De 2006 a 2013 el personaje de Dexter irrumpió en la pequeña pantalla y se convirtió por su magnetismo y la originalidad de la propuesta en todo un icono de la televisión. La apuesta era arriesgada, puesto que se trataba, más que de un antihéroe, de una persona que asesinaba a los “malos”, pero a fin de cuentas, sus “quehaceres” eran como mínimo reprobables. Lejos del rechazo del espectador, la serie se alargó hasta que se quedó sin ideas y los guionistas la llevaron a la deriva con un decepcionante final que no se merecía la aclamada serie. Emmys, Globos de Oro, Satellite Awards… todo fueron parabienes mientras duró, y la nostalgia dio paso a una miniserie 10 años después para intentar quitar (y que en parte lo consiguió), ese mal sabor de boca, una segunda oportunidad de cerrar con papel de regalo en la muestra de que su protagonista, el particular Michael C. Hall, se seguía encontrando como pez en el agua interpretando al inquietante Dexter Morgan.
Showtime, con voluntad clara de convertirla en una franquicia viva, retoma por segunda vez al forense de la policía que en sus ratos libres da carta blanca al “oscuro pasajero” que lleva dentro, pero esta vez en una precuela que relata explícitamente los orígenes del personaje y explora la relación con su padre, el policía que le enseñó su “código”, y que es interpretado por Christian Slater (mucho ha pasado ya desde que era aquel joven impetuoso de El nombre de la rosa…). La serie, de la que el propio Michael C. Hall es productor, cuenta con la voz en los ingeniosos monólogos interiores y también el cameo inicial del célebre actor para aportar continuidad al producto y que esto resulte un espaldarazo, aunque su protagonista ante las cámaras, el Dexter joven al que encarna Patrick Gibson, ni tiene el carisma del originario ni tampoco la materia prima que el guión aportaba a éste en las primeras temporadas.
El nutrido reparto escribe un compendio de nostalgia, puesto que el elenco realiza la tarea de rejuvenecer a los personajes ya conocidos, muchos, la mayoría de ellos ya fallecidos el hilo argumental de nuestra línea temporal, y no suele resultar fácil la empresa de poner cara (inexperta) a alguien tan conocido. También se suma algún que otro elemento nuevo como el de Patrick “Anatomía de Grey” Dempsey, que encarna al jefe de policía de Miami en aquella época y da un poco más de lustre al proyecto.
En el jovencito Dexter comienza a aflorar esa necesidad de sangre y todo es nuevo para él (y, por lo tanto, más peligroso). Con estos ingredientes, la serie conserva la misma mezcla de humor y el turbador monólogo interior de Dexter, conservando la piedra filosofal del producto, el formato que le reportó la gloria, pero situaciones forzadísimas y menos capacidad para sorprender y tomarse la trama en serio, hacen de esta revisión poco más que un complemento ligero o un placer culpable para los muy seguidores de la exitosa saga, que, además, posee las claras aspiraciones de alargarse a lo largo de varios años.
Dirección: Monica Raymund, Michael Lehmann. Año: 2024. País: USA. Duración: 50 min. Género: Serie de TV. Intriga. Thriller. Drama. Precuela. Asesinos en serie. Crimen. Policíaco. Título original: Dexter: Original Sin. Intérpretes: Patrick Gibson. Molly Brown. Christina Milian, Michel C. Hall, Christian Slater, Patrick Dempsey, Sarah Michelle Gellar, James Martinez, Reno Wilson, Alex Shimizu, Chandler Lovelle, Joe Pantoliano, Brittany Allen. Guion: Clyde Phillips. Fotografïa: Edward J. Pei. Productora: Counterpart Studios. Distribuidora: Paramount+, Showtime. Estreno en España: 30 enero de 2025.
