Rollos de familia, amores indios y odios sarracenos.
Complicados momentos para el clan Campos.
Y es que después de su emocionante reencuentro en el cumpleaños de Belén Esteban y cuando todos pensábamos que la reconciliación entre Terelu Campos y Carmen Borrego era un hecho, el polígrafo al que se ha sometido la menor de las hermanas en ‘Sábado Deluxe’ y sus polémicas declaraciones sobre su sobrina Alejandra Rubio – a la que ha admitido que se dirige como «la niña de la curva» – ha dado al traste con la paz familiar.
Mientras Carmen confiesa que adora tanto a su hermana como a su sobrina y justifica sus respuestas en el polígrafo, Terelu ha roto su silencio en la revista Lecturas asegurando que está dolida e indignada con Carmen, a la que ha pedido que pise el freno con su hija Alejandra.
Con María Teresa Campos intentando mantenerse al margen de la polémica, su más fiel colaborador, Gustavo Guillermo, se ha pronunciado sobre la guerra entre las hijas de la veterana presentadora, confesando que intentará mediar entre ambas, convencido de que tarde o temprano firmarán la pipa de la paz.
Asegurando que no son una familia diferente porque «en todas se cuecen habas», el chófer de Teresa insiste en que «al final se arreglarán» las cosas entre las hermanas.
«Confío en ello plenamente».
Muy cercano a Terelu en los últimos tiempos porque Teresa continúa en la casa de su hija a la espera de instalarse en su nuevo hogar, Gustavo nos cuenta cómo está tras el polígrafo de Carmen:
«Está muy bien».
Confirmando que la presentadora está al tanto de la guerra de sus hijas, su fiel asistente desvela quién está intentando poner paz en estos delicados momentos.
«Yo por lo menos intento mediar. Se hace lo que se puede, María Teresa se lo merece».
