Cajón de Sastre

Rufino Soriano Tena

El problema nacional más importante hoy.

(o “Sin algo de ironía, no lo entendería mi señoría”).

Contemplando el panorama nacional actual, o sea, lo que hoy mismo nos preocupa a vuesarcedes, al resto de contribuyentes y, cómo no, a mi señoría que lo es (contribuyente, claro) y en buen grado (18 % de IRTP), para mayor gloria del nunca suficientemente bien ponderado ministro Montoro; contemplando el panorama nacional, reitero, mi señoría advierte que no merece la pena que las españolas y españoles –ahora ya está permitida esta inútil repetición– nos preocupemos porque en nuestro suelo patrio, que se decía antes, haya 650 individuos entre diputados y sanadores, ni porque tengamos 1.200 parlamentarios autonómicos…, ni, en fin, porque contemos con 445.568 -una y uno más o una y uno menos- políticas y políticos en general, mientras que, comparativamente, en algún país de nuestro entorno, como es Alemania, hay 300.000 menos, de estos profesionales del “ars rerum civilium sciencia”, que es como en el Lacio llamábamos a los que se dedicaban a la política. Allá ellos. Se refiere mi señoría a los alemanes. Adviertan vuesarcedes que mientras ellos, los alemanes, tienen 6 niveles administrativos (Estado-Länder-Regiones Administrativas-Distritos-Mancomunidades y Municipios), nosotros contamos sólo con 4 (Estado-Comunidad Autonómicas-Provincias y Municipios). Es decir, que Alemania con respecto a España tiene 300.000 políticos menos, 2 niveles administrativos más y el doble de habitantes. ¿Por qué no tenemos nosotros la cuarta parte de los políticos que hay? Pero eso no debe preocuparnos. No hay problema. Vamos en la buena dirección.

Tampoco ha de quitarnos el sueño que tengamos más de 4.800.000 de parados y que en el mes pasado haya aumentado en 113.097 su número, porque vamos en la buena dirección que es lo importante. Esto, tampoco es problema.

Ni que Cataluña esté haciendo todo lo posible y todo lo imposible, y todo lo legal y lo ilegal por separarse del resto de España, porque eso es algo que no tiene mucho sentido, sobre todo yendo el Gobierno, como va, en la buena dirección. La dirección es lo que cuenta.

No hay que preocuparse tampoco porque el partido en el poder, y poder absoluto, experimente la disminución de algunos de sus miembros que se desgajan del PP y crean nuevas formaciones políticas. Es lo lógico, porque en estos colectivos existe una gran democracia interna y unos vienen y otros van, pero yendo el país en la buena dirección…

Otra cuestión sin importancia alguna es la desaparición de algunos miles de pequeñas y medianas empresas, o sea, la desaparición de unas cuantas pymes que se han ido al traste, por no decir a hacer puñetas, con la crisis de los co…, bueno, con la crisis superfragilisticaespialidosa ésta, que hay quien piensa que es de una profundidad o calado inmenso, pero vuesarcedes and mi señoría pensamos que no es para tanto, yendo, como vamos, en la dirección correcta, gracias a las acertadas medidas que ha tomado nuestro magnífico Gobierno, que Dios guarde. Medidas, muchas de ellas que a los mandantes (nada de mangantes, que hay que mantener la presunción de inocencia) no les ha gustado tomar, pero que las han tomado con harto dolor de su corazón, porque es que cuando hay que tomar algo, se toma, y punto pelota. ¡Qué coño! El caso es ir en la buena dirección.

Y algo también baladí es el tema del terrorismo y la violencia de género. Porque el terrorismo está prácticamente derrotado. Los terroristas vascos han dejado de matar. Otra cosa es que a muchos de aquel país no les dejen vivir, pero matarlos ya no los matan. Y en cuanto a la violencia de género, afortunadamente casi todos los que la ejercen, luego intentan suicidarse, lo que ocurre es que esto casi nunca lo consiguen, porque siempre les falla algo, pero En efecto, que lo bueno es que todo vaya en la buena dirección. Y de eso, no hay duda.

¿Cuál es entonces el problema más importante que tenemos tanto vuesarcedes como mi señoría y el resto de los mortales que habitan o moran, a la sazón, en este país? ¿Cuál?

Pues mi señoría está seguro de que la gran preocupación de todas y de todos es si la Infanta Cristina, primero imputada, después desimputada y luego vuelta a imputar; si la infanta Crisitina, repito, va a hacer el paseíllo a pié, en coche o de qué forma. Porque, por ejemplo, su marido podía haberlo hecho en coche, pero lo hizo a pié. Mas, ella, ¿cómo lo hará ella? Ni que decir tiene que está autorizada por quien haya correspondido, a efectuar el acceso al juzgado del magistrado, señor Castro, también en vehículo rodado; en patinete creo que no. Sin embargo, ¿por qué procedimiento se desplazará? De hacerlo a pié o a peón, que también se dice, dado que la ruta está en un plano inclinado y que las damas suelen calzar zapatos con unos centímetros de tacón, ¿se ha tenido en cuenta que a la pendiente del plano hay que añadirle la propia del zapato que calce la interesada? Es que son dos pendientes Considerando además que la Infanta en cuestión puede llevar, como adorno u ornamentación lóbuloauricular, o sea, en el lóbulo de las orejas, otro par de pendientes, ya, la infrascrita va a ser víctima de cuatro pendientes. Así pues, si se ha decidido que el mentado paseíllo se realice en la modalidad peatonal, ¿se ha tenido en cuenta la sinergia de la inclinación del plano de deambulación y la del tacón del calzado, ambas inclusive?, inquiero.

Como estamos indagando, no solo vuesarcedes sino también mi señoría, cuál es el problema nacional más importante de hoy, éste sí que es un problema de envergadura. Los enumerados al comienzo de esta chirigota, es decir, que sea ligeramente excesivo del número de políticos que soportamos en España, la discreta cifra del paro, la leve y enmascarada amenaza de escisión de Cataluña, la formación de insignificantes partidos políticos como Vox, la desaparición de unas cuantas pymes, así como el casi inexistente terrorismo etarra y la esporádica violencia de género son todos ellos asuntos que, estando en la buena dirección, como se ha dicho repetidamente y nos confirma la excelente gobernanza de que disfrutamos todas las ciudadanas y los ciudadanos, ambos inclusive, casi se atreve mi sabia señoría a decirles, por activa, por pasiva y aun por perifrástica que son obstáculos de tan poca monta que se resolverán sin dificultad alguna. Y es que, en yendo en la buena dirección… Es cierto que la oposición (por llevar la contraria, como siempre) dirá que lo que importa, además de la dirección, es el sentido, porque la dirección es el camino; y lo que cuenta es si “se va” o si “se viene”. Y eso es el sentido. Pero ya se sabe cómo es el PSOE. Siempre en su “facere contra” o llevar la contraria ¡Qué cansinos! De cualquier forma, lo que de verdad nos preocupa, y mucho, a todos (menos a los republicanos, claro) es el procedimiento a seguir en el desplazamiento de la infanta doña Cristina, a lo largo del paseíllo ya citado ´ut supra´. ¡Ah!, eso sí que es un problemón de alto calado, que lo ha todo el personal de tierra, mar y aire -incluidos vuesarcedes y cuantas vecinas y vecinos, ambos inclusive, en Puerto Hurraco son- así como a los tertulianas y tertulianos, también ambos inclusive, que pululan en las tertulias, valga el retruécano, de todas las emisoras de radio y de televisión habidas y por haber, sin olvidar a los dialogantes que dialogan (¡coño, otro retruécano!) en las redes sociales y otros “mass media” que no paran (de parar, que no de parir, ¡oh abominables abortistas!; y “con su venia, señor Gallardón”) de difundir o propalar, que diría mejor mi señoría, hasta las noticias más morbosas y cardiogenéticas o de génesis cardíaca. “In the displacement of the Infanta, there is the big problema” que, como vuesarcedes, mi señoría y todos los aspirantes a las becas Erasmus saben, quiere decir que “en el desplazamiento de la Infanta, ahí está el problema gordo”. Y así es. ¿O no?

5-02-2014.

Fe de erratas.- En la magnífica chirigota que vuesarcedes acaban de leer, la palabra o vocablo retruécano”, utilizada no en una sino en dos ocasiones, es incorrecta, porque significa “quiasmo” que, como casi nadie sabe, es «presentar en orden inverso dos secuencias. Por ejemplo, ´cuando quiero llorar no lloro, y a veces lloro sin querer´”. Por ende, “retruécano” ha de sustituirse por “repetición”. Háganlo vuesarcedes y verán cómo queda mucho mejor todavía. Y como más mono. Que ya es decir.

No, no me den las gracias, porque uno está para eso, para enseñarles cosas. Por y para eso no me pagan. De todas formas, “muchas de nada”. Faltaría más

(Santo Dios, ¡qué rollazo…!).

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Autor

Rufino Soriano Tena

Licenciado en Ciencias Químicas por la Universidad de Granada y Licenciado en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad Comillas (ICADE) de Madrid

Rufino Soriano Tena

Licenciado en Ciencias Químicas por la Universidad de Granada y Licenciado en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad Comillas (ICADE) de Madrid

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