Él ve que quizá hubo una Iglesia demasiado distante, y está haciendo una revolución de humildad y austeridad, está pidiendo curas con olor a oveja. Es una revolución moral, un modo de ejercer el papado que descoloca internamente a la Iglesia
(Jesús Bastante).- «Este Papa es una revolución para la Iglesia«. Elisabetta Piqué definió de este modo a su amigo, el «padre Jorge», el Papa Francisco. La vaticanista presentó esta tarde su libro «Francisco. Vida y Revolución» (La Esfera de los Libros), en un encuentro en el que estuvo acompañada por Paloma Gómez Borrero y donde refleja los secretos, las dudas, las alegrías y los retos del hombre que vino del fin del mundo para ser Obispo de Roma.
«El está feliz de ser Papa. Tiene muchísimo sentido del humor, aunque es cierto que en los últimos tiempos estaba más apagado», indicó la vaticanista. «Ya tenía preparada su jubilación, en la habitación número 13 del hogar sacerdotal de Flores«. Y, sin embargo, todo cambió el 13 de marzo de 2013. O tal vez días antes, tras su famosa intervención en el precónclave en el que criticó a la Iglesia «autorreferencial».
«Ahora parece diez años más joven, y está siempre sonriente. Eso se refleja en su primer gran documento, que no por nada se llama La Alegría del Evangelio, porque los cristianos tienen que ser alegres, no tener cara de vinagre», recalcó.
En el libro, Piqué abunda en las «resistencias» a los cambios de Bergoglio, por parte de los sectores más conservadores, «que no entienden a un Papa que desacraliza la institución, que besa los pies a una mujer musulmana…», y que a la par «ha conquistado a los sectores más alejados de la Iglesia, porque habla de una vuelta al mensaje esencial del Evangelio, y por esa libertad de decir y hacer cosas que antes no se hacían«.
«Él ve que quizá hubo una Iglesia demasiado distante, y está haciendo una revolución de humildad y austeridad, está pidiendo curas con olor a oveja. Es una revolución moral, un modo de ejercer el papado que descoloca internamente a la Iglesia», incidió.
«Nunca me hubiera imaginado que escribiría una biografía de un Papa, y que éste fuera el hombre que bautizó a mis hijos», destacó Piqué. «La guerra ahora está en el Vaticano», bromeó la autora, recordando su pasado como corresponsal de guerra.
No cree que le maten, pero sí que «él está dispuesto a ser pastor de sus ovejas hasta el final, incluso si hay peligro». «Quiere estar cerca de ellos, como ocurrió en la JMJ de Río».
Para la responsable de La Esfera, Ymelda Navajo, se trata «del mejor libro que se ha escrito sobre Francisco», elaborado por «una de las pocas periodistas que adelantó su elección y una de las primeras en comunicarse con Francisco después de ésta». «Un hombre de extraordinaria humanidad que llegó a Roma desde el otro extremo del planeta», destacó Ymelda, quien destacó su nombre, Francisco, como «un programa, un desafío de Iglesia, para promover la paz, siempre tan necesaria».
Por su parte, Paloma Gómez Borrero, hizo un repaso de la trayectoria periodística y personal de Elisabetta Piqué, «una Oriana Fallaci argentina«. «Este libro no lo he leído, lo he devorado», destacó la periodista, que señaló cómo «en él vemos a todos los Bergoglios, y nos hace comprender todavía mejor a este Papa». «Es un libro necesario, imprescindible para conocer a Papa Francisco», añadió.
«Gracias a Elisabetta, el cónclave dejó de ser secreto», desveló Paloma haciendo referencia al capítulo en el que Piqué cuenta cómo fue, con qué votos y por qué elegido Bergoglio. «Es un libro creíble e importante«.
«La Iglesia necesitaba un Francisco de Asís del siglo XXI», concluyó Gómez Borrero, quien insistió en que «además de una vida, estamos asistiendo a una auténtica revolución».
La autora de «Francisco. Vida y Revolución», por su parte, destacó que la marea Bergoglio hace pensar que ha pasado «mucho más» de estos once meses de pontificado, pues «hoy se respira un clima totalmente distinto» al que, hace justo un año, cuando renunció Ratzinger, presentaba una Iglesia dolida y entregada a los lobos. Ahora «han desaparecido los titulares sobre el Vatileaks y sobre el mayordomo».
Francisco, según ha destacado, ha recuperado el mensaje de «vuelta esencial al Evangelio». En todo caso, ha recordado que esta revolución no hubiera sido posible sin el «acto de valentía y humildad tan revolucionario» del Papa Benedicto XVI al anunciar su renuncia.
Piqué asegura reconocer en el Papa Francisco a su paisano el cardenal arzobispo de Buenos Aires (Argentina), Jorge Mario Bergoglio. «Hay mucho del Bergoglio arzobispo», afirma, al tiempo que recuerda sus llamadas de teléfono a amigos, su visita el Jueves Santo a una cárcel de menores para lavar los pies a los jóvenes o su «programa de gobierno» centrado en la cultura del encuentro.
Además, la periodista argentina le ve incluso más joven porque considera que desde que es Papa le ha llegado «una fuerza de arriba» que se refleja en «esa alegría» que demuestra en sus audiencias, a las que ha aumentado la asistencia, e incluso en su exhortación apostólica ‘Evangeli Gaudium’ (La alegría de la fe).
También ha destacado su «mensaje simple y esencial» con el que Francisco consigue «llegar también a los no católicos, a los que se habían alejado» de la Iglesia, tendiendo «puentes».
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