TRAGEDIA POR DESASTRE NATURAL EN EL SUR DE EEUU

La súbita inundación de Texas causa al menos 51 muertos, entre ellos 15 niños

Un aguacero sin precedentes desborda el río Guadalupe y causa devastadoras inundaciones con un campamento infantil convertido en epicentro del horror

Los niños desaparecidos en las inundaciones de Texas
Los niños desaparecidos en las inundaciones de Texas. PD

La madrugada del viernes 4 de julio de 2025, el estado de Texas se vio sacudido por una de las peores catástrofes naturales de las últimas décadas.

Unas lluvias torrenciales transformaron la región centro-sur en un escenario de desolación, con al menos 51 muertos, de los cuales 15 eran niños, y decenas de desaparecidos.

Las inundaciones, calificadas como históricas por las autoridades locales, sorprendieron a miles de residentes y visitantes que se encontraban celebrando el 4 de julio en zonas rurales y campamentos a orillas del río Guadalupe.

La magnitud del desastre resulta aún más evidente tras conocerse que la cifra de víctimas podría aumentar en las próximas horas.

Los equipos de rescate trabajan contrarreloj en la búsqueda de supervivientes y en la recuperación de cuerpos. El episodio ha dejado al descubierto la vulnerabilidad de ciertas áreas ante fenómenos climáticos extremos, marcando un antes y un después en la gestión de emergencias en el estado.

Un campamento infantil convertido en epicentro del horror

Uno de los lugares más golpeados ha sido el Camp Mystic, un campamento cristiano para niñas situado junto al río Guadalupe, en el condado de Kerr. Allí, un repentino muro de agua arrasó con las instalaciones mientras unas 750 niñas disfrutaban del inicio del verano. El balance provisional es demoledor: al menos 27 personas fallecidas —18 adultos y 9 menores— sólo en esa zona, y más de 20 niñas siguen desaparecidas.

La madre de Janie Hunt, una niña de nueve años cuyo caso se ha hecho emblemático, confirmó a los medios que su hija estaba entre las víctimas mortales. Su testimonio refleja la desesperación e impotencia que viven decenas de familias: «Revisarán cada árbol, removerán cada piedra; harán todo lo humanamente posible para encontrarlas», prometió el vicegobernador Dan Patrick durante una rueda de prensa.

Respuesta institucional y movilización social

Desde la madrugada del desastre, las autoridades han desplegado un amplio operativo compuesto por más de 1.000 efectivos locales, estatales y federales. La Guardia Nacional coordina los rescates con helicópteros y equipos especializados en aguas rápidas. Hasta el momento han evacuado a más de 850 personas atrapadas por las inundaciones y han facilitado atención médica inmediata a los afectados.

La rápida crecida del río Guadalupe —ocho metros en menos de una hora— superó cualquier previsión. Los meteorólogos señalan que cayó en pocas horas casi la mitad del agua que suele precipitarse durante todo un año en esa zona. Este fenómeno fue imposible de anticipar pese a las alertas previas por tormentas severas.

Datos relevantes sobre la catástrofe

  • Cifra oficial provisional: 51 muertos (15 niños incluidos)
  • Personas desaparecidas: Decenas; 20 niñas sólo en Camp Mystic
  • Evacuados/rescatados: Más de 850
  • Equipos desplegados: Más de 1.000 efectivos
  • Río Guadalupe: Crecida récord (de 2 a 10 metros en una hora)
  • Áreas más afectadas: Condados Kerr, Burnet, Kendall, Travis

Contexto: desastres naturales cada vez más frecuentes

Las inundaciones repentinas no son ajenas a Texas Hill Country. Su orografía montañosa y la presencia constante de cursos fluviales convierten esta región en uno de los puntos más vulnerables a fenómenos extremos dentro del país. Sin embargo, la intensidad y frecuencia creciente de estos episodios reaviva el debate sobre el impacto del cambio climático y la necesidad urgente de adaptar infraestructuras y sistemas de alerta temprana.

En los últimos años, Texas ha sufrido varios episodios similares —como el huracán Harvey en 2017— pero pocas veces se había producido una pérdida humana tan elevada entre menores. Las autoridades insisten en revisar protocolos para proteger especialmente a los grupos más vulnerables durante campamentos escolares o actividades al aire libre.

Perfiles: protagonistas involuntarios del desastre

Aunque todavía no se ha publicado una lista completa con los nombres y perfiles de todas las víctimas, sí han trascendido algunos detalles:

  • Janie Hunt, nueve años: su desaparición y posterior hallazgo sin vida simbolizan la angustia colectiva.
  • Monitores voluntarios y socorristas del Camp Mystic: muchos arriesgaron su vida intentando rescatar a niñas atrapadas.
  • Sheriff Larry Leitha: figura clave en la coordinación local del operativo e interlocutor principal ante las familias afectadas.
  • Padres como Melissa Cooper o Javier Hernández: han relatado a medios nacionales su búsqueda desesperada entre hospitales e improvisados centros de emergencia.

Anécdotas y curiosidades surgidas del desastre

  • La tromba cayó justo durante la madrugada del Día de la Independencia estadounidense; cientos esperaban ver fuegos artificiales junto al río cuando fueron sorprendidos por el agua.
  • El campamento Mystic está considerado uno de los más antiguos y prestigiosos campamentos cristianos femeninos del sur estadounidense.
  • Vecinos relatan cómo algunos animales domésticos lograron sobrevivir aferrándose a ramas o flotando sobre colchones inflables arrastrados por la corriente.
  • Voluntarios improvisaron balsas usando neveras portátiles para intentar cruzar zonas anegadas antes de que llegaran los equipos oficiales.

Reflexión: desafíos pendientes frente a los desastres naturales

El drama vivido estos días pone sobre la mesa una serie de retos urgentes para autoridades, sociedad civil y expertos:

  • Mejorar los sistemas automáticos de alerta temprana para detectar crecidas súbitas.
  • Revisar protocolos específicos para eventos infantiles multitudinarios al aire libre.
  • Fortalecer planes urbanísticos que minimicen riesgos en zonas inundables.
  • Fomentar programas educativos sobre autoprotección ante desastres naturales.

El impacto psicológico también será profundo: especialistas ya han advertido sobre posibles trastornos postraumáticos entre supervivientes y familiares directos.

En definitiva, estas inundaciones no sólo dejan cifras frías sino también historias humanas que recordarán durante años la fragilidad ante lo imprevisible y la importancia vital de prepararse mejor frente a futuros desastres naturales.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído