El único evento, al que va a venir casi diez veces más de gente
La Iglesia católica de Madrid lo tenía previsto todo. Había sopesado los dos escenarios posibles: que Madrid ganase o no ganase los Juegos Olímpicos del 2016. Porque, aunque la institución eclesial juega con otro concepto temporal, también tiene muy en cuenta las coyunturas. Lógicamente, para aprovecharlas. Y ahora, tratará de vender que sólo nos queda la JMJ Madrid-2011. Con el Papa en Cibeles y dos millones de jóvenes a sus pies.
Lo confesaba, hace unos días, el dircom de la Jornada mundial de la Juventud, Yago de la Cierva a un nutrido grupo de periodistas. «Si ganamos las Olimpiadas, le presentaremos a Ruiz Gallardón la Jornada mundial de la juventud como un ensayo general de los Juegos. Si no las conseguimos, le presentaremos la Jornada como el único evento al que va a venir casi diez veces más de gente».
Y no le falta razón a Yago de la Cierva, que, ahora, activará el plan de la jornada como «único evento de referencia». Para Madrid y para España. Siempre nos queda Benedicto XVI.