(José M. Vidal).- Tras el nombramiento del nuevo auxiliar de Santiago, el leonés Jesús Fernández, hay malestar en Compostela y, por extensión, en toda Galicia. No por la persona del elegido, al que, en mi tierra, apenas se le conoce y, por lo que cuentan, pasa por ser un sacerdote preparado, con experiencia de gobierno y con dotes pastorales. Lo que molesta es el agravio comparativo, que circula en forma e pregunta: «¿No hay ni un solo cura en toda Galicia capaz de asumir ese papel?» Y el aludido por la pregunta es, en todas las conversaciones, el arzobispo titular, monseñor Barrio
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