Se estrena en plataformas una de las dos películas ganadoras del goya a Mejor película de este año (de un total de 13 nominaciones y también ganadora en categoría de Mejor actriz), La infiltrada, un meritorio thriller de enorme tensión que ha sido todo un éxito de taquilla y que saca músculo de la capacidad del cine español para contar historias interesantes que pueden a la vez sostener a la industria como el negocio que también es.
Se trata de una historia basada en el hecho real de una joven policía, recién salida de la academia, que es infiltrada en el mundo de la izquierda abertzale, y años después logra convivir con miembros de ETA, cuando la banda pretendía fingir una tregua para rearmarse. Esta agente, mujer, recalquémoslo por todo lo que conlleva, logró realizar un trabajo vital para desarticular el Comando Donosti, en lo que resultó un golpe casi de muerte para el terrorismo en España.
Mi primera intención, tengo que reconocerlo, fue la de poner a esta columna el título de “Memoria”, puesto que de eso se trata la película, de rememorar cosas terribles que ocurrieron en nuestro país hace no demasiado y que debemos tener presente, en un momento en el que han pasado suficientes años como para que el relato no levante dolorosas ampollas. Sin embargo, dada la polémica constante en la que nos vemos sumergidos día a día, permanentemente peleados por política y para que no se me catalogue en ninguna corriente de opinión de las que no formo parte, porque detesto los bandos maniqueos y pueriles, he optado, con perdón, por centrarme en la oscuridad de los tiempos en los que la producción pone su acento y, por qué no, en los que nos está tocando vivir, si se me permite el pataleo. El homo sapiens, sea español o foráneo, no aprende ni a tiros, nunca mejor dicho…
Carolina Yuste, en una interpretación que va muy de menos a más, como la tensión de la película, encabeza como protagonista con energía y mesura a la vez, un reparto en el que también destacan Diego Anido (miedo da, como siempre), y el siempre eficaz Luis Tosar; un trabajo actoral excelente para unos casi 120 minutos de puro cine extenuante (en el buen sentido), trepidante y claustrofóbico, con destellos de luz entre mucha oscuridad, que mantiene en vilo al espectador con secuencias como la de la pistola o el teléfono, haciéndole pasar un buen-mal rato que hará que se olvide del reloj y lo que ocurra a su alrededor.
Al aplomo de la protagonista como principal elemento destacable tenemos que añadir una gran ambientación, que refleja la región y la época como sólo alguien que sabe lo que está contando porque lo tiene cerca puede hacer, y en poner su trabajo al servicio del producto, con generosidad y sin estridencias, cabe destacar a su directora y guionista, Arantxa Echevarría (bilbaína de 56 años, ya me dirán si conoce o no la materia…).
Se trata por lo tanto de una gran película, con poso y mucha trayectoria, y si ustedes se la perdieron en una sala de cine, ahora tienen la oportunidad de ver en el salón de su casa sin excusa que valga previo pago de un módico precio que, les aseguro, resultará una buena inversión.
Dirección: Arantxa Echevarría. Año: 2024. País: España. Duración: 118 min. Género: Thriller. Drama. Intérpretes: Carolina Yuste, Luis Tosar, Víctor Clavijo, Nausicaa Bonnín, Iñigo Gastesi, Diego Anido, Pepe Ocio, Jorge Rueda, Carlos Troya, Pedro Casablanc, Adrián Santos. Guion: Arantxa Echevarria, Amèlia Mora, basado en una idea de María Luisa Gutiérrez. Música: Fernando Velázquez. Fotografía: Javier Salmones, Daniel Salmones. Productora: Bowfinger International Pictures, Beta Films Spain, Esto También Pasará, Film Factory Entertainment, Beta Fiction Spain, Atresmedia Cine, ICAA, Movistar Plus+, Mogambo, Crea SGR.
