No se puede esconder la cabeza frente a lo que está ocurriendo ni, mucho menos, mirar para otro lado frente al sufrimiento de tantas personas
El obispo de la Diócesis riojana, Juan José Omella, ha animado a todas las personas a donar la paga extraordinaria de Navidad a los más necesitados como consecuencia de la crisis económica y a continuar con la aportación del 10 por ciento de su sueldo, lo que ya propuso hace tres años.
Omella, en una carta sobre el compromiso ante la crisis económica, ha apelado a los sacerdotes, congregaciones, organismos religiosos, colegios católicos, parroquias, parroquias, movimientos y grupos apostólicos y a los «hombres y mujeres de buena voluntad», a todos, a que donen su paga extraordinaria del mes de diciembre.
El obispo de Calahorra y La Calzada-Logroño, para paliar el efecto de la crisis, impulsó, en 2009, el «Fondo Crisis» o «Fondo de Solidaridad», en su empeño por atender a los más necesitados.
El objetivo de este fondo, que ya ha recaudado 292.950 euros y ha atendido a 155 familias sin recursos alguno, es dar subsidios, ayudas y crear becas de trabajo, en Fundación Cáritas Chavicar o de otra manera, para parados sin ningún tipo de ayuda y sin ningún ingreso familiar.
Ha detallado que este fondo se nutre de aportaciones especiales de los sacerdotes con la entrega del 10 por ciento del sueldo durante un año o una paga extraordinaria, así como de otras procedentes de congregaciones y organismos religiosos, colegios católicos, parroquias, movimientos y grupos apostólicos y de donativos expresos de los fieles para este fin.
También invitó en esa fecha a revisar los gastos ordinarios y extraordinarios de las instituciones eclesiales desde una óptica de mayor «austeridad» y «sentido solidario».
Tres años después, ha repetido esta petición de ayuda ante la «delicada» situación de muchas personas, ya que la situación ha empeorado para muchos ciudadanos por el aumento del paro.
«No se puede esconder la cabeza frente a lo que está ocurriendo ni, mucho menos, mirar para otro lado frente al sufrimiento de tantas personas», ha precisado Omella, quien cree que cada uno debe «ejercitar la solidaridad dentro de sus posibilidades con quienes sufren las consecuencias de la crisis«.
Por ello, ha invitado a «reaccionar ante esta situación» y a tratar de ayudar con «lo poco o lo mucho» que cada uno tenga y ha apelado a seguir potenciando «seriamente» las estructuras y el funcionamiento de Cáritas en toda la Diócesis.
Para él, actuar coordinadamente y tener una organización que funcione bien, con equipos de personas cercanos y sensibles a los problemas, permite que en los momentos de especial dificultad, como el actual, se puedan dar respuestas «oportunas y significativas» a las necesidades de los «últimos» de la sociedad.
El obispo cree que el «Fondo Crisis» es «una gota en el océano de la pobreza, pero es una gota que ha dado ánimo y esperanza a esas familias tan necesitadas«.
(Rd/Agencias)