de la adivinación de feria trashumante. Aunque, y aquí viene lo indignante, a veces no aciertan ni el tiempo que hizo el día anterior.

