El mundo de la televisión y los deportes extremos ha amanecido consternado.
Marta Jiménez, más conocida como la mujer adrenalina de El Hormiguero, perdió la vida este domingo tras sufrir un accidente mortal durante un salto base con paracaídas en la zona de Punta Calva, en el término municipal de Plan, en pleno corazón del Pirineo oscense.
Tenía 34 años y era una referencia tanto en los platós como en el universo de las actividades extremas.
La noticia ha impactado especialmente al equipo de Antena 3 y a los seguidores del programa presentado por Pablo Motos, donde Marta se había ganado un hueco a base de retos imposibles, simpatía y una autenticidad poco común.
Su última hazaña, que terminó en tragedia, es también reflejo de una vida dedicada al límite.
De la ingeniería química a reina del prime time y empresaria del vértigo
Lo curioso del caso de Marta es cómo una madrileña formada en Ingeniería Química acabó convertida en referente nacional de los deportes de riesgo y, casi sin buscarlo, en rostro imprescindible del entretenimiento televisivo. Fundó su propia empresa, High Jump, mientras estudiaba la carrera, apostando por una oferta pionera en España: saltos de todo tipo —puenting, high jump, bungee jump y rope jumping— con sistemas de seguridad avanzados y desarrollos técnicos únicos.
“Creamos una sensación muy potente cuando lo haces, es brutal. Todo son actividades muy seguras; tenemos todo muy estudiado y no nos la podemos jugar”, explicaba Marta sobre su filosofía empresarial y deportiva.
Además, fue pionera en introducir el rope jump —una modalidad que consiste en saltar desde paredes verticales con cuerdas, combinando caída libre y frenada progresiva— llegando incluso a viajar a Ucrania y Polonia para formarse directamente con los mejores del mundo antes de traer la disciplina a España.
La mujer que llevó el salto base al prime time
La popularidad nacional le llegó cuando la productora de ‘El Hormiguero’ le propuso participar como especialista. En octubre de 2024, Marta debutó por todo lo alto: realizó un salto base desde una grúa a 60 metros instalada junto al plató madrileño. El reto fue tan extremo que el propio Pablo Motos confesó haber sentido pánico solo con los ensayos.
Este tipo de retos —a menudo grabados en directo o con público— se repitieron durante dos temporadas, convirtiendo a Marta Jiménez en sinónimo de adrenalina televisiva. Su papel no era solo el de ejecutora: también preparaba técnicamente los saltos, explicaba la física detrás del riesgo y transmitía su pasión por las emociones fuertes desde la responsabilidad.
El accidente: el lado oscuro del deporte extremo
El domingo 13 de julio, mientras practicaba salto base desde una cresta en Punta Calva (Pirineo oscense), Marta sufrió un accidente cuyos detalles aún no han trascendido. El rescate movilizó al equipo GREIM Boltaña y a la Unidad Aérea de Benasque. Cuando localizaron su cuerpo ya era demasiado tarde: las lesiones eran incompatibles con la vida. Fue trasladada al Instituto de Medicina Legal de Huesca para realizar las diligencias pertinentes.
No era la primera vez que afrontaba situaciones límite: tanto en televisión como fuera de cámara había superado caídas libres extremas, saltos inversos —como el famoso “tirachinas humano” donde se lanzó propulsada hasta explotar un globo a 40 metros— o pruebas ideadas para desafiar cualquier miedo racional.
Curiosidades y datos locos sobre una vida fuera del molde
- No tenía seguro de vida: Así lo bromeaban durante sus retos más locos en El Hormiguero, aunque siempre priorizaba la seguridad técnica.
- Saltó desde puentes, grúas y paredes naturales: Su currículum incluye lugares emblemáticos y desafíos inéditos para cualquier deportista española.
- Su pareja también es rescatador profesional: Vivía junto a un miembro del GREIM, lo que reforzaba su vínculo con el Pirineo y el mundo del rescate.
- Fue pionera del rope jump: Trajo esta especialidad a España tras formarse fuera.
- No le interesaba especialmente la televisión: Entró casi por casualidad tras recibir una llamada inesperada para ser especialista puntual… y acabó conquistando a toda España.
- Enseñaba física aplicada al riesgo: Aprovechaba sus apariciones para explicar conceptos científicos detrás del vértigo.
- Aseguraba que sus actividades eran legales pese al mito extendido sobre su supuesta ilegalidad —el salto base solo está prohibido en zonas reguladas específicas, como algunos Parques Nacionales—.
Los deportes extremos: ¿pasión o locura?
La muerte de Marta Jiménez reabre el debate sobre los límites entre pasión deportiva y exposición al peligro real. El salto base es considerado uno de los deportes más peligrosos del mundo por su margen mínimo de error. Sin embargo, quienes lo practican insisten siempre en la importancia extrema de la preparación técnica, el respeto por las normas y el estudio exhaustivo previo.
En palabras recientes recogidas antes del accidente:
“Antes de saltar es un momento muy consciente; no hay margen para tonterías ni improvisación”.
Su legado va más allá del espectáculo: demostró que la pasión bien gestionada puede abrir nuevas vías profesionales incluso donde nadie lo espera.
El último vuelo
La desaparición prematura de Marta Jiménez deja huérfano a un perfil único: pionera empresarial, divulgadora científica accidental y símbolo reciente del riesgo femenino en horario estelar. Para muchos seguidores será recordada como esa mujer que enseñó que la adrenalina no tiene género ni límites, pero sí mucha ciencia detrás.
