Estruendoso silencio de Munilla, Reig, Sanz y demás en el Día de la Mujer

Francisco: «¡Muchas gracias a todas las mujeres que tratan de construir una sociedad más humana y acogedora!»

Cardenal Osoro: "Hombres y mujeres nos creó, somos todos iguales en dignidad"

Francisco: "¡Muchas gracias a todas las mujeres que tratan de construir una sociedad más humana y acogedora!"
Mujeres y futuro Agencias

El arzobispo de Zaragoza pide "perdón" a las mujeres por convertirlas "en objeto de maltrato, trata y lucro"

(Jesús Bastante).- Millones de mujeres, muchas de ellas católicas, pararon hoy en España. En todo el mundo. En el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, todos estamos llamados a una defensa encendida de la igualdad hombre y mujer. El mismo papa Francisco acaba de publicar un tweet en el que afirma: «¡Muchas gracias a todas las mujeres que cada día tratan de construir una sociedad más humana y acogedora!«.

¿Todos? No todos. En un oscuro reducto, de miedo y profunda incomprensión, se ocultan la mayor parte de los obispos españoles, que no han dedicado una sola palabra a esta jornada, aunque alguno ssí lo hicieran en los días precedentes… para criticar el «demonio» del feminismo, o la «politización» de las protestas.

Hoy, ningún rastro de los Munilla, Reig, Sanz Montes y demás. Tampoco de la Conferencia Episcopal o de su portavoz. No se escondió el cardenal de Madrid, Carlos Osoro, asaeteado hasta la saciedad por el carquerío eclesiástico y sus tentáculos mediáticos.

En su post, Osoro subraya cómo «Dios nos creó a su imagen y semejanza, hombres y mujeres nos creó. Somos todos iguales en dignidad. Rezamos hoy por nuestras hermanas, especialmente por aquellas que sufren discriminación o violencia.«

 

 

 

Aunque desgraciadamente, aún son minoría, Osoro no ha sido el único en pronunciarse hoy. El cardenal arzobispo emérito de Barcelona, Lluis Martínez Sistach, daba la bienvenida a «este movimiento social para proteger y promover la dignidad de la mujer y de reconocimiento de su trabajo y de su servicio a la sociedad».

Por su parte, el arzobispo de Zaragoza, Vicente Jiménez Zamora, afirmaba «¡Te doy gracias, mujer, por el mismo hecho de ser mujer!», al tiempo que pedía «perdón por cuantas veces te hemos convertido en objeto de maltrato, de trata y de lucro; de explotación en la publicidad y en la industria del consumo y de la diversión».

«Digamos SÍ a la mujer. Como Sí al hombre. Para desarrollar la personalidad y la valía de la mujer no hace falta odiar al hombre, no hace falta que nos odiemos entre nosotros. Todo lo contrario: tenemos que apoyarnos mutuamente», subrayaba el obispo de Ávila, Jesús García Burillo.

Por su lado, el arzobispo de Tánger, Santiago Agrelo, resaltaba que «Por si alguien no lo supiese: Para mí todos los días son días de todos», añadiendo: «Ni un derecho menos por ser mujer, ni un derecho más por ser varón«.

 

 

 

 

En el otro lado de la balanza, obispos como Reig, Munilla o Sanz Montes, que permanecieron en silencio. También el de Bilbao (y presidente de la Subcomisión de Familia y Vida de la CEE), Mario Iceta. En cambio, en los campus de Bilbao y San Sebastián, la Universidad de Deusto se sumaba al paro por el 8M, bajo el lema «Nosotras paramos. Emakumeok* planto. Si paramos todas, paramos todo».

El caso más escandaloso es el del obispo de San Sebastián, quien en días pasados pobló sus redes sociales de declaraciones, explicaciones, matizaciones y ataques a las mujeres y que, hoy, Día Internacional de la Mujer, decidió que no merecían comentario alguno. Ni siquiera aquellas representantes de lo que dio en llamar «feminismo positivo», frente a las que paseaban con el «demonio» de un «feminismo fanático».

A las seis de la tarde, y tras ser informado del revuelo causado por su silencio, Munilla se ha descolgado que el siguiente tweet, que reproducimos:

 

 

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Autor

Jesús Bastante

Escritor, periodista y maratoniano. Es subdirector de Religión Digital.

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